Después de intentar eliminar los links relacionados con la clave de encriptación de HD-DVDs reciéntemente desencriptada (09 F9 11 02 9D 74 E3 5B D8 41 56 C5 63 56 88 C0) y fallar debido a la resistencia de los usuarios que siguieron diggeando dicha información, el fundador de Digg.com, Kevin Rose, anunció que no seguirán intentando censurar la información.

Esta decisión viola explícitamente el Digital Millenium Copyright Act y debe ser la primera vez que un sitio se resiste de semejante forma a seguir una orden legal respecto a una violación de las leyes de propiedad intelectual. Por supuesto, si había alguien a quien realmente le interesara la desencriptación del Advanced Access Content System (AACS) era a las comunidades Open Source y Free Software que ahora pueden producir software libre para leer HD-DVDs y usar dicho formato en Linux, lo que convierte a esta decisión de Digg en un paso importante para la comunidad y la lucha contra el copyright y la propiedad intelectual. Tal vez todo eso de la Web 2.0 y darle el poder al usuario no era un mentira después de todo.

(via La Petite Claudine)


Snippets (o fragmentos que no harian un post solos pero juntos si)


Desde el jueves que mi colega Dario me paso el disco homónimo de Judee Sill que estoy abotonadísimo con ese disco y lo tengo casi en loop constante. Benito hace un tiempo ya la definio bastante bien como una especie de Nick Drake femenina y es bastante así, aunque quizas lo de Judee sea más clásico, con mucho de música clasica, arreglos vocales hermosos, y un poco de Blues. No puedo ser muy objetivo, su manejo de la melodia es virtuoso, las canciones son perfectas y los arreglos geniales y aunque el enamoramiento se me vaya en unas semanas no importa, que bueno que esta lo que hizo esta muchacha por dios!..

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Acabo de devorar la colección entera Sleepwalking and other stories, del historietista Adrian Tomine. Las pequeñas historias que hace el son básicamente el equivalente de historieta de las pequeñas canciones de Casiotone for the painfully Alone, o básicamente , las historietas que me hubiera encantado escribir hace 2 o 3 años. Son historias pequeñas, que a algun detractor de Little Miss Sunshine por su olorcillo indie le podrian molestar, porque si, son historias ‘sensibles’ y de muchas veces perdedores o outsiders pero los personajes estan tan increíblemente diseñados que uno no puede creerles y empatizar con ellos – incluso cuando son personajes que en la vida real serian detestables o simplemente ignorables. Son las típicas historias cotidianas, pequeñas, que uno las ve caminando y sonrie o se extraña, o es escuchada de la boca de algun conocido. Pero el gusto por elegirlas de Adrian y su forma de expresarlas es perfecto.

shortcomings

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Hoy pasaron that thing you do! en el Canal 4 de televisión abierta. No la vi, y la vez que la vi brevemente no me llamo la atención escepto por como atomizan una y otra vez con el tema de la pelicula, ‘that thing you do’, por The Wonders. Me parecio que realmente algo tenia que tener esa fake-60’s song ya que, bueno, suena como 15 veces en la pelicula y una no se termina totalmente de aburrir de ella. De puro nerd me puse a buscar los acordes del tema y me di cuenta que son super interesantes – muchos cambios de mayor a menor, son muchos acordes, tiene el nivel justo de simpleza. La letra tambien me sorprendio de que es en si, una historia triste y no feliz como me lo imaginaba. El tema es increiblemente divertido de tocar y cantar. Lei un poco más y me entere que el tema fue compuesto por Adam Schlesinger, quien es bajista de Fountains of Wayne – banda que escuche de nombre hace tiempo. Veo referencias, no conozco ninguna, escepto They Might Be Giants. El género segun allmusic.com de lo que hacen es ‘power-pop’. Me bajo un disco de ellos, y no me llaman mucho la atención.

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Por una razón bastante extraña y entreverada, el viernes pasado me regalaron el Crane Wife de los Decemberists. Nunca habia escuchado mucho, escepto algun tema que no me habia llamado la atención, y prejuicio puro por algunas fotos de ellas donde me habian caido un poco mal. Pero era un disco, cerrado, una cajita, un objeto físico! Me rio de como me doy cuenta de que automaticamente le doy más valor por el hecho de ser un disco real, y me rio de como por pura manía lo paso a la computadora en formato Mp3 antes de haberlo escuchado. Y lo escucho.


Y el Disco Siguio Girando

1) Hace un par de meses, recuerdo haber chateado con Amadeo que me comento que se fue a unas cabañas de vacaciones. En esa estadía se llevaron un reproductor de CD común y corriente y varios discos. Me comentó con tremenda alegría «¡¡Que bueno volver a escuchar Cds de nuevo!! De comienzo al fin!! Que discazo que es en realidad ‘Fear of Music’ de los Talking Heads!!»
2) Hace unas semanas, charlaba con la más que estimada F.F que me comentaba que hace tiempo que no tenia ningún disco que le enganchara. Recordaba periodos obsesionada con álbumes, que los escuchaba una y otra vez, que uno recordaba cada bosquejo, cada fragmento y cada nota de cada instrumento. Me siento familiar con esa sensación de ‘devorar’ un álbum. Me pregunta si me pasa lo mismo, y yo le dije que en realidad últimamente estoy más que nada enganchado con canciones sueltas, a veces 2 o 3 por artistas, a veces solo una, que escucho sin cesar, repetidamente, durante semanas o meses.

Mi objetivo con estos dos casos no es la ya trillada nostalgia de ‘Oh que ha pasado con los viejos tiempos cuando escuchábamos menos música pero la escuchábamos mejor’ que ya se ha repetido hasta el hartazgo. Sino es una asociación de conceptos para llegar a un factor, tal vez obvio, que causa el porque escuchamos música como escuchamos. Hablo justamente, del Medio.

– Rebobinando un poco en el tiempo, recordemos a el cassette. No voy a referirme a su copia y a la perdida de valor de la unidad, sino a otra cosa, su uso, que en realidad no cambia mucho de lo que en realidad era el vinilo. Play, y arranca, podes rebobinar o avanzar (quizás mas molesto que moverl a pua para elegir un tema que el vinilo). Otra característica es la posibilidad de poder armar tu propio cassette, con tus temas predilectos, lo cual también cambia la forma en que uno puede escuchar la música. Cada cassette seguía siendo una unidad, aunque en el caso del mixtape, uno podía modificarla.
– El CD! En el cd la mayor diferencia (además de, bueno, la calidad del audio) era que uno podia pasar digitalmente entre tema y tema. ¡Genial!
– La PC y el audio digital : Tanta vuelta y solo quería llegar a esto. Además de la compresión, acceso via internet de archivos, hay dos cosas más para agregar
· Los reproductores de audio: Podes armar una playlist en segundos, escuchar los temas que te interesan, subir, bajar temas, ordenar todo instantáneamente
· La PC como la biblioteca de música más cómoda del mundo: ¿Te aburriste de un tema? Queres escuchar otro? No hay necesidad de buscar entre discos, sacar un disco, poner otro, buscar el tema para escucharlo. Tampoco de buscar el cassette donde esta, rebobinarlo, o simplemente joderse por que ese cassette mil veces grabado que antes tuvo Alice in Chains y luego tuvo Portishead y Massive Attack se quedaron en lo de tu ex. Ahora, con una PC con 100 Gigas de mp3s, y con los reproductores con funciones de search, uno en 3 clicks cagados escucha de nuevo lo que le gusta.

Obviamente si hablo de este punto como algo despectivo soy el hipócrita del siglo: El último CD que me compre fue en el 2004 (creo) y antes de ese fue en el 2001. Siempre me jacté de la comodidad de escuchar música en la PC, tener todos los temas ahi, ordenados, y cualquier cosa, si no da el espacio, en un CD lleno de mp3s o incluso en un DVD donde entran muchos, muchos álbumes. Pero sin duda con esa comodidad se pierde ese ‘algo’ que Amadeo tanto revivió cuando volvió al Huevito y a sus CDs.


(Advertencia: Darío está a punto de hablar de un tema del que no sabe absolutamente nada, en este caso, diseño)

Creo que llegué un poco tarde a la cuestión porque se habló bastante al respecto hace un par de meses, pero ayer lo discutí con Quese y tengo que decir lo que casi nadie dijo: yo banco al logo de las Olimpíadas Londres 2012.

Unánimemente el logo diseñado por la agencia Wolff Ollins causó risas y desprecio de toda la gente que escuché opinando. En cambio yo soy uno de los pocos (y no es para llevar la contra) a los que les gusta el logo. ¿Por qué me gusta?

Ok, primero comparemos el logo de Londres 2012 con el de Chicago 2016 (vamos a dejar de lado el de Beijing 2008 porque no me disgusta pero es aburrido y no me parece que haya mucho que decir sobre él).

Uno me gusta mucho y el otro no me gusta nada. Los dos logos son muy diferentes. Y cada uno dice cosas diferentes. Un amigo diseñador siempre me repite una y otra vez que el diseño es comunicación y que tiene que se diseña en función a lo que se quiere comunicar. Y a ese nivel el de Chicago es fácilmente asociable con las Olimpíadas. Es un logo sobrio, solido, masculino, ultra-conservador, con líneas fuertes y ascendentes, de una estética casi fascista. Es un logo muy digno de esa celebración de la masculinidad, la competitividad y la supervivencia del más apto que son las Olimpíadas. En cambio el logo de Londres es todo lo opuesto. Es un logo desordenado, de líneas oblicuas y colores chillones, poco masculino, moderno, anti-conservador. Es todo lo que uno no asociaría jamás con las olimpíadas.

Es fantástico. Es un logo explícitamente feo, estridente, kitsch. Es crudo y desprolijo. Pero no es una pieza de diseño vulgar y facilista que le va a gustar a la mayoría de la gente y pasar desapercibida para el resto. En el momento en el que fue presentado ya se esperaba una reacción como la que generó, por una razón simple, ¡es feo!

«¿Pero cómo?», debe estar pensando más de uno, «lo está defendiendo y al mismo tiempo dice que es feo, ¿de qué carajo habla?». El logo no es feo porque está mal hecho, el logo es feo porque usa su derecho a la fealdad, su derecho a redefinir la idea de belleza en sus propios términos que todo buen artefacto estético tiene (ese derecho que fue otorgado por Rimbaud cuando destruyó el ideal occidental de belleza en su «Venus Anadiodema» describiéndola como gorda, fea y con una úlcera en el ano). A primera vista luce obviamente feo y antiestético, pero la falta de accesibilidad no es falta de calidad y con el tiempo uno se va acostumbrando y lo entiende mejor. Es un grower. Confieso que yo también me reí la primera vez que lo vi. Y creo que en algunos años lo vamos a ver como perfectamente representativo de esta época. ¿Por qué el logo debería ser clásico antes que ser una imagen perfectamente digna de su época?

¿Queremos otro aburrido vanilla-flavored logo como el de Chicago que muestre todas las peores ideas que se pueden tener respecto al deporte o un logo arriesgado que diga algo diferente y tenga una noción de diversión que comúnmente no tiene nada que ver con el deporte? Creo que al menos conceptualmente, todos los logos y todos los diseños deberían ser como el de Londres. Así de feos.