Berlín. Música
En total fui a 3 conciertos mini-festivales. El primero fue muy simpático, en una especie de lugar ocupado cerca de Ostkreuz, el escenario era una especie de escenario móvil, hecho por varias secciones, una cada vez más pequeña que la otra, que se podían “plegar” y de esa forma transportar fácilmente de un lado a otro. Era un mini-festival feminista y queer para juntar plata para una banda a la cual la habían cagado en una aduana o similar. La entrada era baratísima (4 o 5 euros, creo) y de regalo te daban un vasito con gelatina de vodka. Allí vimos a 3 bandas, destacó una cantante folk inglesa con muy buena voz, que tocaba con guitarra, looper y un casiotone. Por suerte no caía mucho en clichés y todo lo usaba muy bien. Las otras bandas eran bandas más bien indies, con algo de noise, algo de indie, etc. Lo mejor era el ambiente, que era algo muy suelto, cómodo y buena onda, no muy diferente a cualquier toque de por aquí.
El segundo fue el Indie Pop Festival vol.2, que eran 3 días y que fuí al segundo exclusivamente para ver a los Wave Pictures. En total eran como seis bandas, el precio era más o menos razonable, quedaba a 3 cuadras de donde nos hospedabamos en Kreuzberg así que fuí. De paso, podía conocer a las otras bandas e interactuar con gente.
Todo el festival estuve bastante incómodo. La gente estaba toda bastante lookeada en plan indie-60s-coqueto-belleandsebastianero y demasiado prolijo. La cerveza era cara. Y las bandas, bueh..
La primera se llamaba Sorry Gilberto y no estaba mal, pero nada: Indie pop a cara de perro, con guitarra eléctrica, farfisa, melódica.. ¿ya pueden adivinar el resto de los instrumentos no?.. Sí! Casiotone! Glockenspiel! Ukelele! Las canciones eran lindas pero nada, era todo medio Juno.
El segundo era un flaco que tocaba la acústica y el ukelele. Todos temas rapidítos y “simpáticos”. Al principio me cayó bien ya que introducía los temas con frases onda “this song is about being drunk, and horny”. Después tocó un tema que se llamaba “Awesome Show” que medio explicaba todo lo que me rompía las pelotas de lo que pasaba en esa movida. La letra hablaba básicamente sobre lo copado que era ver un “awesome show by an awesome band” y terminaba en el tercero verso admitiendo que “aunque esto de tocar en vivo esta bueno, es mejor ver un gran show de otra gran banda”. No se flaco, sí opinas realmente eso, dejate de joder. Bajate del escenario y anda a un festival a ver otra banda.
La siguiente banda se llamaba Krystallin o algo así y fue deprimente. Una banda de gente más “grande” (35-45 años), y el librito decía que eran medio onda The Wedding Present. Eran increiblemente desprolijos, pero en el mal sentido: Pifiaban y el batero arrugaba y cortaba el tema por la mitad. Y arrancaban de nuevo. Lo hicieron com 4 veces, cosa que no veía desde algun show punk rasca en La Comuna. A uno de los guitarristas se le apagaba la guitarra y empezó a sacar pedales hasta que termino tocando directo enchufado al equipo. El cantante no era malo y se notaba que algunos temas tenían pila de potencial, pero era TODO muy igual. El baterista, sin exagerar, jamás toco el charleston. Todos los temas eran ride al palo. Me dejaron una sensación muy incómoda, me fuí antes que terminaran, me compré una birra y me puse a charlar con unos españoles, que parece que tocaban en el día siguiente en el festival. El guitarrista era un gordito simpático con una remera de The Field Mice que era una mezcla perfecta entre Matthew Perpetua y nuestro querido compañero Amadeo Gandolfo.
La cuarta banda estaba muy bien! Eran italianos, se llamaban Young Wrists y me recordaron un poco a unos Black Tambourine más climáticos. El guitarrista era muy bueno, el batero era GENIAL (tocaba parado, chancha redoblante pandereta, tocaba fuerte y le metía toda la onda). La cantante quizás era lo más flojo pero hacía el trabajo bien. Era todo bastante oscuro y fue un poco de aire puro en el show.
La penúltima no recuerdo el nombre, pero era su primer show , y eran una superbanda salida de dos bandas dream-pop de por ahí. Eran un embole todo suave y blandito, escuché 3 temas y me fuí.
Al rato cayeron los Wave Pictures, todos apurados y sin caras de muchos amigos, llevando los instrumentos. Su show fue brutal, y eso que tocaron todos temas que yo no conocía (presentando su nuevo disco, que todavía no escuché), pero igual fue buenísimo. Tocan fuerte, el cantante David Tattersall es muy carismático y aunque estaba en plan de “sólo vine a tocar” eran demasiado buenos y bueno, la banda entregó. Dos cosas que no me esperaba: 1) El batero canta muy bien, hubo un tema que salió de la batería a cantar un tema y fue excelente, seguro canta varios temas por disco, su timbre es parecido al del cantante aunque un poco más grave, y 2) David es uno de los guitarristas más alucinantes que vi en mi vida. Tocó con una vil Squier, sin pedales, y manejaba todos los sonidos subiendo y bajando el volumen de la guitarra. Rítmicamente era hiper preciso, soleaba perfecto, y nunca quedaba ese hueco de Power-Trío donde tenés la sensación de que te falta un instrumento.
Terminaron el show y desaparecieron rápidamente. Yo me pensaba retirar pero los chicos españoles que me había encontrar me agitaron a que los apoyé porque después de los shows de bandas y antes de la fiesta había una ‘Pop Quiz’. Eso mismo, amigos: Te ponían temas y tenías que adivinar el artista, o el nombre del disco, o el nombre de la canción. Era RE nerd y me dio un poco de vergüenza, aunque no puedo decir que no me divertí. Generalmente sonaban los primeros segundos y la gente saltaba gritando el nombre como desesperada. Agregué un puntito a mi grupo con “So long, marianne” de Leonard Cohen.
Nuestro grupo creo que quedó 4to y me gané un pin.
Cuando salí, en un bar a dos cuadras estaba Tattersall tomando una con unos conocidos. Lo saludé y lo felicité por el show.
El tercer festival al que fuimos fue un día de Drop Dead Festival, un festival con tendencias darkies que duraba seis días. Fuímos al segundo, donde tocaba Mueran Humanos, la banda de Tomás. El lugar donde se hacía el festival era genial, un lugar que antes se llamaba María, al borde del río Spree, un edificio enorme con 2 pistas y 2 lugares donde pueden tocar las bandas, y al costado varias salidas donde podías acceder a una pequeña “ramblita” donde la gente se acomodaba y fumaba.
Por supuesto, estaba todo repleto de góticos y techno-darks y piercings y enchulamiento y muchísimo negro y corsets PERO ADEMÁS había bastante gente vestida totalmente normal, o bizarros (recuerdo un gordito con unas orejas de gatito rosadas en la cabeza y vestido con una remera hippie, un capo). El ambiente dentro de todo era bastante agradable y cómodo. En las pistas pasaban mucho dark ochentero y cosas que parecían los smiths pero no eran, y los darkies bailaban felices por ahí. Parece que acá los góticos son gente copada.
Vimos sólo a un par de bandas del festival. Llegamos un poco tarde a Mueran Humanos, los siguientes eran unos que pensamos que eran rusos pero eran Lituanos: Un dúo de guitarra y cantante con bocha de pedales efectos y samplers tirando bases. Era todo bastante base repetitiva, riffs podridos y con sonido estéril de guitarra, ruido, y cantada-rappeada en lituano (supongo) con la voz con efectos. Todo medio festivo-pero-está-todo-mal, los temas por suerte eran sorprendentemente variados y eso lo volvió entretenido. El última tema fue una especie de ataque noise (noise del electrónico y jodido) con gritos que estuvo muy bien.
Fuimos a la otra sala, había dos chicas paradas en el escenario con una especie de pañuelos/velos en la cara. “Estará por empezar el show, supongo”. Pero el DJ seguía pasando música. Al rato se sube un flaco vestido todo de remera hippie y con el mismo velo, se acerca a una compu y tira como una base muy leeeenta y fracturada. El flaco se pone a cantar con auto-tune y las chicas se ponen a hacer una coreografía al lado de él. Al rato caí que lo que estaba presenciando era lo que me habían descrito hace unos días: El flaco este hacía Witch-House, el género ese pitchforkiano que había escuchado nombrar medio en burla. Escuchamos 3 temas, nos morimos del embole y nos pelamos a la mierda.
La siguiente banda era copada, unos franceses alemanes llamados Ania et le programmeur. Era como un rock con base electrónica bastante intenso, el cantante era bueno y cantaba en un rango alto, nada de esas cosas guturales a lo que uno esta acostumbrado. Tenían partes climáticas densas e intensas, rozando lo godspeed you black emperor. Y tenían un flaco que hacía play-back con una batería electrónica, que me pareció muy simpático. En ese show nos cruzamos con Tomás y Carmen y nos dedicamos irremediablemente a ir al backstage (el backstage era del tamaño de cualquier boliche grande de acá!) a mamarnos y comer galletitas (había galletitas, papas, fruta y pila de cosas, como en los backstage pro!). Pasó un buen rato, al salir del backstage escuchamos los últimos compases de una banda en plan Le Tigre pero más politizada y con batería más al palo. Meh. Dimos un par de vuelas, decidimos ir a otra fiesta y ahí se acabo nuestro período de recitales.
Hablando unos días después con Tomás, y contándole sobre mi experiencia en los festivales, me contó que la escena dark-gótica es mucho más abierta y copada que la escena indie, digamos. Que tocan un montón de bandas re distintas, hay poco reviente (léase drogas), y la gente baila y pasa un buen rato, es muy saludable. La escena y bandas indies por otro lado son mucho más rígidas y es como algo totalmente importado, con poca personalidad. Ponele que no fuí a tanto show para poder confirmar eso, pero la sensación que me dió fue esa. Me quedaron pendientes ver a Kurt Vile y Blonde Redhead, ambos shows que me perdí por no haber sacado entradas anticipadas.
El próximo post es en unos días, y son más que nada últimas generalidades sobre Berlín y algunos de los lugares que visité. Salut!