Spoon Week 02: Half Words Whispered Low

Was It You? (Gimme Fiction, 2005)

We was walking through the park
Trying to get home before too dark
Who was it that we saw that night
Was it you?

Someone doing something not right
Shocked to see us interrupting their delight
Who was it that we saw that night
Was it you?

Tucked away inside of the wood
Tucked away inside and up to no good
Who was it that we saw that night
Was it you?

And we was cutting through the park
Trying to get home before too dark
Who was it that we saw that night
Was it you?

Was It You? ilustra otra de las características que mas se destacan de Spoon: la nocturnidad. La letra de la canción es muy sencilla y lacónica: un grupo de gente cruzando un parque ven una figura, una silueta haciendo “algo que no estaba bien” y el narrador luego le pregunta a algún conocido o amigo si era él. La situación es descripta en los términos mas amplios y ambiguos posibles, apenas unas frases cortadas que dan paso a la frase incrédula “Was it you?”. Pareciera que el narrador teme la respuesta tanto como la desea, en uno de esos típicos momentos que todos hemos pasado en el que queremos saber algo de otra persona tanto como no queremos saberlo. Nunca se nos explica porqué, nunca se nos permite profundizar en lo que el narrador siente o si en esa pregunta se esconde preocupación sincera por un amigo, curiosidad natural teñida con una sonrisa o ansiedad por descubrir algo de lo cual definitivamente no quiere saber nada. Nunca sabemos la relación entre el narrador y el interlocutor, que queda tan ambigua como esa silueta oscura.
En cambio, los Spoon dejan que la música hable por ellos. Las frases están desparramadas aquí y allá en medio de una base de batería que no cambia casi nunca y a la que progresivamente se le van agregando pequeños detalles, guitarras amorfas que apenas se escuchan, bajos que suenan como el latir de un corazón nervioso, sintetizadores que parecen reproducir la sensación de sacarse las hojas de la cara y escuchar murciélagos volando al lado de tu cara. Y, finalmente, el sonido de la lluvia que barre todo, reemplazando las (in)certezas con espesa niebla.


Spoon Week 01: All Those Missed Deadlines.

Mi chart de LastFm no me deja mentir: Spoon es la banda que he estado escuchando, casi ininterrumpidamente, durante todo enero. Ya se que les quemé la cabeza demasiado con ella, que mi devoción no conoce límites (un amigo me dijo que tenia que dejar de escucharlos o me iba a empachar y por momentos temo sus palabras: ¿que sería de mí si llegase el día en que Britt Daniel y sus amigos me produjesen repulsión?). De hecho, mis amigos en la vida real se dividen en dos grupos: aquellos a quienes les vendí Spoon por cansancio y aquellos a quienes todavía no se los hice escuchar lo suficiente.
El hecho es que cada día que pasa más rebota en la cabeza la frase de Eric Harvey de Marathon Packs: “me gusta Spoon porque siento que él esta de mi lado”. Como suele suceder con las bandas en las que uno invierte mucho emocionalmente, las canciones se vuelven parte fundante de la vida y uno realmente siente que le están hablando, que están compuestas para musicalizar exactamente ese momento que estas pasando.
Toda esta introducción es solo para comunicarles que los voy a torturar durante una semana con un tema de Spoon por día, aunque sean una de las bandas de las que más se habla en internet, aunque ya existan grandes cosas escritas sobre ellos. Solo porque soy un obsesivo que tiene que purgar sus obsesiones en público, casi como un exhibicionista.
Y comenzamos con…

No, You’re Not. (A Series Of Sneaks, 1998)

Porque sin lugar a dudas es la canción que mas escuché este mes, porque es un buen punto de partida al estar incluida en su segundo disco, porque es una canción de 1:41 que dice TODO sin necesidad de mas tiempo, porque al estar en una situación intermedia entre lo primero (mas punk y crudo) de Spoon y lo último (minimalista y refinado) es una rara combinación: minimalista en longitud y letra, pero con un decidido vuelco punk en su composición musical.
Lo que me zarandea y conmueve de esta canción es la manera en que la letra y el modo en que está cantada traicionan una fragilidad emocional que la música parece negar todo el tiempo.

go knock them dead okay kid
I’m not a man, at least not yet
I’m not a man just a pillar of salt on the ground
tell us your name that’s what they say
I ain’t got a name just a current address
and I said
know what you know
I never thought a kiss could be

I never thought a kiss could be

I never thought a kiss could be

I never thought a kiss could be so cold

so now the pissoff’s taking hold
and you can tell they’re all looking at you
feel so inert it starts to hurt
so that’s your name and I tell myself
don’t say that you’re coming cause no you’re not
don’t say that you’re coming cause no you’re not

don’t say that you’re pleased with me cause no you’re not

don’t say you’re going back cause no you’re not

Es obvio que el narrador esta en medio de una relación no correspondida o al menos complicada. Lo curioso de la canción es que en manos de otra persona, de otro compositor, podría degenerar en una plétora de lugares comunes, en un festival de la emoción, en una cosa completamente sentimentaloide, directa, un lugar común del desamor.
Pero Britt Daniels es un tipo famoso por su reserva, por sus letras que, sin llegar a ser crípticas completamente, parecieran no querer dejar traslucir casi nada de su dolor y sus sentimientos. La naturaleza fragmentaria de la letra es su fuerte, compuesta por imágenes de impotencia e insignificancia que nunca llegan a coagular en una sola parrafada en contra de su amor no correspondido. Uno siente que no hay rencor en las palabras de Daniels, solo un enorme sentimiento de impotencia, una aceptación resignada de que las cosas no van a cambiar.
La reserva con la que encara esta letra hace que las frases que terminan ambos versos sean aun mas devastadoras. Es increíble la manera en que repite mecánicamente “I never thought a kiss could be…” 3 veces hasta animarse a completarla con “…so cold”, como si estuviese completamente ATERRORIZADO de sus sentimientos y supiese que el verbalizarlos solo va a hacerlos mas reales e inescapables y que el admitir que un beso es frío es admitir que no tiene chances.
Las ultimas estrofas del segundo verso son las únicas que destilan algo de amargura, pero una amargura derrotada, desanimada. Incluso la frase que las precede “And I tell myself” parece indicar que esas frases en realidad están destinadas a otra persona, pero sabiendo que nunca va a poder decírselas a la cara, sabiendo que en esa relación no hay ni siquiera lugar para expresar sentimientos, para comunicar aunque sea su decepción, no tiene mas remedio que repetírselas a sí mismo.
Como en una conversación imaginaria en la que nos enredamos, frustrados, agotados, ansiosos, sabiendo perfectamente que esos sentimientos van a tener que guardarse en una caja hasta que la temporada de lluvias pase.


Those Killer Riffs from Hell

(atención: por primera vez en la breve historia de El Baile Moderno, este es un posteo completamente personal)

Internet, como medio, nos permite cosas que a primera vista uno no se espera o puede no desear. Usted, querido lector, que puede nunca haberme visto en mi vida, cruzado palabras, y quizas vivir a miles de Km de distancia, puede saber exactamente que música estoy escuchando, y leer cientos de retazos e ideas acumuladas por años. También sin mucha vuelta pueden terminar escuchando la banda donde toco. Gente con más morbo o curiosidad puede encontrar aún más información (via google, fotolog, comentarios en otros blogs), y me parece que fácilmente uno puede tener una postal mental de bueno, quien soy.
Pero en fin, despues de años y años de melomanía y de acumular cientos de Gigas de mp3s, uno llega a ciertas conclusiones, y a la que cada vez he estado más de acuerdo es mi gusto por la canción Pop. Como ya alguna vez lo hablamos con Dario, el pop es el género que más se puede abrir, retorcer, deformar, y experimentar con el y se mantiene fresco e interesante. Es un genial modo de composición, clásico simple y efectivo en el mundo ya bastante anticuado de la música. También me gustan un monton de géneros que seria estúpido, pedante y aburrido mencionar pero es mucho más interesante aquello que nunca me gusto, y de esto se trata el post. Básicamente, el Metal, el Heavy Rock, y todas sus variantes posibles dentro del género.
Bueno, obviamente hubo intentos y coqueteos, recuerdando mi infancia, el primer tema que recuerdo que me haya encantado fue nada más y nada menos que el über-awesome «The Final Countdown» de Europe, que me obsesiono cuando tenia entre 4 y 5 años. Luego, el primer cassette que tuve, que me lo grabó un amigo contenia de un lado un disco de Manowar (manowar!!) y del otro el Bat Out of Hell, de Meat Loaf. Creo que tenia algunos temas incluso de La Ley cuando eran más bien una banda Alternativa 90’s que la garcha abominable que es ahora.
Unos años despues tuve una etapa de fan de Ozzy Osbourne, del cual llegue a tener varios discos (‘no more tears’, ‘ozzmosis’, y algunos compilados que incluian temas viejos de Sabbath que me gustaban mucho). También estuve varias veces por comprarme algun disco de Blind Guardian, y en cuanto a música violenta y jodida, podria poner al Downward Spiral de Nine Inch Nails. y me pasaban discos de Pantera, Sepultura.. pero era imposible. No les podia entrar de ninguna forma. Me parecia una música demasiado simplista, demasiado cabeza, con esos ideales tan fálicos de «más rápido! más fuerte! más duro!» y tratando de sepultar cualquier idea que sea levemente delicada (escepto claro, en las bandas que tenian esas baladas). Todo acompañado obviamente de una imaginería completamente infantil y unidimensional con la cual era imposible identificarse. That bullshit is not for me.
Y bueno, se imaginaran, entre mis 16-20 años descubrí la gloria de bandas como Guided by Voices, Yo La Tengo, Pixies etc. y de a poco descubría la música que me gustaba, que me ponia cómoda, con la cual me identificaba. Asi que la otra música, más jodida y violenta, escepto algunos discos o algun tema, nunca me copaba y naturalmente, luego de años y años y años uno empieza a definir que bueno, por algo sera ello, y simplemente es parte de su personalidad. Yo no soy así, no me gusta eso y punto.

Ocurrió el sábado pasado. Habia trabajado todo el día, estaba cansado, aburrido y medio alineado, asi que le dije a mi amigo Pau (que tiene un pequeño garage y bateria en su casa) para juntarnos a tocar un rato. Agarre la guitarra, un pedal y me fui.
El setup de batería fue algo completamente ridículo. La gran parte de las piezas de la bateria estaban prestadas, asi que no se contaba con platos, (solo con un hi-hat maltrecho del cual no teniamos para cerrarlo, asi que se mantenia abierto), tampoco teniamos redoblante, y Pau no tenia palos, y toco con algunos palitos que encontro por ahi en la cocina (que duraron unos pocos temas). Tampoco tenia atriles en buen estado para los Toms, asi que termino dejando uno de los Toms en el piso y lo tocaba agachado. Obviamente, mientras tocaba la bateria se tambaleaba y se movia y habia que acercarle los cuerpos constanemente para poder tocar.
Yo me enchufe al amplificador a un volumen digamos importante y arrancamos a improvisar. Lo que ocurrio luego fue sin duda la experiencia músical más divertida que tuve en toda mi vida.
Básicamente lo que salio fue una especie de doom-metal-noise-podrido berretísima, lleno de quintas disminuidas power chords, y switches entre velocidades lentisimas y hardcore tocado de la forma más rápido posible, con todos los chicles metalangas posibles. Fue estúpidamente divertido, a eso sumandole el estado penoso de la bateria desarmandose (hubo un momento glorioso donde Pau termino tocando la bateria con una caña de 1mt de largo), mi pésima tecnica guitarrista para tocar esas cosas, fue algo genial. Y en cierta forma, algo hizo click, porque – al disfrutar tanto tocando eso – como que entendí por donde venia la mano con todo este tipo de música.
Sera por ser muy cuadrado , o tener un lado de mi personalidad reprimido (eze auto-psicologo), pero bueh, en fin que tuve que experimentar tocandolo para poder valorarlo. Tal vez es que escucho música de una forma ‘diferente’ a como la percibo al tocarla y bueno, fue necesaria. Y no creo que tenga que ver con la madurez, en cierta forma. En realidad creo que seria lo contrario, ¿no? Pero bueno, que estoy más que contento con este nuevo descubrimiento. Es genial descubrir como uno se sorprende de sus propias reacciones y cosas que puede llegar a sentir. Y, obviamente, la lista de Soulseek ahora se lleno de Slayer, Black Sabbath, Boris y Mötorhead.

Y ahora, obviamente, se aceptan recomendaciones.


Autechre – Garbage EP

Autechre4-2.27.2013

Nunca me considere fan de ningun tipo del género «Ambient», siempre me gusto su concepto, esa idea fundada por Eno de «música que podes ignorar completamente y funciona, pero que podes prestarle atención en cualquier momento y tambien rinde». Y en estos años de escucha músical realmente escuche bastantes discos, pero nunca con mucho interés. Es que la música Ambient digamos, se tiene que escuchar – como lo dice su concepto – de una forma diferente. Uno escucha buen ambient cuando se da cuenta que se termino el disco y lo quiere poner de nuevo, aunque lo que se recuerda de lo que se acaba de escuchar sea un montón de manchas borrosas pero agradables. Asi es como debería de funcionar.

Autechre no se si se podria considerar una banda Ambient (de seguro sus últimos 5 discos estan en el espectro opuesto musicalmente hablando), pero algunos de sus primeros discos funcionan bastante bien de esta forma. Entre ellos, esta este, que luego de reescucharlo, podria decir que es uno de mis discos favoritos, en general.
El Garbage EP es uno de sus primeros discos, creo que el tercero o cuarto, luego de sacar su segundo álbum («Amber») y antes del Tri Repetae. En ese periodo tenian la costumbre de sacar varios EPs siempre con material en si bastante diferente al de los álbumes y bastante bien trabajados – cada uno como una obra independiente cubriendo algun territorio sonoro propio.
«Garbage» esta formado por 4 tracks, que conforman en si 3 bloques, uno conformado por el primer tema central, otro por los dos del centro (que tienen una estructura similar) y uno último final. Como siempre, Sean Booth y Rob Brown se ponen lo más crípticos posibles con los nombres de los temas. Vean la tracklist:

1 – Garbagemx36 – 14:11
2 – PIOBmx19 – 7:37
3 – Bronchusevenmx24 – 9:44
4 – VLetrmx21 – 8:27

Los números que acompañan a cada tema son el porcentaje que ocupa cada tema en el disco (los 4 números suman 100). todos los temas terminan en «mx» , por lo cual podrian ser quizas remixes de algunos otros temas. Sin embargo, el único nombre que recuerda a algun tema anterior es el tercero (hay un tema «Bronchus 2» en su primer álbum). Asi que quien sabe. De cualquier forma, en esta banda el concepto entre un tema nuevo y un remix es algo borroso y difícil de diferenciar.
Y en si, contrastando por la frialdad y monton de consonantes en los titulos, este es un disco bastante tranquilo, amable y con bellas melodias. El primer tema (que da nombra el EP, y más extenso) es el más parecido a lo que iban haciendo habitualmente, más bien una secuencia de loops con sonidos de percusiones y ritmos no-convencionales que se van sumando sobre linea tras linea de sintetizadores, formando una capa densa y constante de sonido que se mueve y ondula.
En el medio del track de 14 minutos, luego de un constante in crescendo, hay un corte donde se mantiene fija una melodia que se va repitiendo en espiral, cayendo siempre en un golpe distinto (todavia me pone un poco incómodo escucharla), para luego re-armarse todo el tema sobre ella y terminar en unos acordes con cuerdas bien clásico, más reminiscente a bandas electrónicas early como tangerine dream, y trabajos de vangelis etc. Hay varios de estos temas en los primeros 3 discos de la banda, y este es uno de los mejores, pero de cualquier forma quizas sea la track con mas «gusto a viejo» de todos los temas del disco.
Los siguientes dos temas funcionan bajo la misma formula, y arrancan con una capa densa percusiva de sonidos, sobre la cual se van agregando, muuuy lentamente, capa tras capa durante minutos y minutos hasta terminar, agregandose de a poco unas melodias muy leves y melancolicas. Es una tecnica simple y gastada en la electrónica, pero en estos dos temas esta ejecutada a la PERFECCIÓN, y es lo más tranquilo que tienen en cualquier disco, y Piobmx19, auqnue dure casi 10 minutos, podria durar el doble sin problemas.
Bronchusevenmx sigue por la misma linea exactamente, quizas más oscuro, y la imágen visual que da es un viaje oscuro por un sistema de cañerias futurísta, iluminado por luces de neón parpadeantes y que fluctua por varios caminos constantemente.
Y para finalizar, el disco termina con quizas uno de los temas más particulares de su discografía. Vletrmx21 es un tema con solo un elemento, un loop constante, que no varia en su contenido, no hay beats ni capas que se agregan practicamente. Se trata de una marea de cuerdas/vientos/sonidos inclasificables sinteticos, formando una secuencia de acordes lentisima y tristisima, que se repite una y otra vez. Arranca sonando muy opaca, toda filtrada y a muy bajo volumen, y con solo modificando cuanto se escucha, cuan filtrada y a cuanto volumen, el tema va cambiando, y acumulando tensión y resolviendose, durante 8 minutos. Minimalismo al máximo.
El duo electrónico nunca hizo (ni hará) nada así, solo se pueden escuchar cosas similares en el Ambient Works II de Aphex Twin, y este tema esta al mismo nivel o mejor que esos temas. Quizas también recuerde en emotividad y sensación al excelente interludio «A Warm Place» de Nine Inch Nails. En fin, que es un tema que puede ser demasiado para muchos pero a mi siempre me pudo, y para mi es uno de los puntos altos de este estilo músical a mediados de los 90s.

Para bajar:
Autechre – Garbage EP


2007 – The Indie Escape

Ya me he quejado varias veces sobre las feas que muchas veces quedan las chartas de Last.fm, pero la verdad quede bastante contento con el chart de álbumes, que muestra los discos más escuchados. Básicamente puedo reconocerlos estos como los discos que más escuche en el año, sobre la mayoria hable, sobre un par, no. Asi que aprovecho y aunque no pensaba hacer listas ni nada por el estilo, hablare un poco sobre cada uno de estos discos.

1 Judee Sill – Judee Sill
Judee Sill fue la revelación que más me pegó en el año, y es medio lamentable lo poco que hable sobre ella, pero la verdad no tengo muchas palabras para describir lo que hace. Simplemente me parece superior en el género folk de ese periodo y no hay nada que me haya gustado más que lo que hace ella por un amplio margén, y su forma de cantar y de componer es de otro universo.

2 Emitt Rhodes – Emitt Rhodes
Sobre Emitt ya hable aquí. Como me gusta como suena ese disco.

3 Dr. Dog – Toothbrush
Tambien hable un poco de ellos aquí. Lástima el resto de los discos de Dr. Dog que no le llegan ni a los talones a este discazo, pero mas bandas tendrian que arriesgarse a hacer cosas como estas, recortes de cintas chorreando mugre, temas de blues falso y los arreglos mas bizarros, arriesgados, despreocupados y divertidos de lo que va de este comienzo de siglo.

4 The Left Banke – There’s Gonna Be A Storm – The Complete Recordings 1966-1969
The Left Banke es una genial banda cuando uno quiere escuchar lindo pop bien arreglado, ya escucho demasiado belle and sebastian y sufre una alergia horrenda al escuchar nombres de bandas como handsome boy modelling school, suburban kids with biblical names, y boring hipsters with long band’ names. En particular, los primeros temas son gloriosos (walk away renee y pretty ballerina por ejemplo) y estan al nivel del mejor pop de los 60s. El resto del disco despues decae y hay algunos rockerismos de relleno, pero igual, aguante The Left Banke.

5 of Montreal – Hissing Fauna, Are You The Destroyer?
Ya hablamos suficiente de este disco no? Mejor disco del año, sin duda.

6 Lloyd Cole and the Commotions – The Singles
Este disco lo escuche MUCHO a principios de año. Es impresionante lo poco que se escucha al pobre tio Lloyd – especialmente viendo los charts de Last.fm. Pero el chabón es muy bueno, y aunque tampoco es la octava maravilla, tiene un gran puñado de grandes temas. Quizas el estar tan a medio camino entre indie-alternativo, new-wave y simple y duro AOR le juega en su contra, pero pocos músicos pueden tener el honor de tener a Robert Quine en sus filas para tocar baladas. Por algo será.

7 Moby Grape – Moby Grape
¡Ja! ¿Que carajos hizo Ezequiel escuchando Moby Grape? Bueno, que entre los periodos que tuve en este año (aunque se nota una muy clara linea de por donde iba todo) también me intereso las cosas más clásicas de los 60s. El disco de Moby Grape me lo recomendaron mucho y es muy bueno, y lo he escuchado mucho, pero todavia no tengo la imagen mental completa del álbum. Quizas no es completamente lo mio. No importa, seguro lo seguire escuchando un buen tiempo más.

8 Carole King – Tapestry
La tía Carole va unida con Judee Sill en ese plan folk-60s-tranqui-aor-testasponiendoviejo con la que estuve en general. Todavía me cuesta creer que Tapestry sea realmente un disco solo, y no un Greatest Hits. El nivel de los temas es simplemente increíble. Algunas letras hay que verlas con buenos ojos.. pero en si, un gran disco que todos deberiamos de escuchar al menos una vez al mes, tomando te con masitas un sábado templado.

9 Otomo Yoshihide’s New Jazz Ensemble – Dreams
Este fue sin duda el disco que más escuche en los últimos 3 meses. Y es raro porque ya lo habia descubierto y escuchado bastante hace 3-4 años, pero por alguna razón lo volvi a bajar y al escucharlo de nuevo quede totalmente enganchado. Todavía ando buscando futilmente algun disco que se parezca a estas 8 canciones (7, descontando el ataque free del final), recuerdo unas recomendaciones de Gustavo pero tienen alguun parecido pero en si, no es lo mismo. Tambien probé con otros discos de Jazz de Yoshihide y no hay caso. Mientras me seguire refugiendo en «Dreams», un pequeño mundo donde el instrumento que más detesto (el saxo) se vuelve lo más maravilloso del mundo.

10 Todd Rundgren – Something/Anything?
Aunque «I Saw The Light» es uno de los temas del año, al igual que al de Moby Grape no pude digerir este enorme disco del todo, que tiene la grosera cantidad de 25 temas y parece no acabarse más. Pero me termino gustando mucho la (al principio infumable) super-balada «it wouldn’t have made a difference» y eso es todo un progreso para cualquier disco.