Las cosas y nosotros
Como hace poco hablamos con Javier, estamos en una época en la que tenemos una relación muy complicada con los objetos que compramos. Y no voy a decir que yo no tengo esos conflictos: Sí, tengo un smartphone, pero tardé un poco más de lo normal en tenerlo. También tengo una Macbook, que fue mi primera laptop, y armé todo un post insoportable justificando su adquisición. Digamos que siempre me gustó intentar no caer en esas garras del consumismo rampante, y considerarme un “consumista racional”(tm), no tener demasiadas cosas y estar tan pendiente de tenerlas y adquirirlas. Aunque a quien quiero engañar: tengo un blog que habla casi solo de equipos de grabación y música. Me encantan las guitarras sintetizadores y pedales y eso. Y ya perdí muchísimas horas leyendo interminables entrevistas para averiguar que pedalcitos o que teclados usa algún flaquito que toca en cierta banda.
El maravilloso y terrorífico mundo de Apple.
Hace bastante tiempo quiero escribir un poco sobre el mundo Apple, y sí no lo hice fue porque a la empresita del señor Steve Jobs ya le dan la suficiente bola mediática. Para mi es muy interesante como una empresa oscura y para un publico “de elite”(como era apple en los 90s), se volvió mainstream, ocupando todo los nichos del mercado, creciendo y creciendo hasta volverse la empresa tecnológica más grande del mundo, y todo en menos de quince años.
La relación entre sus consumidores y la empresa es un delirio, pero por un lado es comprensible: Todas las estrategias de Apple, su forma de promocionar, diseñar, de moldear y modificar el mercado con sus políticas agresivas, tooodoo eso apunta a cierta forma de ver el mundo, moderna, cool, evangelista, que te hace rechazar todas las alternativas. Apple te vende “esto es la posta, este es el camino correcto”. Y la gente compra, y compra.
Retazos
Lo que ocurrió fue más o menos así: Utilizaba la computadora tranquilamente y de repente un ruido espantoso (prrrrrrRRRRRRRRRRRR) sale de la torre, a lo cual yo le doy un golpe bien seco a un costado, y el ruido cede. a los minutos, el ruido vuelve. Otro golpe. No más ruido. Vuelve el ruido. «ok ezequiel, hagamos las cosas bien.»
Desarmé la máquina, saqué el fan cooler. Lo limpie. Lo sequé. Luego pase a instalarlo, pero hubo problemas.. no entraba bien. Hice fuerza, lo di vuelta, intente encajar esas malditas patitas frágiles que lo enganchan al motherboard.. senti unos ‘clicks’.
Shit.
Conclusión, destruí las patas del fan cooler en el proceso. El proceso fue largo y tuve que conseguir otro ventilador (pocos en plaza), tuve líos para instalarlo (porque soy un queso), y luego me dí cuenta que igual hacía un ruido espantoso (al final era la tarjeta de video. En fin, conclusión: 4 días en casa sin computadora.
Ya lo saben. Soy un nerd. Ya lo sabía, pero me había olvidado cuanto estoy espantosamente atado a la computadora. Casi toda actividad de mi vida la hago a través de ella. ¿Películas? En la pc. No tengo tele, ni dvd. ¿Música? Tendré 20 cds originales en casa, y no tengo un equipo ni huevito ni nada para escuchar.
O sea: Para mi, estar sin PC es casi como estar sin luz en casa.
Los pensamientos que se me pasaron por la mente fueron muy predecibles. ¡Que no puede ser! Que tendría que conseguirme un equipo de musica, un multipistas, una tele, un dvd, un vil cuaderno para reemplazar google docs (tuve que ir a las corridas a un cyber a copiar de google docs una letra de una canción, desastroso), tener todo respaldado, bla bla bla.
Pero claro, dudo que haga todo eso. Enchufe el mp3 a los parlantes y tuve música. Me compre una libretita. Tengo una manía de anotar las cosas que tengo que hacer, y así lo hice. Hice mandados. Cociné para dos días. Ordene la casa. Vi películas en casa de conocidos, y fui visitado. Me puse a releer a Daniel Clowes. Dormí pésimamente mal y me desperté a la medianoche sin poder reconciliar el sueño(aunque esto seguramente no tenga nada que ver con la computadora). Ahora ya esta, pero la pequeña fantasía de volver a una vida con más hardware y menos software es tentadora. Pero claro, también me puedo comprar un iPhone y solucionar casi todos los problemas. ¡Gracias, oh, tecnología!
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La vi hace unos meses ya y tendría que reveerla, pero Anvil! The Story of Anvil es de los documentales más emocionantes que vi en los últimos años. Básicamene es como Spinal Tap pero versión real: Anvil, banda de heavy metal estuvieron codeándose con los Scorpions y Bon Jovi, sacaron unos buenos y prometedores discos en los 80s para luego sumergirse en el fracaso. Y siguen ahora con 50 y pico de años, rockeando y creyendo en el metal, con sus familias e hijos. Se documenta una gira por Europa, la grabación de un nuevo disco (el nro 13 de la banda), las crisis entre los miembros que se conocen hace años y años, los intentos para conseguir dinero para pagar los gastos. Los protagonistas y miembros de la banda (lips y robb reiner) son bellísimos, personajes toscos, románticos, con una fe ciega y auténtica en lo que hacen. Cuidado: Para alguien que se dedica a la música, puede golpear en muchos puntos bajos, y uno puede ver imágenes, situaciones, expresiones en las caras que pueden verse muy de cerca, y doler. Sin ninguna verguenza admito que, en la cúspide de la película (el show en japón) me desarmé y termine en lágrimas.
Si, los puede hacer mierda. Pero para cualquiera que alguna vez tuvo una banda, ver esta película es una obligación absoluta.
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Discos nuevos en rotación: Two Dancers de Wild Beasts va ganando bastantes escuchas y es un potencial gran disco de este 2009. Popular Songs de Yo La Tengo esta muy, muy lindo y me gusta mucho la estructura de temas cortos con los temas larguísimos todos al final. El EP Love is not pop de El Perro del Mar me sigue pareciendo muy bueno. Sus tres discos son bien distintos entre sí, con estilos bien definidos pero todos mantienen su estética y sensibilidad particular. También demuestra como poder beber de las fuentes de los ochentas sin caer en ningún lugar común de la era.
Los Clientele son otra de esas one-trick-bands que me gustan. Muy edulcorada en dosis elevadas pero me gusta poner un disco de fondo de vez en cuando. El nuevo álbum tiene un par de temas que se me pegaron irremediablemente, ‘tonight’ y ‘never anyone but you’. Escucharlos me hizo recordar a otra de esas bandas ignoradas tal vez por su exagerada amabilidad, los Mojave 3. El Excuses for Travellers (por dios, ¡Que buen nombre de disco!) es uno de esos álbumes a los cuales regreso un par de veces por año y siempre me parecen cada vez mejores, y eso que la primera vez que lo escuche (hace más de cinco años) mi impresión fue más bien «ah, que lindo».
Una máquina de sumar en binario, hecha en madera. Genial.
(post dedicado a dario, he will so totally love this)