Un Infierno Sin Salida Ni Final Donde Asesinaré Tus Sueños

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(Caveat emptor: Spoilers)

En El Gran Lebowski hay una escena que representa el pico más alto de la comedia física y sinsentido en el film. Están Walter Sobchak y el Dude en la casa de un pre-adolescente que, sospechan, ha sido el responsable de robarles el dinero del rescate que les ha dado Lebowski. Encuentran un auto deportivo de último modelo en la puerta e inmediatamente asumen que el jovencito ha dilapidado el dinero comprándolo. Luego de un interrogatorio infructuoso en el cual el borrego se niega a contestar las preguntas y los mira con cara de desapego e inercia, Walter sale a la calle y, con una barreta, se dedica a destrozar el vehículo mientras grita “THIS IS WHAT HAPPENS WHEN YOU FUCK A STRANGER IN THE ASS”. Por supuesto, ese auto no le pertenece al adolescente, que jamás ha visto el dinero, jamás ha comprado nada, sino a un vecino que inmediatamente quiere matarlos. La broma es que es la última comprobación de su inutilidad como “investigadores secretos”, incapaces por completo de desentrañar la trama que los envuelve. En segundo lugar, la idea de que, finalmente, el extraño al que están cogiéndose por el culo no son ellos, sino ese pobre e insospechado propietario que de pronto se encuentra a los dos ridículos destrozando su auto. En tercer lugar, la idea misma de que si te coge un extraño por el culo, al menos sin consentimiento previo, no es una situación muy agradable.

Batman V Superman es un poco como eso. Un cúmulo de inutilidades e ineptitudes, de errores a toda banda, de idioteces confabuladas de niveles que van desde lo más alto de las esferas corporativas hasta lo más bajo de los fanáticos desesperados.

En este punto, arrancaría insertando una puteada a Zack Snyder, el director más desastroso que ha dado el mainstream en los últimos 15 años. Un tipo que es una mezcla entre el espíritu de un gimnasio sucio y sudoroso, apestando a testosterona de cuarta, dos o tres libros de filosofía y teoría política para principiantes manchados de grasa, un sentido completamente retardado de lo épico y cuatro recursos visuales empleados hasta el hartazgo que hacen que todas sus películas se vean igual, entre la pomposidad y lo gris. Un sujeto con una incapacidad congénita para narrar, que ya se cargó a Watchmen en una adaptación que no entendía nada ni de su superficie ni de su mensaje último pero que sin embargo se ufanaba de robar los trucos formales de Moore y Gibbons, como si una adaptación midiese su éxito en relación a la mejor manera de trasladar efectos que no funcionan de la misma manera entre dos artes. Hace muchos años que vengo diciendo que Snyder es un tarado, y por supuesto que esta película solo lo confirma.

Pero el problema es mucho más profundo que Snyder, y puede ser trazado como un chancro canceroso a la totalidad del DC Comics actual. Quizás sus raíces se encuentran en ese momento infausto en el cual decidieron publicar el aborto llamado Identity Crisis (que sigue siendo, aún hoy, uno de los peores comics de superhéroes jamás editados); quizás se pueda retraer a los diversos intentos de Geoff Johns por revitalizar la marca mirando al pasado y al futuro al mismo tiempo, rescatando los personajes clásicos que habían sido reemplazados en los 90s (los aburridísimos Hal Jordan y Barry Allen), recauchutando la Crisis en Tierras Infinitas para una nueva audiencia que evidentemente pensaba que había tenido pocos desmembramientos en sus páginas, intentando dotar todo de un tono badass que poco tenía que ver con el espíritu del DC Comics con el que muchos crecimos.[1] Quizás su origen esté en el momento en que contrataron a ese mercanchifle de cuarta, a ese heraldo del mal gusto que es Dan Didio como editor general. Probablemente mucho se relacione con el increíble éxito de las películas de Batman de Christopher Nolan, que proponían una versión más “realista” y “oscura” del encapotado.[2] Y por completo se relaciona con la posición de DC en particular y Warner en general como una compañía desesperada, aterrorizada ante los avances de Marvel y Disney en la imaginación mundial, carente de identidad, mendigando reconocimiento, empujando una franquicia a nacer usando cuchillos de carnicero como fórceps.

La reorganización corporativa de DC y Time Warner, que convirtió a la vieja editorial en DC Entertainment, forzó su relocalización a la costa oeste de los Estados Unidos desde sus ancestrales y tradicionales oficinas en Nueva York, y produjo la expulsión de viejos baluartes de su antigua identidad como Karen Berger y Paul Levitz, es una semilla y una consecuencia de estas películas. Warner de pronto descubrió que DC es una granja de propiedad intelectual que, bien manejada, podría darles los tanques que requerían para sus próximos cuarenta años, reemplazando a Harry Potter y Tolkien. O sea, se dieron cuenta, 10 años más tarde de lo que deberían, de que tenían uno de los universos ficcionales más fértiles.

Pero les hacía falta algo que los diferencie de la fábrica de producción de chorizos prolijos y ocasionalmente buenos que es el universo Marvel cinematográfico. Y la elección fue apuntar a una “complejización” (COMILLAS COMILLAS COMILLAS) de sus personajes icónicos, a un intento de oscurecerlos, ponerlos a debatir complejos temas de poder, responsabilidad, religión y la relación entre lo humano y lo sobrehumano. El problema es cuando les confías estos temas a Zack Snyder y Ben Affleck con una pila de fotocopias del CBC y de lo peor de Alex Ross y Brad Meltzer bajo el brazo.

El segundo problema es cuando vas en contra de lo que tus personajes mismos hacen mejor. Ya lo dije hace tres años cuando escribí sobre Man Of Steel y lo repito ahora: los personajes de DC son apolíneos, idealistas, optimistas, brillantes, aspiracionales, deberían ser la representación de un mundo ético perfecto e inalcanzable pero al que siempre deberíamos aspirar. Los personajes de DC deberían tener humor, estar lo más cerca posible de un dibujo animado, ser coloridos, realizar su trabajo con una sonrisa, disfrutando de sus poderes, tratar a la humanidad con calidez y comprensión. Este es su espíritu y puede ser rastreado no solo en el primer Superman de Siegel y Shuster, sino también en el Superman mecánico y delirante de los años 50, en el Batman oscuro pero psicodélico de Bill Finger[3], en la Wonder Woman sexualmente polimorfa y progresista de William Moulton Marston, en la Liga de la Justicia de los suburbios de la Silver Age, en el Superman canchero de Byrne, en el Flash de líneas rápidas de Carmine Infantino, en el Batman trotamundos de Denny O’Neill y Neal Adams, en todo lo que hizo Grant Morrison de Animal Man para aquí, en la Liga de la Justicia de Giffen y DeMatteis, en el Starman de Robinson, en la Legion de Superhéroes (adolescentes del futuro que viven en una confederación pan-planetaria dedicada al mejoramiento de sus miembros, polisexuales y polirraciales, ¿qué hay más utópico que eso?), en el Flash de Mark Waid, en el Batman sonriente de Grant y Breyfogle, en la Nueva Génesis etérea y musical y el Jimmy Olsen prendido  y moderno de Kirby,  y en tantos otros ejemplos.

No es una casualidad ni una fabricación intelectual: es parte del ADN de su universo ficcional. Y los eternos intentos de retornar a un estado de inocencia y naturaleza que la compañía emprende cíclicamente en su inmensa mayoría apuntan a rescatar este espíritu de aventura y diversión, de alegría e idealidad, frecuentemente corrompido por la necesidad de narrar historias.

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En esta caracterización, por supuesto, hay dos niveles: estéticos e ideológicos. Batman V Superman es una catástrofe en ambos polos. En el nivel estético, en primer lugar, es un desastre narrativo, un golem hecho de cadáveres y pedazos de historias. Tiene una primera hora, hora y media, en donde nos presentan los personajes y sus conflictos y pretenden armar algo similar a un quemado lento que será recompensado en la segunda mitad de la película, que es pura acción y escenas de lucha que van apilándose una sobre otra. Esta primera parte es un desastre de edición y narrativa. Las cosas simplemente suceden porque tienen que suceder (¿qué motivo tiene Wonder Woman para estar en la película más allá de que hace falta presentar a Wonder Woman y vender su próximo film? ¿De dónde sale? ¿Cuál es su motivación? ¿Qué relación tiene con el resto de la película toda la escena de la pesadilla de Batman, que jamás es vuelta a mencionar? ¿POR QUÉ MIERDA ME MOSTRÁS DE NUEVO EL ORÍGEN DE BATMAN, DOS VECES, EN RALENTÍ? YA LO CONOCEMOS TODOS ¿Qué tiene Luthor para ofrecer a cambio de que el Gobierno de los Estados Unidos le permita acceso a una nave llena de tecnología desconocida y al cadáver de un alien peligroso? NADA, ABSOLUTAMENTE NADA) y los personajes reaccionan porque si, sin ningún tipo de plan ni caracterización consistente. Escenas que parecen insertadas con pegamento, muertes de personajes secundarios reconocidos “solo por las risas” y sin nombrarlos jamás, saltos entre hilos argumentales que no tienen ningún tipo de coherencia. La película parece editada por un niño de cinco años.

Luego, la película es visualmente horrenda. Gris. Platinada. Oscura. RUIDOSA. Confusa. Como si un morlock hubiese vomitado en celuloide. Todo el diseño de producción está maximizado en la dirección de aplastar y expulsar cualquier atisbo de luz. Zack Snyder tiene que aprender que el ralentí no implica acción dramática y que existen otros colores además del azul oscuro y el marrón desértico. Interminables escenas de Batman y Superman llorando sobre ruinas mientras cae la lluvia, lo que todo fanático quiere ver.

Pero, además, es una película que, desde un punto de vista ideológico, odia a sus personajes. Los detesta profundamente. Y odia a DC Comics. O al menos al DC Comics que yo reconozco como propio. Batman es un psicópata que solo conoce de violencia y poder, que asesina sin ton ni son, que marca a sus presas y emplea pistolas y armas. Superman es un niño mimado y caprichoso que no entiende nada del bien común, que piensa que la única vida que importa es la de Lois Lane y su mamá y que refunfuña cada vez que se le contradice. Y además es un personaje sin ningún tipo de agencia y de inteligencia, de decisión, que apenas es colocado contra la pared no imagina una mejor solución, sino que se dobla a la voluntad de Lex Luthor. Luthor es un mal Joker, una colección de tics, melodrama, babas, maquiavelismo de cuarta sin previsión al largo plazo y miradas desorbitadas ¿Por qué crear a Doomsday existiendo la posibilidad de que triunfe Batman? ¿Acaso no iría en contra de su discurso anti superpoderes? ¿Dónde está el Luthor frío e inteligentísimo  que odia a Superman simplemente porque cree en su propia superioridad y, por extensión, en la superioridad de la raza humana como dueños del planeta y seres creativos? Este Luthor solo conoce la justificación de su propia locura, ahuecando al personaje. Wonder Woman está ahí, a pesar de los buenos intentos de Gal Gadot, que hace lo que puede con el poco material que le es dado, que consiste en actuar como adorno decorativo.

Es una película que detesta tanto a sus personajes que el único momento en que produce una imagen poderosa y en sintonía con el espíritu del personaje (Superman ingresando al Capitolio para responder frente a los poderes del hombre, un momento que debería ser Frank Capra conoce a Mark Waid) termina utilizándolo como una excusa para introducir más carnicería gratuita, ¿qué necesidad de que Superman salve a alguien alguna vez cuando podés mostrarlo envuelto en llamas y en restos humanos calcinados de lo que hace poco fue una habitación llena de gente?

Todos los personajes terminan siendo egoístas y caprichosos, niños mimados que no pueden superar la muerte de los padres como medida última de su pequeñez. Luthor no cree en Dios porque su padre le pegaba, Bruce Wayne odia a Superman porque sus padres murieron, Superman encuentra confort en los peores consejos de un Pa Kent fantasmal que aboga por la ayuda a sí mismo y los parientes cercanos por sobre el total de la humanidad. El motivo final por el cual se “amigan” Batman y Superman es de una puerilidad tal que dan ganas de arrancarse los ojos y el cerebro. Nada importa, en última instancia, más que el poder de los hombres grandes y su capacidad de ejercitarlo, más que la fuerza y la destrucción, más que la capacidad de imponer tu visión del mundo que te da la posibilidad de pegar más fuerte.

Es verdad, en gran medida, que vivimos en una cultura a la cual no le importa el futuro (o al menos no le importa el futuro como una posibilidad emancipatoria) y que está obsesionada con la muerte. En ese sentido, como menciona esta reseña, a lo mejor BvS es la película que nos merecemos. Fea, brutal, inconexa, chillona y destructora. Una película producto del más profundo desprecio. Lo peor de todo es que hay contingentes de fans tan desesperados por ver a DC tener un éxito en el cine, por luchar palmo a palmo contra Marvel, tan identificados con una camiseta a costa de su contenido, que están aprobando esta catástrofe y cuestionando la posibilidad de una mirada negativa. Y también hay otro contingente, que se expresa en la catarata de críticas negativas, que pareciera estar esperando el fracaso, relamerse ante la posibilidad de demostrar que aún se posee capacidad crítica y se puede canibalizar una película de superhéroes, género que hasta hace cuatro o cinco años se consumía de manera acrítica. Hay algo de exorcismo de la cultura en esta postura, una especie de expiación de pecados cometidos retroactivamente que nos hacen ver que quizás el género superheroico, también, se merecía un juicio más áspero, un deseo de muerte de todo lo mainstream que de pronto perciben dominado por los detritos de lo fantástico.[4]

Lo más seguro, y DC ya me ha demostrado esto con creces a lo largo de los últimos cinco años, yo no sea la audiencia que esperan para esta película. A pesar de que crecí leyendo sus comics y amando sus personajes. Pero me cuesta descubrir a quién apuntan: ¿a los fans que solo quieren el sabor de las imágenes superficiales de sus ídolos animadas a toda costa?, ¿a los adolescentes enojados?, ¿a los douchebags?, ¿a la gente que odia lo que representa Marvel como punto básico de su existencia?, ¿a las personas que les gustó el Batman de Nolan y quieren una versión con más músculos?

Y, más allá de esto, BvS es ética, estética y conceptualmente un desastre. No entiende a sus personajes, no sabe qué hacer con ellos, no comprende nada de ritmo narrativo ni sabe que porciones del material original adaptar y como modular esto (¡METAMOS DARK KNIGHT RETURNS! ¡Y MUERTE DE SUPERMAN! ¡Y DARKSEID! ¡Y LIGA DE LA JUSTICIA! ¡SIIII, YAAA, AHORA, PORQUE SI, PORQUE PODEMOS Y A LOS FANS LO QUE LES GUSTA ES QUE LES GUIÑEMOS EL OJO!). Batman V Superman es un descuartizamiento, una tumba común, un monumento a la idiotez y la carencia de imaginación y la épica entendida en métricas de destrucción.

O, en otras palabras: Batman V Superman, lo más parecido a lo que pasa cuando un grupo de extraños que no tienen idea alguna de lo que están haciendo te cogen por el culo.

[1] Nobleza obliga, no soy un hater de Johns. Si, tiene impulsos muy horrendos en su afán de actualizar a los comics de superhéroes (la tendencia al desmembramiento y la sangre) pero también es un tipo bastante imaginativo y algunas de sus agregados al Universo DC (los cuerpos de Linternas de colores, el nuevo viejo Brainiac) son grandes homenajes al espíritu delirante y creativo de lo mejor de la editorial. No es pura destrucción, como el inepto de Didio, sino también bastante de cariño, y ha escrito algunos comics verdaderamente notables.

[2] Opinión rápida y canónica sobre el Batman de Nolan: Batman Begins está bien pero no es nada del otro mundo, The Dark Knight sigue siendo una gran gran gran película (que aparentemente le salió de pedo), The Dark Knight Rises  da vergüenza ajena. El problema no es esa trilogía, que podría existir en un vacío perfectamente como algo cerrado, sino los afanes por copiar el tono de la misma, un tono que funciona (y hasta ahí) solo con Nolan y Bale y que ya en el 2016 está cubierto de polillas. Igual al lado de Snyder son la Capilla Sixtina.

[3] Un punto a favor de BvS, uno de los poquísimos, es la felicidad de ver una placa al principio de la película que acredita la creación de Batman a “Bob Kane con Bill Finger”. Tomó demasiado tiempo, pero al fin se hace justicia.

[4] Algo similar pasó el año pasado con esa otra zona de desastre construida sobre el agujero humeante de la esperanza en un mundo mejor que fue la película de los Fantastic Four.


17 comentarios en “Un Infierno Sin Salida Ni Final Donde Asesinaré Tus Sueños

  1. Babo

    Llegué a este blog porque me lo pasó una amiga. Quiero decirte que sentí exactamente lo mismo. Y que cuando terminó la película y mi novia me preguntó qué me pareció le dije «La odié». Y fue así, viceral. Porque está hecha por gente que claramente odia a Batman y a Superman. Porque esos no sin MI Batman ni MI Superman.
    Lo único que no comparto fue lo de Identity Crisis, que a mí sí me gustó mucho. Pero sacando solamente eso, estoy 100% de acuerdo con todo. Y lo peor, es que no creo que haya vuelta atrás.

  2. Leandro Arteaga

    Loco, qué buen comentario! Hay pasión y dolor por esa mitología que hemos leído, hoy caída en manos funestas. Coincido! (no con el Dark Knight de Nolan, que me resulta policíaco y frívolo, pero bue, sólo eso). Abrazo!

  3. Nicolas

    Tal cual a todo. Que pedazo de basura incoherente. Fue como arrancar páginas de cómics al azar, pegarlas y leer todo de corrido.
    Me dio bronca.

  4. Kowalski

    Hay tanta mala leche en esta reseña que me dio risa. La fui a ver, le encontré mil cosas que me hicieron ruido, pero igual me gustó. Negación? Puede ser.

  5. The_Zeruz

    Finalmente hallé un artículo que está escrito de la misma forma que la película que trata de reseñar: Demasiado choro del porqué de las cosas, pero que intenta decir algo importante lográndolo a medias en el mejor de los casos. Tedioso de ver o leer, pero que terminas porque ya empezaste a hacerlo y quieres ver cómo acaba, pues ya qué.

  6. Val the Undying

    Tu punto de vista es respetable, pero no lo puedo tomar en serio. Hay tanta mala leche como para hacer llorar a una cebolla. Y si bien hay algunas cosas en las que estoy de acuerdo contigo (la mala edición, lo sobrante de Wonder Woman, momentos del guion francamente penosos), lo que encuentro divertido es que no hayas despedazado la espantosa Age of Ultron con la misma saña visceral, no, esa «te gustó bastante». Creo que no hay más que decir.

  7. Autor del Post Amadeo

    Gracias a aquellos a quienes gustó el post.

    A los que no comparten la opinión (Val, Kowalski): no sé si hay «mala leche». Mala leche implicaría que no hubiese argumentos, y creo que hay bastantes. Hay tristeza, furia, decepción y enojo, seguro. Hay odio contra Snyder, por supuesto (que no es nuevo, lo vengo puteando desde Watchmen o 300, ya ni recuerdo) pero sobre todo hay mucha incomprensión y tristeza sobre el camino que ha elegido DC en el cine, que me parece erróneo en todo nivel. Por supuesto, como digo, probablemente yo no sea el target elegido para la película, pero vamos, es un post en mi blog personal por el cual nadie me está pagando, tengo derecho a gritar contra los cielos. Tiene mucho de catárquica la crítica, y el estilo en el que está escrito fue elegido de esa adrede. Porque si me parece que BVS es todo lo que está mal en el cine de superhéroes. Y porque son personajes muy cercanos a mi corazón, que podrían brillar en otro contexto y en otra estética.

    Con respecto a Age of Ultron, si, me gustó bastante. Me arrepiento de cierto entusiasmo excesivo, en retrospectiva y considerando muchas de las fallas que tiene, en la crítica que escribí, pero sigo pensando que es una película infinitamente superior a BVS y eso que Whedon tampoco es santo de mi devoción. Pero al menos Whedon sabe ordenar una historia y narra con cierta competencia, cosa que Snyder está muy lejos de lograr. Y no me puedo enojar del todo con una película que usa a una ciudad como meteorito, una idea que me sigue pareciendo muy simpática. Por otro lado, he pensado mucho menos acerca de los personajes de Marvel (exceptuando a los Fantastic Four y Spider-Man) que sobre los de DC, por lo cual a las películas les doy un campo un poco más amplio. Y sigo pensando que tanto Cap 1 como las Thors y Iron Man 2 son películas francamente mediocres.

    Por otro lado, me parece un tanto extraña la idea de que una crítica invalide a la otra. Un crítico no tiene una vara objetiva para juzgar nada, ni tiene porque aspirar a ello, y ciertos productos culturales nos pegan de una forma más visceral que otros. Puedo justificar que Age of Ultron me parezca una mejor película porque es más competente y tiene momentos divertidos, porque su estética me parece mucho más llevadera y alegre, y no por ello incurro en una contradicción. De eso se trata la crítica: juicios diversos sobre objetos diversos.

  8. Kowalski

    Ojo. Yo no dije que NO me gustó tu post, capaz lo interpretaste o me expresé mal. Como te dije, un montón de cosas en la pelicula me hicieron ruido, pero la disfruté igual. Si bien no estoy de acuerdo en absolutamente todo lo que decís, respeto que tenés tus fundamentos y no decís «la película es chota porque si y porque esta de moda decirlo».

  9. Kowalski

    Hablando de DC en cine. Me hincha las pelotas tanta solemnidad, como si pensaran que un chistecito cada tanto le sacara profundidad al asunto.
    Hablando de Snyder, no es santo de mi devoción, pero creo que lo que hizo con Watchmen fue mucho más digno de lo esperable (el que leyó Watchmen sabrá que es algo infilmable)

  10. ige

    Lo que más me disgustó fue la reiterativa función DEUS EX MACHINA de Lois Lane, quien parece ser el nuevo malo del universo DC.
    Respecto al tono serio y solemne que adquirió la editorial, creo que se fue tiñendo con lo que publicaban en Vertigo (que era muy bueno) hasta que la absorbieron por completo, una suerte de «evolución» que fue eligiendo el público. En algunos personajes me gustó porque representaban desde su origen la contracara nocturna y misteriosa; y en otros no cuadra porque son seres sonrientes, bonachones, perfectos y de gran quijada.
    Buena reseña.

  11. Pablo

    Estoy muy de acuerdo con la crítica en general.

    Pregunta: ¿Qué opinión te merece que la película haya recaudado en su inicio más que la mismísima Avengers?

  12. Tomás

    Llegué acá por un conocido en el que tuve el poco tino de confiar. Deberías dedicarte a otra cosa, has fracazado olimpicamente como crítico. No hay nada argumentado aquí, salvo la pueril desilución del que no ha recibido lo que creía que merecía. Al menos has sido honesto en tus críticas y has ido al centro de la cuestión que estoy seguro muchos callan por vergüenza. Tu no sabes de eso.

  13. Autor del Post Amadeo

    Kowalski: todo bien, che! A mi el Watchmen de Snyder más que nada me pareció innecesario (como cualquier adaptación al cine de esa película, no había ninguna necesidad de hacer esa película) pero tiene el tono solemne y aburrido de Snyder y la verdad que que necesidad (sin que Watchmen sea una obra ligera, la verdad que es densa y oscura, pero hay algo del world building y los dibujos de Gibbons que alivianan el peso). Me alegro que te haya gustado el post de Sonic Youth también!

    Ige: creo que hay algo de eso, hay que recordar que Vertigo se inició como una maduración de un subgrupo de personajes de DC que se buscaba que se vuelvan más adultos y complejos. Pero también hay una tendencia al oscurecimiento que viene de Watchmen, de Moore, de Killing Joke y de sus cientos de imitadores. Es como que hay dos tendencias perpetuamente en pugna: debemos hacer a los superhéroes más «realistas» (lo cual necesariamente implica oscuridad, muerte, violaciones, etc) y debemos hacer a los superhéroes más absurdos y psicodélicos. Yo concuerdo mucho más con la segunda, obviamente, aunque hay buenas obras producidas por la primera corriente, especialmente en personajes menos canónicos. Ultimamente en algunas obras parecería haber una síntesis, por ejemplo en el magnífico Hawkeye de Fraction y Aja (yo me pasé mucho tiempo puteando a Fraction, pero en los últimos años dio un giro genial a su carrera).

    Pablo: Que se yo. Me parece que es un fenómeno muy actual. Ahora salieron las recaudaciones de la segunda semana y cayó el 70% la recaudación, igual parecería que va a recuperar el dinero a escala global y quizás supere el billón de dolares… Pero en general había mucho hype y mucha expectativa alrededor de la película, tanto del lado que quería verla triunfar como del lado que quería verla fracasar, y también Batman y Superman son personajes muy gigantescos, era esperable que esto suceda… Igual no sé cuanto se sostiene el plan a largo plazo de Warner con los números de la segunda semana.

    Tomás: perdón por haber «fracazado» como crítico #sorrynotsorry.

  14. Pablo Turnes

    Me gustó lo de «fracazado» (me lo imagino diciéndolo con tono de Chilavert: «¡Eres un fracasado!»). Creo que ese último comentario responde a la pregunta sobre a quiénes se dirige las basofias como BvS: un público que no puede escribir bien porque no puede pensar bien y en eso se terminan pareciendo a Snyder (que es al cine lo que ese último comentario es a la literatura o al lenguaje castellano, pongámosle).

    Mi sensación general puede resumirse en hastío y aturdimiento. Me dio la impresión de ser un guión escrito por un fanboy nivel Trekkie que se propone hacer LA MEJOR HISTORIA DEL UNIVERSO BIGGER THAN LIFE con sus personajes favoritos. Y como bien decís, pone todo, todo, TODO, en forma de pastiche intragable y completamente absurdo. Esos cambios de registro (el sueño/visión de Bruce Wayne con un Flash disimulado diciendo «Saves us Batman, you’re our only hope!») completamente inexplicables, que no solo desentonan sino que desorientan.

    Ideológicamente la cosa no puede ser menos que chota. Volar el Capitolio para un golpe de efecto me parece horrible. La representación de los manifestantes (gente enojada y violenta bajo consignas falsas, he ahí la idea de la participación popular que tienen Snyder/Hollywood), la idea de los medios («¡Nadie compra diarios! ¡Vendamos, que lo demás no importa nada!»), el militarismo trasnochado (el funeral de Superman), la completa falta de reflexión o al menos señalamiento de que un tipo como Batman dispare a mansalva sin siquiera por lo menos justificar diciendo que se hartó de no matar o algo así, la destrucción de Metropolis por SEGUNDA VEZ en 15 minutos finales (ah, pero ojo que la Isla Stryker estaba vacía, así que no murió nadie…ahí, porque después hacen bosta un edificio, instalaciones que explotan, qué se yo qué más).

    Recuerdo que Peter Greenaway (esos directores que solo los «fracazados» vemos, porque imaginate a un tipo de estos intentando ver una cosa así, explota como Doomsday) decía que Hollywood era un dinosaurio que no se daba cuenta que estaba muerto, y que todo lo que resta son los últimos coletazos del cadáver. Eso veo yo con esto y con DC en general (que ya son parte indivisible de la misma cosa): es un animal muerto del cual nos tendremos que bancar su descomposición.

    La aparición de Aquaman y Cyborg fue lo único que me pareció mínimamente divertido. Y entre ambas cosas, no suman dos minutos en una película que dura 2:30hs. Esto es el infierno capitalista siglo XXI: el entretenimiento consiste no en «entretener», sino en aburrir, aturdir, y hacerte pagar para ver cómo un montón de idiotas destruyen tus sueños y fantasías, creyendo que les tenés que estar agradecido por lo logrado.

    PD: BvS no puede explicarse sin toneladas de merca. He ahí mi tesis general sobre estas cuestiones.

  15. Valeria L

    La película es un poco lenta al principio, pero necesaria para aquellos que desconocen la historia del cómic. Desde pequeña me ha llamado mucho la atención Batman, y ahora que tuve la oportunidad de ver la película creo que el casting es muy bueno, Ben Affleck, en su papel de Batman, refleja misterio, furia y seriedad característicos del Batman que muchos conocemos de las novelas gráficas de la empresa DC comics (Les comparto los horarios para poder verla de nuevo http://ar.hbomax.tv/movie/TTL607702/Batman-Vs-Superman-El-Origen-De-La-Justicia ), además de que ya había desarrollado a un Superhéroe en Marvel, a Daredevil. La película tiene acción, drama, desesperación, romance y maldad, todo lo necesario para mantenerme sentado en la butaca. Existen diversas críticas al respecto, sin embargo cada uno tiene su visión como fan.

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