La Biblioteca Inexistente (9).

(La semana pasada no hubo porque estaba de viaje. Lo siento, c’est la vie, etc.)
1) Intrigante análisis de Mad Men, desmantelando su aparente verosimilitud, rescatando sus virtudes de guión y caracterización y situándolo dentro del contexto de las «mega-películas», como parece que se llaman ahora las series en las cuales nos hemos enganchado sin salvación en los últimos años. Lo interesante es que antes que rescatarlas como «la nueva forma superadora del arte narrativo televisivo», su autor, un tal Benjamin Schwartz, sencillamente las define como la forma más perfecta de entretenimiento norteamericano y las analiza con sobriedad, evitando la pompa innecesaria.
2) Excelente, excelente, artículo sobre la serie de novelas de «Lord Horror», escritas por David Britton y Michael Butterworth, una especie de «Naked Lunch» pero en una Inglaterra repleta de nazis. Suenan irresistibles, pero están fuera de imprenta y son dificilísimos de conseguir. De cualquier modo el artículo contiene suficientes citas y explicaciones como para dar ganas de remover aire y tierra por ellos.
3) Deprimente artículo (al menos para mí) sobre la profesionalización de la academia, el estado actual de las humanidades, el duro camino hacia la sobre-preparación y las escasas oportunidades de trabajo en el sector que produce el conocimiento. Extracto de un futuro libro de Louis Menand.
4) «Como Vivir son $500.000 Dólares en un Año», sumamente atrapante análisis sobre los gastos de F. Scott Fitzgerald entre 1920 y 1937, con especial énfasis en los años 1923 y 1924. Suena frío, lo sé, pero es interesantísimo ver que, realmente, su reputación de gastador empedernido se la tenía ganada a pulso y que muy pocos escritores contemporáneos pueden aspirar al dinero que ganaba el hijo de puta.
5) El manifiesto futurista de Luigi Russolo, «El Arte del Ruido», de 1913, cuyas ideas se han considerado precursoras de la música electrónica, el noise y el concepto de música eléctrica en general. Además, influyente en el nombre y concepto de ZTT, Art of Noise y Frankie Goes To Hollywood!
6) Un breve pero jugoso artículo sobre las rivalidades políticas en los clubes italianos, en donde uno confirma su apreciación como fascista de muchos de ellos, pero también conoce al Livorno, donde el Che es un ídolo y cuyas hinchadas parecen furiosas y terribles. (via)

Eric Lusito saca fotos de viejos edificios públicos comunistas abandonados, desde bases militares y espaciales a escuelas y sedes de entrenamiento cívico y suscita la inescapable sensación de que en unos cuantos años el experimento en ingeniería social más grande del siglo XX, muy probablemente, sea sólo una memoria en extinción, como la totalidad de los planes cuidadosamente concebidos de los hombres y los ratones.

1- Es raro que no se haya escrito más sobre Rocket or Chiritori. Es una de esas cosas que les encantan a los periodistas porque ya vienen con un paquete de detalles que les permiten llenar líneas sin agregar nada. Puedo imaginármelos repitiendo ad infinitum y sobrevalorando sus particularidades extramusicales, o sea, que es el proyecto de una chica japonesa, Satoko Shibahara, que grabó sus dos discos más o menos a los 17 años antes de dejar la música para concentrarse en el estudio.
2- El problema es que Rocket or Chiritori fue apenas un destello en la escena japonesa de finales de los 90s que no llegó a brillar lo suficientemente fuerte por encima de la luces de la por entonces efervescente escena de Shibuya. Apenas un puñado de singles y EP’s y ya había desaparecido antes de que alguien lo notara.
3- Aún si alguien lo hubiera notado la verdad es que no era un producto fácil de vender y apto para todo público como el que salía de la escena bautizada por el barrio más hip de Tokyo. Lo de Satoko era el pop kawaii pero de la forma más amateur y lo-fi posible, una estética D.I.Y. posiblemente heredada del under norteamericano.
4- Los dos discos, que suman entre ambos menos de una hora de duración, son hermosos.Un pop dulce y melancólico que se deja adivinar entre las capas de textura y significados que aportan el tape hiss, el mal sonido y la despreocupación ante la desprolijidad. Las melodías son como el núcleo solido de algo más grande, formado de la suma de un montón de factores que hacen que sea tan particular, que suene inmediatamente reconocible y extrañamente único.
Dios, no es necesario que ayudes a esta chica.
Si, cagaron. Ezequiel escribiendo de nuevo sobre Belle and Sebastian.
En las letras de Stuart Murdoch encontramos un montón de historias de outsiders, en general, jovenes, en su mayoría mujeres, alienadas y aisladas del mundo. Casi se podrian decir que siempre habla del mismo personaje, cambiandole el nombre y algunos parámetros, y se repiten constantemente en todos sus discos. Comenzando con la joven anónima de «Expectations», de su primer disco Tigermilk, y la chica que hace esculturas de los miembros de la Velvet Underground. Tambien tenemos a Judy de «Judy and the Dream of Horses», Hillary en «If You’re Feeling Sinister», la gordita alienada de «Family Tree», el nerd abusado en «Lord Anthony», etc, etc.
Son personajes muy similares en si, perdidos, un tanto patéticos, vistos siempre de una forma amable y comprensiva, un tanto religiosa. Todos conocimos gente así. Claro que estamos en el 2009, y con tanto indie folk hiper-amable y Los Campesinos, uno ya esta acostumbrado a cientos de personajes quirky y raros, y estos pierden el encanto que tenian en 1995, ponele. Recordemos que la mismísima «Expectations» es parte de la banda sonora de Juno. En fin.
Pero a Stuart le siguen gustando mucho estos personajes, observarlos, y colocarlos en situaciones y manipularlos como pequeños muñequitos de Lego, en todas esas canciones que podrian ser pequeños cortos. Su último proyecto musical se llama justamente «God help the girl«, que podría ser un resumen de sus obsesiones más típicas. Pero afortunadamente logra reinventar su formula y manteniendola fresca e interesante. Pero no voy a hablar de este último proyecto sino de una canción de su último disco con Belle and Sebastian, «Sukie in the Graveyard», de The Life Pursuit.

A esta altura estoy totalmente convencido de que The Life Pursuit es el mejor disco de B&S. Es fresco, energizante, barroco, desprolijo y tiene de sus mejores canciones. Sin duda los muchachos aprendieron de trabajar con Trevor Horn, y agarraron lo mejor de su anterior sonido chamber pop con el sonido más disco y 70s de su disco anterior, Dear Catastrophe Waitress. El resultado es la conclusión de una transformación genial que nadie esperaba: La banda más ligera y delicada del indie escoces logrando sonar como Bowie en la época del Ziggy Stardust, baterias machacantes, teclados chillones, bajos con distorsión, solos de guitarra enchastrados en efectos y modulación. Como alguna vez comento Amadeo en un viejo post de su blog, The Life Pursuit es básicamente «la venganza de los nerds» de Belle and Sebastian, dondee deciden mandar todo a cagar, salir a bailar y divertirse.
Belle and Sebastian – Sukie in the Graveyard
«Sukie in the Graveyard» es el mejor ejemplo de no solo el cambio de sonido sino el cambio de actitud de la banda. De nuevo tenemos a una protagonista, Sukie. Si, es joven, es una outsider, esta posiblemente un poco mal de la cabeza, pero la perspectiva esta vez es diferente.
Sukie was a kid, she liked to hangout in the graveyard
She did brass rubbings, she learned you never had to press hard
When she was finished hanging out she was all alone
She decided that she better check in at home
There was an awful row between her mum and dad
They said she hadn’t done this, she hadn’t done that
If she wanted to remain inside the family home
She’d have to toe the line, she’d have to give it a go
It didn’t suit Sukie
So she took her things and left
Sukie was a kid, she liked to hang out at the art school
She didn’t enrol, but she wiped the floor with all the arseholes
She took a bijou flat with the fraternity cat
She hid inside the attic of the sculpture building
She had a slut slave and his name was Dave
She said ‘Be my photo bitch and I’ll make you rich’
He didn’t believe her but the boy revered her
He got her meals and he got her a bed
He watched behind the screen and she started to undress
He never got far
Just lookin’ and playing guitar
Autumn hanging down all the trees are draped like chandeliers
Sukie saw the beauty but she wasn’t wet behind the ears
She had an A1 body and a face to match
She didn’t have money, she didn’t have cash
With the winter coming on, and the attic cold
She had to press her nose on the refectory wall
They served steamed puddings she went without
She had to pose for life for all the scholars of art
She didn’t feel funny, she didn’t feel bad
Peeling away everything she had
She had the grace of an eel, sleek and stark
As the shadows played tricks on the girl in the dark
Resumiendo: Una chica que se escapa de su casa, y vive una vida bohemia donde termina trabajando como modelo en una escuela de Arte. Pero en contraste con Hillary, Antony, Judy, y otros personajes, no hay fragilidad en Sukie. No hay nada de «uh, pobre chica». La música sigue el ritmo de la historia, rápida, desenfrenada y divertida, y aunque se puede leer entre líneas que la vida de Sukie no tiene mucho futuro, no es algo que se juzgue. La voz redentora desapareció y dio lugar a una que celebra a la protagonista,que no se siente ni rara ni mal al desnudarse enfrente a la clase.
Podriamos decir en si, que la misma actitud que tiene Stuart para sus personajes, la tomo para su propia banda.
O básicamente, Fuck Art, Let’s Dance!
La Biblioteca Inexistente (8).

1) Entrevista a Alan Moore sobre su nuevo proyecto, una revista en formato «diario underground» llamada Dodgem Logic, que pretende convertirse en una suerte de prensa alternativa que propone un punto de vista extraño para la prensa normal. El concepto es intrigante y esta envuelto en el amable arcaísmo que caracteriza a todos los proyectos de Moore en los últimos años. Casi que parece desafiar a la audiencia contemporánea. El mismo Moore es una suerte de artefacto perdido, un tipo que desprecia casi todo lo moderno y que se aferra con locura a un mundo no-digital. No puedo decir que esté de acuerdo con todo lo que cree, pero si puedo decir que me da alegría que alguien así exista.
2) Y continuando con nuestro apartado «old farts», una entrevista a Gore Vidal (escritor del que debo confesar que no leí nada) que chorrea mala leche, furia, desesperación y mucha honestidad con respecto a los Estados Unidos. Es fascinante leer sus opiniones, incluso cuando son tan locas como para justificar atentados que matan niños o cuando se pone exuberantemente nacionalista. Uno de esos tipos que te gustaría tener a tu lado en una pelea.
3) Ésto ha sido linkeado exhaustivamente en todos lados, pero claramente merece una entrada en esta sección: ¿y qué si el Gigantesco Colisionador de Hadrones estuviese intentando sabotearse desde el futuro?. Ésto es: ¿qué pasa si lo que estamos intentando descubrir con la maquinola esa es TAN grande y destructivo que la propia máquina esta evitando que lo logremos desde un futuro hipotético en el que SI tuvo éxito? Cuando la física choca con la ciencia ficción es lo mejor del mundo.
4) Detalladísimo perfil de James Cameron, el megalomaniaco ese que de vez en cuando dirige alguna película. Cameron no es santo de mi devoción, pero la nota te coloca en una situación extraña: ¿admirás a éste tipo que esta tan loco como para seguir su inspiración a cualquier lugar donde lo lleve, a pesar de que eso lo convierta, aparentemente, en una persona altamente desagradable y en un intransigente sin par? Yo no sé, pero antes que un ladrón, parece un artista, y eso es raro.
5) Larguísimo artículo de Susannah Breslin sobre la industria del porno. Aquí en El Baile Moderno estamos obsesionados con el porno, y este ensayo esta a la altura de la legendaria exploración de David Foster Wallace sobre los premios de la industria, «Big Red Son» (si no lo leyeron, salgan YA a comprarse «Hablemos de Langostas», bueno, bonito y barato. Incluye el mejor artículo sobre política que yo haya leído jamás: «Up, Simba» ). Desde la crisis económica hasta las fucking machines, pasando por la dolorosa descripción de una eyaculación luego de dos horas de rodaje, lo tiene todo.
6) Breve perfil sobre Death, la banda punk-antes-del-punk formada por tres hermanos negros que ha sido rescatada gracias a la reedición de sus demos cajoneados durante 30 años. Lamentable: la cita de Jack White (que puede ser resumida en «Jiok, jiok, estos muchachos son revolucionaaaaarios!»), emocionante: la descripción que hace uno de los hermanos del momento en que el mayor, aquel que más creía en el proyecto y hoy está muerto, le entrega los demos para que los conserve para la posteridad. La conclusión: Kill rock stars.
7) Kenji Alt, crítico de comida, se sumerge en los abismos de la Blumenburger, la hamburguesa del chef completamente chiflado Heston Blumenthal, la más difícil de hacer del mundo. ¿Qué es lo que requiere? Pan casero, hamburguesas picadas de maneras estrafalarias, queso casero, KETCHUP CASERO. Una ridiculez de proporciones, pero divertida de leer.
