Planes Para Toda La Vida

En los últimos meses salieron tres discos, los tres independientes, grabados de forma casera, y disponibles para bajar gratis por Internet. A su vez, también comparten ciertas ideas estéticas, o maneras de ver a la música o las canciones en general. Ninguno de ellos ha cosechado comentarios ni reseñas, una injusticia ya que en mi opinión han sido de los mejores discos de este 2009. Y si, dos de las bandas son de amigos y conocidos mios, pero bueno ¿Para algo escribo aquí, no?

«¿Tantos sabores hay y vas a elegir el de Kiwi?»
Relacionessexuales – Para niños!

Bajo ese título esta el dúo de Hiram Miranda (Psiconautas, Uoh!, Taenia, etc) y Pau O’Bianchi (3Pecados, Millones de casas con fantasmas, etc). Ambos miembros tienen varias bandas y se podría decir que Relacionessexuales es su proyecto más lúdico y accesible. Son canciones pop/folk, con mucha psicodelia, humor y experimentación electrónica. El año pasado sacaron un primer disco, llamado simplemente «1», y dos EPs que salieron en conjunto, «Pene»(más sensible y delicado) y «Vagina» (ruidoso y claramente misógino).
«Relacionessexuales para niños!», además de la perturbadora y media boba combinación entre el nombre de la banda y el nombre del álbum, se trata en realidad de un disco de música para niños. Las canciones hablan de fantasmitas, o de comer helados, o nos enseñan el abecedario, o son una declaración de venganza de las cucarachas contra los humanos, o historias de amor escolares. Y quizás por este eje conceptual, es su disco más redondo y coherente. Las otras bandas de los dos miembros de RS son dentro de todo más «serias» o tienen una imaginería bastante oscura. En este proyecto, mientras, dan suelta a su lado más gracioso y despreocupado, dejando un disco fresquísimo, super ameno y con grandes temas, que utilizan la estética de la canción infantil de una forma muy efectiva.
Por ejemplo «Las Letras», que solo se reduce a elegir una palabra por letra («A de almendra, B de balón, C de cocodrilo, D de dolor, E de Emilia , F de flor, G de goma, H de halcón») y cierra los estribillos con «..con todas estas letras hacemos una canción / con todas estas letras te digo quien soy«, dejando claro que la extraña selección de palabras solo podría haberla elegido Pau, y que por eso, lo definen. Otras canciones son simplemente bizarras e hilarantes, como «Super Rapato», una especie de hip-hop drogado con todos los clichés del género… tras los ojos de un patito: «soy un pato amarillo y granjero / no me confunda señor con un chancho bailantero / yo sé muy bien lo que represento / no soy una gallina ni un pollo al spiedo».

«Alta Fidelidad» – tanto el libro como la película – son obras que quizás no hayan envejecido del todo bien, pero hay una escena que recuerdo claramente, que es cuando el protagonista empieza a contar su Top 5 de fracasos amorosos. El primero es de niño: se da unos besos con una chica en un parque y al otro día llega y la chica está besándose con otro. Y luego comenta «todos mis otros fracasos son una versión un poco más compleja y prolongada de esa primera vez, pero básicamente pasó lo mismo». De la misma forma, los Relacionessexuales saben que las vivencias y conflictos de la vida joven y adulta se pueden ver bajo un lente infantil sin perder su fuerza ni su realidad. Esto se nota más bien en la segunda parte del disco, que es un poco más melancólica. «Amarillo» (posiblemente el mejor tema del disco) es una balada sobre estar enamorado de la maestra del jardín de infantes. De nuevo líneas simples que esconden varias cosas detrás: «La edad no tiene nada que ver / dice mi abuelo» bajo una base con trompetas y xilofones. El disco cierra con un epílogo, «Antes», una observación personal y bastante brava sobre las cosas que se pierden al madurar. Un cierre perfecto y con moño para un disco super personal y rarísimo (tanto en concepto como en ejecución) para estos pagos.

Podés bajar «Relacionessexuales Para Niños» (así como sus otros discos) de la página de Esquizodelia Records.

«Maria Luisa, ¿Que es de tu vida?»
Es algo que odio contestar
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Carmen Sandiego – Nanas

Escribí hace unos años sobre Carmen Sandiego cuando los vi en vivo por primera vez. También un dúo (Flavio Lira y Leticia Skrycky), «Nanas» es su primer álbum, luego de haber lanzado dos EPs anteriormente, «Vida Espiritual» en el 2007 y «Ristampa» en el 2008. La referencia más obvia para definir su sonido es el trabajo de los Moldy Peaches en cuanto a instrumentación y sonido (guitarras criollas, arreglos con eléctrica, voz masculina y femenina, teclados de juguete, todo muy lo-fi) pero el mundo de Carmen Sandiego es bastante más siniestro que el del dúo norteamericano. Con mucha influencia de Cat Power, Smog y algo de Belle and Sebastian, sus canciones son muchas veces observaciones sobre personajes tristes, solitarios, muchas veces de una forma empática y compasionada, otras veces de una forma más despiadada y cruel. Otra característica de sus canciones son las referencias a la melomanía, la cinefilia y su amor por la cultura pop : hay un montón de referencias a bandas y películas, citas de Daniel Melero, referencias a Cacho Castaña, Leonardo Favio, Ester Goris y otros. Estas referencias son usadas con muy buen gusto y como base de muchos temas, sin caer en la posibilidad de que uno se pierda la «gracia» si no las conoce.

Quizás el mayor defecto del «Nanas» sea su órden de temas, que es un poco caótico, pese a no ser un disco largo (14 temas) puede sentirse un poco abrumador. Pero casi todas las canciones son muy buenas y hay un montón de grandes ideas. «4 am» es posiblemente la mejor interpretación posible de Sonic Youth, tanto en su disonancia, su repetición melódica hipnotizante y en la parte conceptual, que es un trip neurótico que dura horas y horas a la madrugada («Esta pared es tan callada / se que nunca dirá nada / debería contar ovejas / pero las odio a todas ellas» y «Son las seis de la mañana / ya me puse a hacer café / tengo la respuesta exacta / a algo que dijiste ayer»). «Laura gusta de Ana» es una linda canción pop que reza «No te quedes sin decir nada / porque Ana se va para España«, resumiendo una situación terrible y sin escapatoria en sólo una línea. «840» esta cantada desde la perspectiva de una prostituta abandonando a su proxeneta. «Volviendo a casa», el tema más Callahan por lejos del disco, con sus arpegios de acústica repetitivos, es donde los Carmen Sandiego se ponen más optimistas y románticos, en un viaje prolongado por la noche montevideana, intentando tomar el camino más largo para arribar a la casa del protagonista, para al llegar dormirse con la tele encendida. Con ese tema cerraría el disco sino fuese por el bonus track que es «Calefactor», un tema que – si tuviese batería – podría ser perfectamente un tema de noise punk, con una letra sexópata y violentísima.

Hay un puñado de nuevos proyectos acústicos/folk últimamente en montevideo, como Vincent Vega, Franny Glass y Diego Rebella. Los Carmen Sandiego se separan de ese grupo por sus letras sórdidas, su misantropía, y esa imagen poco favorable que tienen de ser joven en Montevideo. Pero también hay una sensibilidad muy particular y una luz benévola en muchas de sus historias y personajes. Quizás lo que hacen ellos es una forma de enfrentarse al mundo en general, mostrando las cosas en bruto, con sus detalles en carne viva. «Tomá, el mundo es así, tomalo o dejalo». Esa visión les ayuda también a comunicar y contemplar aquellos momentos más bellos y luminosos, aislados, los que le dan sentido a la vida cotidiana.

Podés bajar «Nanas» del sitio de Carmen Sandiego.

«No te necesito para amarte»
Antolín – Diarios íntimos del futuro

Antolín es el proyecto solista del platense Andrés Olgiatti. Su propuesta es bastante más tradicional que la de los otros dos artistas de este post, guitarra acústica y voz, acompañado por algunos arreglos mínimos de guitarra eléctrica, armónica y casiotone. Entonces, ¿Qué es lo que separa a Antolín de la vorágine de proyectos solistas indie-folk? Básicamente, el pibe es buenísimo.
Los esqueletos de las canciones de «Diarios íntimos del futuro» son muy simples, un par de acordes, lindas melodías de voz, arreglos sencillos con buen gusto. Pero lo que hace destacar a las canciones son las letras, e ideas, de ese mundo que Andrés construyó con algunas premisas. Al igual que con Carmen Sandiego, hay un gusto por la referencia pop, y por la nostalgia de las imágenes de la infancia – videojuegos, Volver al Futuro, Batman, dinosaurios, etc. – la infancia de alguien que tiene 20 y pico de años. Esta es una receta fácil para ingresar al campo de lo kitsch / irónico / posmo, pero afortunadamente nunca ocurre aquí, porque las referencias están muy bien utilizadas, implementadas con una naturalidad y en un marco estético tan sencillo, que es muy difícil no creerle a Antolín su interés por Apatosaurios y películas de Steven Spielberg.
Otra de sus virtudes como letrista es poder armar líneas ingeniosas con un lenguaje sencillo, como en «Días del futuro» con su estribillo «Visitame todo el día y cada día de tu vida / el futuro ya pasó / y estoy esperando que vuelvas». «Vigilante de la oscuridad», el único tema cuya base es una guitarra eléctrica, es una canción desesperada sobre una transformación de otro en el personaje del título, «obligandome a escapar / patrullando la ciudad / molestando a los demás / balacera criminal» para seguir con una de las imágenes más intensas del disco: «barra bravas bailarán / con el ritmo tropical / todo el barrio gritará / ‘cuando más me necesites voy a estallar’ «. «El desierto de sonora», penúltimo tema del álbum, cierra en una coda que me recuerda a «That joke isn’t funny anymore» de los Smiths, con una linea muy simple que al repetirse una y otra vez, genera un montón de preguntas y ninguna respuesta: «Hay que tener cuidado con / las personas que no están / acá». Hay una melancolía que recorre todo el disco pero afortunadamente nunca llega a empalagar. Y los arreglos de Reno (aparentemente el colaborador principal de Antolín) son buenísimos. Armónicas que van y vienen cargadas de reverb, guitarras eléctricas demasiado distorsionadas y a punto de desbocarse que siempre calzan bárbaro con las canciones.
El disco quizás sea un poco mono-climático de más y algunos rasgeos de guitarra y recursos pueden repetirse entre canción y canción, pero son problemas menores de una obra muy personal y simpática, que a uno le hace preguntarse, «¿Es tan difícil?» «Es solo una guitarra y una voz, ¿por qué hay tantos proyectos así donde no pasa nada y éste es tan bueno?». Las canciones de Antolín te transportan en su duración a su pequeño universo, su casa, la grabación casera, sus pequeñas inquietudes. En mi opinión personal, eso es lo mejor a lo que puede aspirar cualquier cantautor que se precie.

Podes bajarte el disco de Antolín aquí.


El jueves pasado, en la pequeña sala de cine/teatro de Central, se presentó en vivo por primera vez el dúo Carmen Sandiego. Con una estética muy cuidada – el escenario decorado con un sillón, en una mesa ratona con los instrumentos, y una lampara de pie y otra en una pequeña mesita, ambos vestidos idénticamente de marrón – hicieron un show extraño, acústico y bastante poco normal para la media de los shows montevideanos.
Lo de Carmen Sandiego son canciones sencillísimas (muchas de ellas no pasan de los dos acordes), con arreglos también bastante simples con variedad de instrumentos (guitarra eléctrica, teclados de juguete, xilofónes, acordéones de juguetes, algun elemento de percusión), arreglos que por suerte aportaban y jamas quedaban como mero decorado. Las letras iban de historias o escenas, muchas veces melancólicas, sobre relaciones disfuncionales, estar (completa y estúpidamente) enamorado, a veces correspondido, a veces, y llegaban a historias verdaderamente sordidas con sexo, situaciones violentas y frustraciones. Las letras, ligeramente recitadas, se escuchaban fuerte, muy claras, y hablaban de cosas simples, directas, y en español, lo cual ya de por si lo hacía completamente diferente a cualquier otro show donde de seguro, todos esos parametros juntos no se dan.

Pero en si lo mejor es como todas las piezas funcionaban, donde podia llegar a fallar nunca falló, los arreglos estuvieron excelentes, a pesar de ser un formato de show tan austero, era sorprendentemente dinámico con subidas y bajadas, jamas se hizo largo y el clima de «amistad» entre músicos y el – muy particular – público al final fue muy bueno.
Y digo «muy particular» es que no es una banda para cualquiera, es música un tanto hermética, repleto de citas (un tema dedicado a un fragmento de la muy buena ‘dreams that money can buy’, una cita a daniel melero en una letra), y ellos también soy consciente de ello – en un momento muy gracioso donde los cables de las guitarras hicieron ruido, flavio – voz principal de la banda – comento «bueno uds son todos fans de sonic youth, no se pueden quejar de esto».

***

Al día siguiente se presentó por – tambien por primera vez en vivo – Fiesta Animal. Esperandome escuchar algo similar a sus ensayos-drones con base repetitiva y multitud de sonidos y capas sobre ellos, lo que hicieron fue lo mismo pero diferente.
El cambió esencial fue en poner a un baterista sumamente competente tocando en casi todos los temas, haciendolo un show super dinámico e intenso. Era increíble igual ver como podia funcionar una estructura musical tan simple (algunos de los temas parecian estar hechos alrededor de solo una nota) y se mantenia todo super entretenido e interesante.
Pero de cualquier forma, una porción del show se la llevo el público, que estaba completamente sacado y agitaban cual show demente de lightning bolt o los stooges, lo cual convirtio todo el concierto en – es inevitable la redundancia – una fiesta, que se triplico cuando tuvieron la muy buena idea de repartir maracas a todo el público.
Así que en si, el show tuvo un encanto rarísimo, y me dio la sensación de presenciar más una especie de un happenning que un show «normal». Igual sin duda dieron vuelta para muchos el concepto de lo que una banda tiene y puede ser en vivo.