Modernistas 10: Kate Beaton.

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Kate Beaton es la encantadorísima autora del webcomic totalmente hilarante “Hark! A Vagrant”. Darío alguna vez dijo que no tenía ninguna tira mala, cosa que creo que es mucho muy posible, habiendo revisado los archivos para ilustrar esta entrevista, para rápidamente descender en un continuo desternillarse de risa (de hecho, si la entrevista tiene demasiadas imágenes es porque no podía elegir). Sus temáticas favoritas son las ridiculeces de la historia y la re-interpretación de clásicos literarios que revelan aquello que tenían de trágico vuelto mordaz y ácido. Pero más allá de eso, es una enorme caricaturista (en el sentido clásico) y una gran guionista y estamos eternamente felices de que haya accedido a contestar unas cuantas preguntas para sus fans perdidos del cono sur.
Con uds, Kate Beaton.

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Modernistas 08: Gustavo Sala

(La foto la robé de acá)

Gustavo Sala es, probablemente, una de las personas más macanudas que conocí en esto del comic. Un gordo simpático, encantador, que parece que nació para hablar en público, contestar preguntas y hacer reír. Es tan afable y buena onda (su firma en mi «Bola Triste» ocupa toda la contratapa) que dan ganas de que sea tu amigo e invitarlo a tomar unos buenos porrones helados.
A principios del pasado noviembre le pedí una entrevista aprovechándome de un encuentro fortuito en una convención en la cual las restricciones del tiempo le impidieron garabatearme algo en mi ejemplar de «Bife Angosto», motivo por el cual me dio simplemente su mail, como para que charlemos.
Contestó bastante rápidamente, pero la colgación veraniega y las vacaciones lograron que recién ahora, a principios de febrero, postee el resultado. Con uds, un grande de la historieta nacional, Gustavo Sala.

Vos comenzaste en la escena fanzinera e independiente de los 90. ¿Qué fue lo que aprendiste y recordas de esos años?

Fueron años de formación, de investigar, de hacer amigos, de intentar llenar huecos, de generar movida. Era un momento raro, efervescente. Se respiraba algo parecido a un recambio. De autores, de temas, de propuestas. Hablo del período que va aproximadamente del 96 al 2000 , donde circulaban todos esos fanzines y eventos de historieta independiente con muchos autores (muchos de ellos hoy rompiéndola acá y en Europa). Personalmente aprendí a desarrollar un estilo y fundamentalmente hice buenos amigos.

¿A quienes considerarías como tus influencias más significativas?

Pablo Fayó, El Niño Rodriguez, Mortadelo y Filemón, Carlos Nine, Crumb, Dany The O, la revista MAD y muchos más.

Viendo tu obra a lo largo de los años, se nota que siempre te has movido por el lado de la caricatura humorística. ¿Por qué esa decantación?

Supongo que por dos motivos: uno, porque me sentí más cómodo y me interesó más la temática humorística; y otro, porque mi dibujo no da mucho para otra cosa.

Tus comics siempre han partido de premisas completamente delirantes, ¿qué es lo que te gusta del absurdismo más extremo?

Me gusta que las historietas seas divertidas, que tengan ideas graciosas. Que me diviertan un poquito a mí en lo posible. A veces trabajo sobre ideas más «normales» y a veces más deformes o sicodélicas, no importa demasiado si me parece a mí que está bien y me parece que funciona. La vida…¿es bella?

¿Alguna vez te planteaste hacer algo que se aleje completamente del humor?

Sí, viajar a África y cortarles el pelo a algunos leones. Aunque eso quizás pueda llegar a ser gracioso.

Al mismo tiempo, se nota que en los últimos años estas experimentando lejos del formato con el que se te tiene más asociado, el de la tira o historia corta. ¿Qué libertades y restricciones te impone el formato de la tira?

La tira es un formato muy lindo, pero a veces se puede convertir en una especie de prisión, porque estas bastante acotado en cuanto al espacio del que dispones. A veces uno se encapricha en resolver una idea en una tira cuando iría mucho mejor en una página completa o en dos o en tres. La tira exige una síntesis y una economía de recursos, que lo que uno dibuje y cuente se entienda y se lea claramente y no quede todo apretado y metido a lo bestia. Pero a las tiras…las quiero.

¿Cómo te sentís con respecto a las historias más largas? ¿Te gustaría hacer una «novela gráfica»? ¿Qué crees que tendría que cambiar de tu estilo para hacerlo?

Sí, me gustaría. Tendría que trabajar en muchos dibujos previos para tener claro el estilo, los personajes y demás elementos que irían apareciendo en la serie para tener todo eso ya resuelto al empezar a trabajar en las páginas. Pero soy muy ansioso y me cuesta trabajar de esa manera, digamos, «profesional». Pero ojalá lo haga pronto.

¿De qué modo crees que cambio tu estilo de dibujo a lo largo de tu carrera? ¿Crees que has aprendido algo?

Espero que haya mejorado. Creo que ganó en volumen, en intensidad. O eso trato, al menos. De perder el miedo y tener cada vez más seguridad. Pero estoy aprendiendo todos los días un poco. Ahí vamos.

Yo me acuerdo de tus «Historietipos» en Comiqueando y tienen algo que esta muy presente en «Bife Angosto» también, que es la capacidad de burlarse de una caricatura de una subcultura y sus participantes perfectamente. ¿A qué crees que se debe este don tuyo?

Lo de observar, como decís vos, integrantes de diferentes «subculturas» como pueden ser los comiqueros, los rolingas, los ricoteros, etc etc tiene que ver con estar cerca de todo eso. Ir a recitales, a eventos de historieta, en fin, a lugares donde esas «subculturas» se mueven y aparean libremente por ahí. Además trabajo en medios con bastante de rock así que puedo meter todas esas referencias al comic, las bandas, la tele y demás.

¿De qué modo crees que el rock influye en tu actividad como historietista? ¿Cómo pensás que esos dos mundos se entrecruzan?

Bueno, en la tira que hago para el suple NO de Página 12 suelen aparecer músicos y situaciones basadas en recitales de rock. De hecho cada vez que veo un shou presto atención al contexto para pensar ideas para futuras tiras. así que el rock siempre está presente. también podría decir que hay cierto parecido entra una tira y una canción. Ambas cosas hay que resolverlas en poco tiempo o/y espacio. Una tira en aproximadamente 4 cuadros y una canción en aproximadamente 4 minutos. Hay tiras que son mas punks, otras que son mas colgadas, otras mas souleras, en fin… son lenguajes diferentes que creo que se llevan bien uno con otro. Eso además de escuchar música mientras uno dibuja, ¿no? Preferiblemente bien fuerte.

¿Quién ganaría en una pelea (a puño limpio), Crumb o Bagge?

Peter Bagge me parece que es mas grandote y además es más joven así que supongo que ganaría Bagge. Pero Crumb tiene anteojos y dicen que a los que tiene anteojos no se les puede pegar. Pero Bagge podría sacárselos amablemente antes de cagarlo a trompadas. Pero ahora que lo pienso Bagge es deudor de la obra de Crumb y uno de sus continuadores y discípulos en la historieta underground norteamericana, así que seguramente se dejaría pegar por Crumb, su maestro. Así que…gana Crumb.

¿Hay algún personaje famoso al que te gustaría remixar?

A ver…nunca la pensé creo… ¿Fabian Gianola vale?

¿No te da miedo a veces de que tus dibujos se vuelvan dulces y cariñosos, sin nada de amenazante o salvaje?

Me cuesta bastante hacer dibujos dulces y cariñosos. No sé si lo logre alguna vez. Así que no temo demasiado que pase eso. Igual no es necesariamente choto un dibujo porque sea dulce y cariñoso. Puede ser salvaje y loco y ser una garcha y cariñoso y dulce y ser un buen dibujo. Pero lo mío por ahora sigue siendo salvaje y choto.

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Apostillas Porno.

(una versión ligeramente recortada de este artículo salió/saldrá en la revista tucumana Trompetas Completas)

1) Me piden que escriba sobre el erotismo en el comic. A mí la palabra erotismo no me gusta tanto. Es una denominación blanda, poco comprometida. Prefiero la palabra pornografía. Porque, en definitiva, eso es, ¿no? El arte de hacer que se nos ponga tiesa.

2) Para mí la pornografía en el comic es tremendamente efectiva en un nivel e intensamente frustrante en otro. Efectiva porque el congelamiento del tiempo en el espacio propio del comic permite el aislamiento de los momentos fugaces que nos vuelven perros en celo: el sudor cayendo por una frente, una mujer mordiéndose el labio inferior, las curvas hermosamente inclinadas, el momento de la primera penetración. Pero es frustrante también porque no se ve el movimiento, no se escucha la voz de esa mujer, todo está suspendido en una secuencia infinita.

3) Quizás la verdadera mugre sucede en lo que Scott McCloud llamó sugestivamente el “gutter” (basurero, tiradero), el espacio entre los cuadritos.

4) Más allá de eso, para mí la definición de pornografía en el comic es Robert Crumb. Esas mujerotas de culos gigantes y piernas gruesas, altísimas, esas negras mulatas terriblemente ofensivas pero también excitantes, esas imágenes de él palmeando culos o colgado en unas piernas gargantuescas, esas son las cosas que me dan ganas de agotar mi reserva proteica. ¿Qué es ofensivo y objetificante? Seguro, pero toda la pornografía lo es, y hay que alabar a un tipo que logró plasmar tan completamente toda su obsesión en una obra dura como la roca.

5) En el otro extremo está la serie “Black Hole”, de Charles Burns. No hay nada de gracioso en esta obra en la que los jóvenes de una pequeña ciudad norteamericana se ven lenta y terroríficamente invadidos por un “bicho” que se transmite sexualmente y produce horribles mutaciones en su cuerpo. Es una serie que combina en dosis iguales horror y lujuria y que entra en este breve listado por un motivo: Eliza, una joven que se vuelve el interés sexual del protagonista y tiene una cola. Una pequeña cola que se mueve debajo de su ropa y que es profundamente sexual. Dibujada por Burns como una mujer que sabe de que está hablando, con rasgos suaves pero que dejan vislumbrar un interior endurecido, que sabe que es sexo y que es amor, cada vez que la penetran. Probablemente uno de mis amores platónicos de cuatro colores.

6) La niñez / juventud de todo joven pajero también está caracterizada por esos momentos en que caen en sus manos libros o revistas de sus padres donde se encuentran las primeras imágenes de minas en pelotas que uno verá en su vida. Mi encuentro iniciático estuvo dado por un fascículo de la famosa “Historia de los Comics” de Javier Coma. En él se hablaba del renovado comic europeo erótico de los 60 y 70. En la práctica esto significaba muchas imágenes de Barbarella (la tapa la muestra durmiendo desnuda con expresión satisfecha al lado de un robot), Valentina y Pravda, entre otras heroínas del onanismo. Mi favorita, sin lugar a dudas, era Valentina, de Guido Crepax. Esos trazos de tinta lustrosos en el pelo y las curvas, esos labios apenas insinuados, esos pechos pequeños y esos culos apretados, siempre enfundados en mallas, en shorts y en lencería. Un niño podía darse un festín con esa belleza de pelo corto.

7) El otro descubrimiento de esa época fue Little Annie Fanny. Una hermosa y neumática cabeza de chorlito rubia, creada por Harvey Kurtzman y Will Elder, protagonista de una de las tiras más celebradas de Playboy. Tetas gigantes, culo redondeado y cara de estupefacción, Annie es un magneto sexual para todos los hombres que se cruza, a los cuales vuelve estúpidos balbuceantes en el momento en que comienza a desnudarse con completa inocencia. Puro cheesecake, nunca se ve una pija ni una penetración. Pero su figura, su gigantismo mamario, abundante cabello rubio e increíble expresión me arruinaron la vida, predisponiéndome a las pornstars de dimensiones generosas y sabrosos pezones.

8) La adolescencia me la pase viendo hentai; esto es, comic japonés pornográfico. Durante horas me sentaba frente a sitios web, con una maldita conexión dial-up, esperando que se bajaran paquetes zip con imágenes e historietas.
Cosas que vi en ese periodo: mucho incesto, bestialidad, violación por tentáculos, violación a secas, mujeres con penes, acabadas muy generosas, sadomasoquismo, penetraciones dobles, triples, cuadruples, púberes en situaciones comprometidas, colegialas, infinitas colegialas, vampiros porongudos, hombres con dos penes, mujeres en posiciones realmente curiosas y hadas que cogen con insectos. Los japoneses, por si a alguien le cabían dudas, están majaretas, y sus comics porno lo reflejan. Además, es una industria gigantesca y millonaria (como toda la industria del comic en Japón) donde miles de muchachos dibujan páginas con lo más sucio de sus pútridas mentes para que miles de muchachos se alivianen pelando la mazorca. Y que tiene leyes ridículas como la imposibilidad de mostrar desnudez en personas adultas, lo cual explica las miles y miles de colegialas.

9) En cuanto a la Argentina, para mí las mujeres del comic en este país son dos: las de Altuna y las de Divito. Las chicas de Divito, el equivalente local y particular del pin-up estadounidense, son la belleza icónica misma. Piernas laaaaargas, nariz inexistente, cara sonriente, busto importante, tobillos y cinturita de avispa. El estúpido de Dante Quinterno les estiraba las minifaldas y por eso Divito decidió irse de Patoruzu. Hoy parecen una inocentada bárbara, pero su gracilidad, su estilo, su hermosura, siguen intocables. Su autor fue un dandy tremendo que jamás se casó y murió en un accidente de auto en 1969.

Altuna, por su parte, tiene esos mujerones que acompañaron al Loco Chavez y luego aparecieron en tantas historias eróticas. Esas pecosas y morochas que parecen ser la evolución de la chica Divito, puro labio y cabellera, pero mucha, mucha más carne. Dan ganas de hundirse en su cuerpo y perder la cabeza en esas maravillosas montañas de piel.

10) Pero quizás he sido injusto. También hay mucho y muy buen comic pornográfico gay, desde las comedias altamente explícitas de Ralf Konig hasta los retratos autobiográficos de Howard Cruse, pasando por las pilas de yaoi, comic japonés erótico gay. Mi favorito, aunque no es exactamente comic, es Tom Of Finland, con sus motoqueros y marineros perfectamente contorneados y de vergas enhiestas. Pero, probablemente, eso sea tema para otra ocasión.

11) (Edit: Cuando releí esto muchas semanas después me di cuenta que había obviado uno de los más grandes fetiches: Gilbert Hernandez. Todos dicen que Jaime es el que realmente dibuja mujeres bonitas y es cierto. De las mujeres de Jaime querríamos ser novios, querríamos quedarnos contemplándolas durante horas, tan cute y suaves y sutiles son. Las mujeres de Gilbert (aquellas que decide infundir de plusvalía sexual, al menos, sobre todo Luba) son gigantescas tetonas que parecen capaces de asfixiarnos, con un interior o de bimbo cabeza hueca o de fuerte y resistente acero. Pero la manera en que dibuja sus curvas, en que se refocila con la pura cantidad de piel que sus trazos simples apenas sugieren, las vuelven de las más apetitosas de la ficción. Y a él, uno de los grandes dibujantes sexuales. Y si no, vean su comic pornográfico Birdland y díganme si no es material masturbatorio de primera calidad)