Esta nota de Rolling Stone sobre la actualidad de Billy Corgan publicada hace un tiempo atrás es menos interesante por sí misma o por el insoportable personaje que retrata que como diágnostico y clausura de varios de los mitos de los noventas. Corgan aparece como un personaje ridículo y vergonzoso, auto-paródico. Llora sobre el lugar que se merece en la historia del rock y que no se lo reconocen, habla sobre sus creencias espirituales new-agers y el libro sobre espiritualidad que está escribiendo, parece un loco paranoíco cuando habla del fin del mundo y el 2012, comenta sobre sus relaciones con Sasha Grey, Tila Tequila y Jessica Simpson, le saca el cuero obscenamente a sus ex-compañeros de banda y demuestra constantemente tener una imagen distorsionadísima de sí mismo que nadie en todo el mundo comparte. Pero lo mejor de la nota no es ninguna de las payasadas de Corgan sino la única intervención del baterista Jimmy Chamberlin, que se bancó al pelado infame durante todos los 90s (¿alguien se sorprende que se haya vuelto adicto a la heroína?) y que fue el único miembro original que se sumó a la reunión reciente de Smashing Pumpkins hasta que Corgan lo echó, y que da en unas pocas líneas una explicación lúcida y contundente de su punto de vista:

«En el medio de la última gira, Billy decía que era culpa del agente, después que era culpa de la banda, después que era culpa de los fans. (…) En el gran esquema de las cosas realmente ya no mueve mucho la aguja. Es un par de discos de oro y un poco de plata. ¿A quién le importa? Tengo mujer e hijos, soy completamente feliz. La música es una parte tan pequeña de la vida de la gente hoy en día. La gente ya no se sienta a mirar las tapas de los discos y pensar en Kurt y en Billy como en los noventas. Odié tanto a los noventas»


Esto pasó de verdad

Un llamado a la memoria y la conciencia colectiva antes de que sea demasiado tarde.

Encontrar esta lista en mi reader fue muy impresionante. No solo porque entre esas 50 canciones se puede escuchar algo de la peor música hecha hasta ahora, sino porque es como ver al fantasma de mí mismo a los 16 años y adentrarse en un pozo oscuro de música que nadie quiere recordar y efectivamente nadie recuerda. Fue darme cuenta que conocía tal vez a todas las 50 bandas incluidas y que hasta recordaba claramente una buena parte de los temas después de tanto años.

No estoy hablando de bandas que la pegaron relativamente, de cosas que escucharon algunos pocos. No. Estoy hablando de mucha de la música más exitosa de esos años. Cualquiera que como yo fue adolescente en esa época (y sé que muchos de los que están leyendo lo fueron pero voy a hacer de cuenta que no para evitarles tener que admitir cosas vergonzosas, aunque sea a ustedes mismos), aunque no me crean, posiblemente escuchaba algo de todo esto.

Me acuerdo muy bien de la temporada 98-99. Fue el momento en el que toda la música que creía que escuchaba sólo yo pasó a ser conocida por todo el mundo. Había comprado el primer disco de Korn cuando tenía 12 años, poco antes de que saliera el segundo y había tenido que recorrer varias disquerías especializadas antes de encontrar una donde supieran qué les estaba pidiendo. Escuché mucho ese disco. También escuché mucho los dos siguientes. Escuchaba a Marilyn Manson desde antes de “The Beautiful People”, desde antes incluso que “Sweet Dreams” y cuando salió Antichrist Superstar ya tenía los dos discos anteriores y lo compré inmediatamente. Estaba en séptimo grado y no conocía ni a una sola persona que escuchara esas cosas. Dos años después era todo diferente.

Dos años después todos mis amigos escuchaban esa música. Dos años después de Antichrist Superstar hasta las abuelas conocían a Marilyn Manson (y posiblemente creían que comía cachorros vivos arriba del escenario o algo así). Follow The Leader de Korn había salido hacía poco, el video de “Got The Life” estaba todo el día en MTV. Y estoy diciendo que realmente todo el mundo los conocía. Todos mis compañeros de colegio conocían a estas bandas aún si no les gustaban. Y pronto se le sumarían más bandas. Y se empezaría a hablar de nu-metal y se sucederían varias generaciones de bandas copiando la misma fórmula, progresivamente peores y más genéricas. Y llenaban la rotación de MTV junto al mall punk de Blink 182 y Sum 41 y cover irónicos de hits de los 80s y el rock post grunge de Creed y otras atrocidades que pueden ver en la lista. Esta era la música de esa época, aunque no lo recuerden, aunque no lo quieran recordar, así es como sonaba el fin de los 90s, el principio de los 2000, la vuelta del siglo.

Passantino dice en la lista que en esa época Korn era el tipo de banda que uno se imaginaba que iba a recordar años después y entender por qué había sido importante, y tiene razón. Puede haber sido un brote psicótico colectivo pero por un breve momento hace ya más de una década, esta música sonó como el sonido de una generación. Todos los adolescentes que habían llegado tarde para Nirvana y el grunge creyeron momentáneamente haber encontrado su voz generacional y un montón de bandas de chicos blancos vestidos con equipos deportivos rapeando mal empezaron a recibir sus certificados de multiplatino de un día para otro. ¿Pero qué pasó con todo eso? ¿En qué momento los jóvenes despertaron de su alucinación y toda esta música pasó al olvido? ¿Por qué?

Sí, todas las épocas tienen bandas olvidadas, pero estamos hablando de una época entera que se hundió en la oscuridad, que fue eliminada de la memoria de la cultura pop tan fuertemente que ya no proyecta ninguna sombra sobre ella. Salvando las distancias y con todas las reservas necesarias comparémoslo con el grunge que es el ejemplo más cercano. El grunge terminó, pasó de moda, tuvo su backlash, pero nunca desapareció de la memoria pública. Hasta pueden relativizarlo todo lo que quieran como mucha otra gente, pero eso es admitir que sigue lo suficientemente vivo en la conciencia popular como para al menos poder discutirlo y relativizarlo. Nadie relativiza la importancia del nu-metal porque nadie jamás discute el nu-metal.

La diferencia principal es obvia. Cuando Kurt Cobain citó a Neil Young en su carta suicida bien podría haber estado hablando del grunge porque la misma bala que lo mató a él terminó definitivamente con el género que él mismo había puesto de moda. El grunge tiene una fecha de muerte oficial y es el 5 de abril de 1994. Toda una generación tenía su propio mártir pop y el resto de las bandas desaparecieron o fueron olvidadas en los dos o tres años siguientes (la gran excepción sería Pearl Jam que logró ser canonizada más allá del género y la rotación de MTV). Nadie tuvo la oportunidad de ver como como sus bandas favoritas perdían su popularidad lentamente y terminaban tocando hits viejos para fans nostálgicos ni de acusar a un Cobain gordo y cuarentón de haberse vendido o de copiarse a sí mismo en su quinceavo disco. Buenos recuerdos para todos.

El nu-metal, todo ese rock alternativo tardío, todas las bandas de mall punk y ska berreta para MTV, todas los covers irónicos, todo eso ni siquiera era un género, era un conglomerado representativo de una época de confusión, unido menos por la música que por tener un público en común, la gente que después llamaron moshers, lo que acá llamamos “alternativos” (no me reprochen sutilezas respecto a ese término, yo estuve ahí, no las desconozco, las estoy ignorando voluntariamente). Que es lo mismo que decir que eran todos los que no escuchaban teen pop. No podemos asegurar cuando nació, nadie puede determinar cuando murió. Pero, ¿murió realmente?

Algo con una existencia tan dudosa no puede tener una muerte certera y para problarlo todavía hay gente escuchando estas cosas, pero permanecen en la oscuridad. No hay dudas que no está vivo pero él mismo no lo sabe. Un género no-muerto. La mayoría de estas bandas no se separaron, todavía están ahí afuera condenadas a seguir editando eternamente discos que nadie nunca va a escuchar como Sísifos de la generación MTV. Así los fans, al contrario de los del grunge, sí vieron a sus bandas favoritas desaparecer del ojo público, pasar de moda, perder su base de público, sacar discos pésimos y cansados, intentar patéticas estratagemas mediáticas para atraer un poco de atención, separarse y juntarse a explotar la nostalgia en menos de una década (Limp Bizkit sólo sirve como ejemplo de todos esos puntos y algunos más). Hasta vieron a Korn recurrir en un último intento desesperado de entrar a algún panteón de respetabilidad a ese eterno punto de encuentro entre el público moderado y los artistas con crisis de identidad, MTV Unplugged.

Supongo que estamos en el momento justo para recordar esto con nostalgia y es cierto que vi últimamente por ahí más menciones a esta música que lo que vi por años, pero no veo la nostalgia. Yo mismo mientras estoy escribiendo esto les aseguro que siento muchas cosas pero ninguna ni se parece a la nostalgia. ¿Quién podría sentir nostalgia de No Doubt? ¿Cómo podría existir un revival de Smash Mouth? No puede pasar, no tenían suficiente de nada como para que alguien los extrañe. La primera vez fue una farsa pero una segunda vez sería una tragedia. ¿Cómo se hace un revival de Sum 41? ¿Cuándo fue la última vez que los escucharon? Háganlo ahora. Vean esto, escuchen bien como suena ahora e imagínense un revival:

“I’ll never fall in line, become another victim of your conformity” cantaba el frontman más feo de la historia del rock canadiense, palabras grandes para alguien que pronto pasaría a ser conocido como “el enano que se casó con Avril Lavigne”. Y el rap. El rap. Todos querían rapear y no tengo palabras para describir lo mal que lo hacían. El rap metal/nu metal lo llevó al límite combinando lo peor de ambos mundos. Blancos de clase media rapeando mal y sin flow con la misoginia y la homofobia habituales en el hip-hop combinadas con rebeldía y angustia de adolescente tardío. Tal vez hayan sido los primeros de toda una generación de músicos blancos que cooptaron la música y la cultura negra a lo largo de toda una década en la que el hip-hop y el R&B se convirtieron en el estado normal de la música popular en Estados Unidos. Tengamos en cuenta que son incluso anteriores a Eminem y que aunque Kid Rock haya sido uno de los peores MC’s de la historia Devil Without a Cause fue 11 veces disco de platino y el disco de Eminem que más vendió tiene 9 platinos.

Otro mérito es haber sido el último acercamiento del metal a la masividad (y estoy convencido, no me obliguen a justificarlo, de que va a ser históricamente el último) cerrando una década que había empezado con dos hitos de la renovación del metal, Cowboys from Hell de Pantera y la reinvención de Judas Priest con Painkiller (interesantemente, las dos bandas habían prácticamente desaparecido para cuando el nu-metal apareció). Por supuesto que todos los metaleros clásicos lo odiaron, pero eso no cambia nada.

También coincidió con el nacimiento de la era Napster (1999-2001) marcando el final de la era de los discos multiplatino y haciendo de esta la última generación en vender millones de discos en formato físico. Fue la última generación en hacer música sin contar con internet y la primera en ver sus efectos. También creo que fue la última generación en la que las tendencias dominantes en la música a nivel masivo y comercial eran claramente reconocibles, pero al mismo tiempo, como dije más arriba, era una escena fragmentada y heterogénea, en la que muchas cosas muy diferentes terminaron amontonadas juntas, a la que ni siquiera le pudieron encontrar un nombre de verdad ni pudieron identificar y categorizar fácilmente a los fans (comparar de nuevo con el grunge), y esa es la tendencia que continuó el resto de la década.

En los próximos meses tocan en Buenos Aires Incubus, RATM y nada menos que Limp Bizkit y no tengo idea de qué sentir al respecto pero estoy seguro de que hay una buena razón para recordar esta época y esta música, no cometer los errores del pasado otra vez. Sí, piénsenlo por un segundo, Fred Durst va a estar cantando «Rollin'» en un lugar para casi 10.000 personas próximamente y acá cerca. Piensen que Ross Robinson sigue libre y produciendo con total impunidad. Vale la pena recordarlo, aunque tal vez haya ido demasiado lejos poniendo ese video de Sum 41.


Larga vida a los 90s!

Este es un post, muy, muy viejo, tiene casi un año, pero me parecio que mantiene su cierta vigencia. Originalmente iba a ir en el fanzine Linus de Amadeo, pero va aqui:

En una fiesta hace ya un casi un año en Casablanca, tocaron unas cuantas bandas y otros amigos pasaron música. Los estimadísimos DJs pasaron muy buenos temas, empezando tranqui, stones, can, jesus and mary chain, the fall, luego entrando a algo bailable, electro, hits de los 50s, etc. Pero lo que luego de unas horas descubrí era la ausencia TOTAL y absoluta de música de los 90s. ¿y los temas de los 90s? ¿Porque nadie pasa nada de los 90s?
Bueno, exactamente la razón la sabemos: El síndrome de los 20 años, que yo había teorizado hace bastante tiempo (y que hace poco me di cuenta que la revista online Perfect Sound Forever ya habia escrito un articulo al respecto). El concepto es muy simple: Básicamente, todo lo que ocurrió músical/culturalmente hace 20 años es lo más y lo que ocurrió hace 10, esta completamente passé .
Recuerdo perfectamente como en los 90s los 80s eran completamente bastardeados, su música utilizaba los timbres más asquerosos de la historia, se la consideraba la década donde «no había pasado nada» era todo plástico y felizoide, Reagan hasta en la sopa, la era de los sintetizadores digitales y los peinados New Romantic. Pero nos acercamos al año 2000 y de repente, ¡plum! ¡los ochentas en realidad estaban buenos!¡Aguante The Cure y Depeche Mode! Incluso el hair metal (el HAIR METAL!) se volvio ‘cool’! WTF! Apareció el electroclash que duró menos que un estornudo (aunque los más inteligentes que pertenecian a esa escena siguieron con ligeros cambios estéticos, quizás porque nunca estuvieron realmente tan metidos), se empezó a ver el revival 80s en la ropa y de a poco, en la música, eligiendo sabiamente los timbres ochentosos usables (porque todavía no escuche ningún tema moderno que utilizen los redoblantes llenos de reverb a lo phil collins, por suerte). Como todo revival, siempre es una versión ‘filtrada’ y pulida de lo anterior, con algún touch de lo nuevo.
Y claro, los noventas.. que música vas a pasar de los noventa. A la gente en si le cuesta distinguir y bien que ocurrió en una época tan cercana. Seguramente se necesite cierta perspectiva para poder distinguir bien los clichés de cada periodo de tiempo. Pero bueno, intentemos repasar un poco que ocurrió bien en la década pasada que esta cada vez más lejos:

· Explosión Grunge: Obviamente si pensamos en los 90s lo primero que pensamos es en Smell like teen spirit. Juro que escucho otro tema más que el verso es tranquilito y revienta en el estribillo y me automutilo.

· Post-Grunge : De esto si que nadie se quiere acordar ni ahi. Bush! Silverchair! Barenaked Ladies! Creed! Dios Mio!

· Madchester: Madchester se dio a finales de los 80s y comienzos de los 90s, ergo, ya se estan reivindicando hace poco en realidad, se puede notar claramente en bandas como !!! o The Rapture, y en toda la efímera movida ‘dancepunk’ una gran influencia de las bandas de este movimiento.

· The Brit Wars / Britpop (oasis/blur/etc): ¿De esto se acuerdan eh? De esta ya se está haciendo un revival. Quizas porque nunca terminó, o por que las bandas (excepto, quizás, Pulp) se basaban tambien en drenar de viejas movidas.

· La Explosión electrónica de mediados de los 90s: Prodigy! Chemical Brothers! Massive Attack! Tricky! Apollo404! Orbital! Aphex Twin! Los pasaban a todos en MTV, con videos sofisticados y llenos de eye-candy y era lo más cool del mundo. Esto en realidad es muy amplio y se tendria que separar en varios bloques:
a) Electrónica «Mainstream»: Chemical Brothers, Daft Punk, Fat boy Slim se dedican a samplear, armar ingeniosos videoclips y llenarse de plata y pastillas. Perfecto.
b) «Punchi Punchi» : Trance, house, tech-trance, EuroClub, Gabba, Drum n´Bass, Tribal Tech Minimal Farm YupiYeah House… uds ya saben. Miles de pibes con plata descubrieron que hacer esta música mediocremente era una pavada y se llenaron de guita. Surje el culto al dj a nivel popular y a la pasty. Entre todo eso, muchísima, muchísima música (con cosas muy buenas y muchisimas aberraciones, obvio). Cientos mueren derretidos en salas de Chill-out en todo el mundo.
c) Experimental/IDM : Este me duele horrores porque me lo tragué enterito. Aphex Twin, Autechre, Boards of Canada la mejor música del mundo y Warp era la nueva Factory Records. Se hizo tan grande el hype y el bombo que se derrumbó todo, y las cenizas quedaron en los miles de productores que ahora le agregan clicks and cuts y glitches a cualquier producción.
d) Trip/Hop: De Bristol con amor, liderados por Portishead, Tricky, Massive Attack, y luego una borágine brutal de productors (con cantantes femeninas, para darle el ‘factor humano’ a la música), buscando en miles de vinilos del año del ojete loopcitos para usar en sus temas down-tempo. Una verdadera lástima que hayan saturado tanto con el género, ya que es de los géneros que envejecio – sorprendentemente – menos, y los discos de Massive Attack y hasta Portishead son perfectamente esuchables y disfrutables hoy en dia.

(entre medio de todo esto aparece Marylin Manson como payaso demente gritando «hey! mirenme! mirenme!». El público lo observa por 15 minutos y luego siguen en la suya)

· Indie from USA: Matador Records. Enough said. En mi opinion, de la más variada y más interesante música que ocurrio en los 90s salio de ahi. Y no solo se dedicaban al indie-rock ni similar, tambien abarcaban un montón de cosas interesantes del período (y lo siguen haciendo), con hip-hop, electrónica, etc. Como bien dijo Amadeo una vez, las bandas que se nutren de Pavement y Guided by Voices agarran lo peor de ellos y se olvidan de lo mejor. Dejense de joder con Interpol, I love you but i´ve chosen darkness, y todas esas bandas Indie ‘serias’. Queremos escuchar gente divertirse! o por lo menos no-preocuparse! (por eso me banco a los Franz Ferdinand, by the way)

· Funk-metal: El nü-metal al principio era, bueno, Funk-Metal. Korn, Limp Bizkit, y la millonada de bandas de teenagers alienados («vivo en el primer mundo, tengo todas las comodidas posibles.. pero estoy enojado!! buuuh!!»). Miles de bandas Metalangas empiezan a buscar un DJ para que agregue ‘ruiditos’ a los temas (dando por sentado que un DJ sabe hacer algo de música y tiene teclados o algo asi).

· Post-rock: todavia no tengo nidea de porque carajo le pusieron ‘post-rock’ a esto, pero bueno. No tiene mucho de rock, bah, no se ni para que me gasto en explicar de que se trata esto (tortoise godspeed you black emperor instrumental climas soundtrack epico muchos instrumentos). Tuve su auge al final de los 90s, ahora ya decayó bastante por caer mucho en sus propios clichés (la muerte de todo género?)

Obviamente hay mil cosas más que ocurrieron , de las cuales prefiero no hablar porque mi conocimiento es cercano a nulo (gangsta rap, boy bands, punk melódico, cualquier cosa que tenga que ver con el metal, etc, etc), pero aca se pueden ver varias cosas.

Si quieren divertirse y escuchar lo que para mi es un muy buen ejemplo de «música de los 90s», descárguense la banda sonora de Spawn, donde cada tema es una combinación entre una banda de ‘rock’ y una banda ‘electrónica’, combinando marylin manson con sneaker pimps, moby con butthole surfers (!?), slayer con atari teenage riot, etc, etc, etc. Es la música mas 1997 que hay, y díganme, si no hay nada más 2007 que decir que un disco es «muy 1997».. :P

Pero bueno, ¿a qué va todo este enorme post? Más bien mi parecer de que es todo un ciclo tan predecible. ¿Será el gusto humano tan mesurable para calcularlo? O sea, estoy muy, muy seguro, que va a haber revival de los 90s, en.. ¿10 años? ¿8? ¿menos? Y de la misma forma, dentro de ese período de tiempo, los 00s van a ser una década de mierda, donde no pasó nada, donde fue todo retro-rock, emo, r&b y reggaeton. Tambien, la increíble auto-consciencia que podemos tener ‘nosotros’ (lease, cualquier persona que viva en este lapso de tiempo) de que esta ocurriendo en este momento es algo que creo que no se estaba dando antes. Es raro.

Pero claro… dentro de 20 años… habrá un revival de estos años, aunque yo tendria más edad y probablemente ya me importe bastante poco todo esto.


A pesar de todo el hype sobre los Young British Artists y de que escuchamos hablar hasta hartarnos de Damien Hirst y su tiburón y de Tracey Emin y su carpa a la que nunca le encontré la gracia (y que me causó un poco de gracia maliciosa cuando se prendió fuego) y del ladri de Saatchi que tan bien la supo hacer y fue el principal responsable de que tantos quedaran convencidos de que los YBAs fueron la gran nueva cosa de los 90s (aunque los mejores artistas ingleses seguían siendo Gilbert and George, no jodamos), mi gran artista nuevo de los 90s ni siquiera era inglés, es el escultor de Missouri Tom Friedman (comparen el tamaño de su artículo de la wikipedia con el de los nombrados antes).

La marca característica de la obra de Friedman es la obsesividad. Obras pequeñas, hasta ínfimas que son como pequeños milagros artesanales, habitualmente comparados con trucos de magia. Sus obras son el trabajo de una obsesividad y una paciencia ilimitadas. Manualidades sutiles donde la mano del autor está borrada sin dejar ninguna huella. Estamos hablando de un artista capaz de hacer una bola de chicle con 1500 chicles masticados por él mismo, o firmar en espiral hasta que se acabe la tinta, o recortar varias cajas de cereal para volver a unirlas en una sola caja gigante y difusa (de la misma forma que está hecho el autoretrato de arriba), o taladrar una silla hasta que queda lo que parece ser una silla desintegrándose, o doblar una hoja de papel y luego doblar otra hasta que quede exactamente igual, o desenrollar un rollo de papel higiénico y volverlo a enrollar sin el tubo de cartón, capaz de hacer una tarántula o un dibujo sobre un jabón con pelo, o hacer una explosión de escarbadientes, o hacer esculturas sacandole punta a lápices, a veces hasta que el lápiz desaparece, y todos de chicos intentamos hacer esas cosas y sabemos lo difícil que es.

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Tal vez sea más correcto hablar de Friedman como un ilusionista que como un artista, haciendo piezas increibles de objetos ordinarios cuya ordinariez y cualquier huella de lo que eran originalmente desaparece completamente dentro de la obra. La obra como decía antes da la impresión de no haber sido hecha por nadie. Además de eso, también da la impresión de no estar hecha de lo que realmente es. Nadie se podría imaginar a simple vista que esa bola de chicle es una bola de chicle, o que esa araña es una bola de pelo.

Uno de los aspectos que hay que destacar de la obra de Friedman es su minimalismo extremo. Friedman siempre intenta provocar la mayor cantidad de reflexión en el espectador con lo mínimo posible. En una de sus exposiciones clásicas expuso una bolita de su propia mierda de 0.5 mm de diámetro aproximadamente. Nada más que medio milimetro, apenas visible. Lo que buscaba era buscar la cantidad mínima de materia que tuviera la mayor cantidad de significado en relación a su tamaño. Lo logró. Todo el mundo habló sobre el hecho de que había expuesto mierda aunque los que iban a la galería esperando ver mierda ni siquiera se daban cuenta de donde estaba porque era tan pequeño e imperceptible que la mayoría pensaban que había un pedestal vacío en el lugar donde estaba puesta y hasta alguien pensó que se podía sentar ahí y la bolita desapareció. No big deal. Había mucha más de donde esa venía.

Uno de los temas centrales de su obra tiene que ser el como afecta la percepción de los objetos que vemos la información que tenemos sobre ellos, interés heredado posiblemente del conceptualismo de los 60s. No es inhabitual que Friedman exponga objetos ordinarios sin ser modificados pero que al contrario de los ready-mades no se convierten en obras por el solo hecho de que el artista dijo que lo eran, por haber sido sacados de su contexto cotidiano. Expuso una vez una colección de pelotas. Solo pelotas, sin nada de especial aparentemente. Lo que las diferenciaba de pelotas ordinarias era que todas habían sido robadas por él mismo. Era la historia de las pelotas lo que las diferenciaba de cualquier otra pelota. Esta inquietud por la historia de los objetos le surgió cuando se enteró de una plancha de estampilla que iba a ser enviada dentro de un transbodador espacial que cuando regresara iba a traer exactamente las mismas estampillas que cuando salió, estampillas iguales a cualquier otra estampilla de la misma serie, pero que iban a ser valiosas por el solo hecho de haber viajado al espacio. Este tema se repite en la obra de Friedman y los mejores ejemplos deben ser sus dos hojas en blanco. Una es una hoja en blanco que era originalmente el poster central de un número de Playboy cuya imagen fue cuidadosamente borrada hasta que quedara solo la hoja en blanco. La otra se merece una explicación más amplia.

La obra en la que mejor se combinan la obsesividad, la minuciosidad, el minimalismo y el conceptualismo de Friedman es 1.000 hours of staring, la pieza que ven arriba. Es la gran obra vacía, en blanco, de Friedman, alineada en una gran tradición del s.XX. La tradición de 4’33», de Empire, del cuadrado negro de Malevich, de La fuente de Duchamp. Lo que la diferencia de todas esas es que esos vacíos artísticos niegan el lugar y la necesidad del artista. Se basan en que el artista hizo el menor esfuerzo posible, el autor se elimina a sí mismo como en 4’33» o reduce su papel a decir lo que es arte como Duchamp. Pero de ninguna manera el maniático de Friedman iba a tomarse un trabajo tan liviano como simplemente exponer una hoja en blanco. Esa hoja en blanco se diferencia de todas las demás al igual que el poster de Playboy, las pelotas y las estampillas no por lo que es materialmente o lo que se puede ver en ella sino por su historia, por operaciones invisibles que se realizaron sobre ella sin alterarla. En este caso la hoja fue observada nada menos que 1000 horas por Friedman a lo largo de algunos años. Incluso tomó notas de sus horas de trabajo. Y no hace falta que nosotros la observemos mil horas como él para ver en ella mucho más que una simple hoja en blanco.