Earths Will Live, Earths Will Die…

Yo se que probablemente a casi nadie le interese, pero si les gusta la buena critica sobre comics, deberían leer un intercambio entre Jim Roeg y Marc Singer sobre el multiverso de DC Comics. Comienza siendo una crítica de Infinite Crisis y después deviene una discusión sobre políticas multiculturales, la identidad en estos tiempos postmodernos, las implicancias ideológicas de los comics de superhéroes y el postmodernismo blando. Completamente fascinante, al menos para mí, y me mantuvo despierto anoche hasta las 6 de la mañana.

Jim, Marc, Jim, Marc.

Y, para otra visión de Crisis On Infinite Earths, mas centrada en la dinámica editorial, aquellos involucrados y las consecuencias a largo plazo, recomiendo esta serie de artículos en Howling Curmudgeons, que es particularmente interesante en la manera en que describe como una empresa con un orden editorial tan férreo pudo crear tan increíble concepto.


21 Apostillas Sobre El Bafici.

1) Los porteños son unos quejicas. Ni las colas son tan largas, ni las entradas se agotan tan rápido, ni la careteada es tanta, ni es inabarcable (a menos que seas un enfermo que funciona con la lógica del coleccionista de figuritas)

2) Por momentos los subtituladores parecían monos entrenados. A veces, para divertirme mientras espero el colectivo, me gusta inventar el monólogo de Mick Jagger en “Tonite Let’s All Make Love In London”.

3) Hay que ver más cine coreano de gangsters. Al principio de “A Dirty Carnival”, yo pensaba que la ausencia de armas de fuego la haría aburrida. Hasta que llegó esa increíble escena de ¿10 minutos? que parecía reproducida de un mega Street Fighter. Patadas voladoras, bates de baseball y cuchillos.

4) John Cameron Mitchell es un puto genio. Por algún motivo fui a ver Shortbus con cierto recelo, esperando quizás otra película sobre sexo retorcida y angustiante. Y salí del cine feliz, pensando que la gente en la calle parecía más buena. Logra lo indecible: filmar una película sobre disfunciones sexuales, que incluye escenas de sexo no fingidas y no caer en lo shockeante, lo culposo o lo sórdido. Además de conseguir una representación absolutamente natural y sincera de todas las orientaciones sexuales, sin atisbos de exageración o lugar común, con personajes que respiran y viven y se sienten reales, como que podrían vivir en la esquina de tu casa. Y encima tiene una música hermosa y grandes diálogos. Y en ningún momento utiliza todas estas chapas identitarias más que para construir una historia bellísima.


(Shortbus – Trailer)

5) Los documentales sobre leprosos coreanos no son recomendables.

6) Tampoco aquellos que tratan sobre jóvenes mexicanos con dinero y tristeza que viajan a la India.

7) John Waters sigue siendo uno de los más grandes. Da gusto ver gente que envejece con esa clase, ese sentido común y ese humor corrosivo como caramelo “Puajjj”. Yo si me sentaría a su lado en un cine a ver una película para niños.


(John Waters – No Smoking)

8) A Reginald Harkema le pongo unas fichas, aunque solo ví “A Girl Is A Girl”, un tanto primeriza historia de “muchacho y sus novias contada con música hip”. Aunque un par de años antes que High Fidelity y muy bien llevada. Logra ser original en un terreno muchas veces recorrido. La escena en la que hablan con las tapas de los discos es completamente geek y por lo tanto cercana a nuestro corazón. We approve!. Si alguien posee un medio para hacerse con “Better Off In Bed” y “Monkey Warfare” que me lo haga saber.

9) Luc Moullet era mi otro director a descubrir. Solo ví “Une Adventure de Billy The Kid” y fue divertido como inyectarse poción mágica de Asterix. Ya desde el nombre me remitía a cierto comic francobelga de aventuras y humor (“Una aventura de Spirou y Fantasio”). Un western psicodélico que funciona con la lógica del comic absurdo, casi slapstick. Como el lado b de “El Topo”. Con una banda sonido que parece compuesta por Syd Barret. Y Jean Pierre Leaud haciendo de un Billy The Kid patoso y bufonesco.

10) No hay que ver películas psicodélicas en la función de trasnoche.

11) Que bonito cine es el Atlas Santa Fe. Y el mejor lugar para sentarse en la sala 1 es en cualquiera de las filas laterales, atrás de las entradas del costado, lugar marcado por unas especies de barandas de metal.

12) “Copacabana” es fascinante. Un documental sin tesis, completamente rejtmaniano, donde la cámara funciona como un ojo que capta la repetición y, como en toda película de Rejtman, ciertos tonos del absurdo cotidiano. Planos fijos sin narración en donde es fascinante ver lo hipnóticos que se pueden volver los bailes en honor a Santa Copacabana.

13) “Old Joy” es la otra película (además de “Shortbus”) que me da cierta fe en el indie norteamericano. Una viñeta mínima, motivo suficiente por el que se podría caer fácilmente en la abulia y la inacción, pero que logra contar una de esas historias sutiles e inasibles que parecen desvanecerse apenas la terminas de ver y en la que los personajes se revelan mas en sus detalles que en escenas grandilocuentes. Como un cuento de Carver. Y tiene una frase increíble: “Sorrow is nothing but worn out joy”.

14) Lo lindo del Hoyts es ese truquito mediante el cual, si haces maratón pelicular, una entrada vale por dos.

15) Ver “La Chinoise” hoy en día es tragicómico. Divertidísimo ver lo despiadado que es Godard con las juventudes izquierdistas francesas, triste pensar que tantos militantes universitarios actuales son aun mas ridículos y extremos pero con un cuarto del estilo y un décimo de la comprensión.

(Trailer de «La Chinoise»).

16) “VHS Kalouchka” y “Sueños De Polvoron” son dos documentales que celebran gestas casi imposibles, maneras tan deformes y personales de acercarse a un arte que se pensarían completamente inviables. Pero en ese delirio capturan tal pasión desenfrenada en sus personajes que nos emocionan hasta la médula. A uno siempre le queda la sensación, apenas velada, de que son como cualquiera de nosotros, solo que con esa barrera que nos impide emprender nuestros proyectos delirantes destruida por completo.

17) Fernando Martín Peña tiene barba papapitufesca.

18) ¿Hay nuevo cine europeo?. ¿Por qué las dos películas que vi (“Falkenberg Farewell” y “Falling”) parecían especiales de Hallmark habladas en idiomas exóticos?

19) “El documental es de autor o no es” me decía un amigo. Lo curioso de “Instrument” y “Building A Broken Mousetrap” es como revelan la autoría de Jem Cohen no tanto mediante sus marcas de estilo mas obvias (esas filmaciones de ciudades, autos que pasan, gente que camina, obras en construcción: la poesía urbana) sino en la intensidad con la que transmiten una cierta visión de la música como una energía poderosísima, capaz de darnos la fuerza para vivir en mundos mejores.

Fugazi – Glueman (Dirigido por Jem Cohen).

20) Me sentía tentado a batirme a duelo con todos los idiotas que hablaban mal de Christopher Guest. “For Your Consideration” es otra prueba mas del increíble talento de ese tipo y su grupo de actores. Es extraordinario como utiliza las distintas capas de ficcionalidad, los shows dentro del show (en los que pareciera que nadie se preocupa por lo que el otro tiene para decir) para entregarnos otra historia sobre perdedores hermosos, gente ilusionada por maquinarias que siempre terminan aplastándolos. La escena final, por añadidura, es de lo más creepy que vi en muchísimo tiempo y te hace sentir realmente mal, al mismo tiempo que te matas de risa.

21) En definitiva, todos deberíamos volver a ver “Matinee” de Joe Dante.


Vuelve Interpol…con un disco que tiene esta tapa:

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¿WTF?. ¿Estos no eran los chicos serios y darkies que se ocultaban en las alcantarillas de Nueva York para canalizar el espíritu de Curtis?. ¿Que clase de enfermo aprobó esa tapa?. Es mas adecuada para algún cantante de soul de cuarta, que saca un disco llamado «Love It To Death» (o algo así) que para jóvenes de corbatas finitas y ojeras. Espero que los muchachos de Interpol se den cuenta que son el HAZMERREÍR de la comunidad indie y que todos sospechan que debajo de sus capas negras se ocultan jóvenes buenos a quienes les gusta jugar con sus animalitos.
¿Que es lo próximo? ¿un disco de los Fiery Furnaces con enanos en pelotas en la tapa?, ¿el nuevo ep de Architecture In Helsinki tiene una tapa que son solo fotos de mullets?. Igual, para tapas de discos geniales, ya tenemos a The Fall.


A traves de Pop Songs 07 – un blog paralelo de Matthew Perpetua (de fluxblog) que tiene como objetivo escribir un poco de cada canción de R.E.M, salieron un monton de blogs con el mismo objetivo de cubrir toda la discografía, canción por canción, de un artista en concreto. Me parece una idea bastante ingeniosa y refrescante, especialmente si los autores son capaces de cumplir con su objetivo. Tener además un blog que tenga un final real y visible tiene su factor romántico tambien.
La lista por ahora (sacada de fluxblog) es:

Hay obviamente, varios grupos que son más adecuados para estos proyectos que otros, especialmente los que son muy prolíficos y su discográfica se mantiene interesante. Dario quiere hacer uno de – obviamente – Stephin Merritt. Pavement seria una gran opción también. También – aunque quizas seria un proyecto demasiado grande – El Tío Tom Waits. Belle and Sebastian seria otro. ¿Cual proyecto de este tipo les gustaría hacer o que existiera? Al principio me parecio una idea un tanto ombliguista, pero es interesante, ya que – leyendo el de R.E.M – hay muchas cosas muy buenas, incluyendo comentarios sobre temas que sin duda no le gustan para nada a Matthew.


La serie. The Office es una serie inglesa creada por Ricky Gervais y Stephen Merchant en el 2001 que duró dos temporadas. La serie narraba la vida a diario en una oficina de una empresa papelera en el pueblo de Slough en estilo mockumentary, centrándose en la figura infame del jefe de la oficina, David Brent, interpretado por Gervais mismo. En poco tiempo la serie era reverenciada como una verdadera revolución en las sitcoms. En el 2005 NBC empezó a producir una versión para USA protagonizada por el ascendente Steve Carell que aunque mantenía todas las ideas de la original tardó muy poco en tener una identidad propia que la convierte en una serie por derecho propio y no en solo «la versión yanki de The Office«.

La opinión. The Office US es la mejor serie cómica en producción y casi la mejor sitcom desde que terminó Seinfeld, solo superada por Arrested Development (hay algunas cosas que no pude ver por diferentes cuestiones, pero dejemos pasar eso). ¿Por qué? A eso voy ahora.

La argumentación. Es difícil hablar de la originalidad cuando se discute un producto adaptado, pero como ya dije, The Office US tiene suficiente identidad y méritos propios como para ser considerada un poco más que solo una adaptación de The Office UK y son especialmente esos méritos propios los que creo que la hacen la mejor serie del momento y sobre los que quiero hablar.

Comparte con su contraparte inglesa todas sus virtudes. Excelentes interpretaciones, comedia basada en personajes y no en chistes, el estilo mockumentary y la eliminación de las risas grabadas. Estas cosas, aunque no son originales ni únicas, no son poco.

Tengo la teoría de que mejor es una comedia mientras menos depende de los chistes para ser graciosa y más se basa en los personajes y las situaciones eliminando de por sí el cliché del personaje gracioso que hace comentarios agudos. Este estilo empezó a verse más entre muchas series surgidas en los últimos años, series más originales y, lo mejor de todo, sin laugh track. La eliminación de las risas pregrabadas es el mejor favor que series como Scrubs, Curb Your Enthusiasm, Arrested Development y la que nos ocupa nos pudieron hacer.

Recuerdo a Slavoj Zizek describiendo una situación en la que la gente llega del trabajo, pone la tele, mira una sitcom cualquiera con risas grabadas, y aunque no se ría ni una vez, lo termina de ver con la idea de que se divirtió por que la televisión se río por él.

Las risas grabadas están passè. Atan a las sitcoms a un estilo obsoleto en el que Seinfeld fue la mejor y no va a ser superada, así que no vale la pena seguir intentando. Ya está, ya fue hecho, Seinfeld mató a ese estilo, lo cerró y lo superó. Es hora de pasar a otra cosa. Algunos no necesitamos que la televisión se ría por nosotros, ¿ok?

Bueno, pero dije que además de todo esto el programa tenía méritos propios que no eran los de la original, ni tampoco los de las demás series que mencioné. Bueno, los personajes de The Office tienen una profundidad inusual y posiblemente sea la sitcom que mejor trabaja este aspecto de todas las que yo haya visto. Esto no es tanto porque los personajes de la serie sean únicos y sobresalientes, ni algo jamás visto, sino porque en las sitcoms clásicas los personajes no existen. Los personajes son un conjunto de clichés basados en un arquetipo clásico y cada uno cumple una función en la serie. Por supuesto en The Office también hace esto a algún nivel, pero el desarrollo de los personajes es gigantesco en comparación con la sitcom promedio.

Ese desarrollo del que hablo se debe básicamente a lo que para mi sí es el gran mérito de la serie, algo que The Office consigue y que ninguna sitcom había logrado realmente, sin importar cuán character-driven haya sido: The Office es la primer sitcom con historia. No hablo de una historia que funciona como una premisa y nada más, en ese sentido hasta Seinfeld tiene historia (y no la tiene, por algo era «la serie sobre nada»), estoy hablando de historia de verdad, en el sentido de una historia que te de ganas de ver el siguiente capítulo para saber como va a seguir. No es algo que nadie haya intentado. Si recuerdan las última y abominables temporadas de Friends, por ejemplo, recordarán que para el final el humor ya no existía, el tiburón había sido saltado ya hacía tiempo y el único motor de la serie eran los personajes. El problema es que era Friends y, ¿a quién carajo le importaban los personajes de Friends? Si simplemente no existían. Todavía estoy tratando de entender como lo miraba tanta gente. En las sitcoms clásicas, con personajes cliché unidimensionales sin ningún tipo de desarrollo es imposible tratar de sacarlos de ese lugar y construir una historia relevante. Simplemente imposible.

Las sitcoms bien basadas en personajes pueden hacerlo, pero todavía ninguna lo había intentado. Una serie como Arrested Development tiene historia pero no es importante, nadie se pregunta que va a pasar porque la serie misma se ríe de eso poniendo en cada capítulo avances falsos del próximo en los que pasan cosas que jamás van a pasar, o peor, cosas que serían relevantes para la historia o cierran lo que pasaba en el capítulo pero que simplemente no mostraron y no van a mostrar. Curb Your Enthusiasm ni siquiera tiene guiones. The Office en cambio, tiene una historia que realmente funciona.

The office UK era excelente pero no tenía eso. La historia era un esbozo para que se desarrollara la serie y el personaje de David, el jefe (que en la americana se llama Michael), era solo un idiota infame insoportable que daba ganas de que exista de verdad para poder cagarlo a trompadas. La americana en cambio hizo de Michael un personaje más amplio, no es solo insoportable (sí es idiota), es un personaje completo, y Steve Carell lo interpreta genialmente. El que sí mantiene el mismo espíritu que en la original es el personaje de Dwight que en la inglesa era Garreth. En las dos es un freak, un psicópata, un idiota y el personaje más gracioso de la serie, aunque no podría decir cual es mejor.

La recomendación que no puede faltar en un post (precedida de una pequeña teorización sobre las series en general). La dinámica de las series es siempre igual, no importa que serie sea. La calidad a lo largo del tiempo marca una curva ascendente (creo que incluso en las que nunca son buenas) con el punto más alto aproximadamente en el medio y el punto final un poco más arriba o mucho más abajo que el punto inicial. Empiezan de una forma preestablecida, en un molde demasiado fijo, con una idea demasiado específica, se ve como funciona, se desarrolla, muchas cosas cambian, algún personaje gana más importancia, otro la pierde y la serie llega a su plenitud, después llega el inevitable salto del tiburón y todo es cuesta abajo de ahí en más. (Sostengo que Seinfeld nunca saltó el tiburón y es la única excepción a la regla, pero igual coincido con todo el mundo en que el mejor momento es la etapa central entre la cuarta y la sexta temporada, aunque a mi me encantan las últimas también). The Office en este momento está en su momento de plenitud, no podemos saber cuanto va a durar, ni este momento ni la serie (el mundo es injusto en este sentido, lo aprendí después de ver como cancelaban Arrested Development en la tercer temporada y que por ahora no hubo encargo de una cuarta temporada de Veronica Mars) pero en este momento es, y va a seguir siendo mientras siga a este nivel, la mejor serie en producción. Y no van a querer decir que se la perdieron en su momento, ¿no?