
El Spheres of Chaos es un juego que saqué de un post de nuestro blog fetiche Rock, Paper, Shotgun y que me vendieron diciendo que era un juego verdaderamente psicodélico, no simplemente con un par de colorcitos y boludeces sino «last episode of The Prisoner psychedelic«, así que lo bajé. Es más o menos un clon del Asteroidspero es uno especialmente divertido y tan psicodélicos como prometían. Todo lo que hacés en el juego equivale a enormes explosiones de colores que se suman y se suman hasta que apenas podés ver el nivel o perdés de vista a tu nave. Pueden bajárselo de acá y divertirse por horas tratando de romper bolas de colores con esa maldita navecita incontrolable. No me responsabilizo ante posibles ataques de epilepsia.
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Ezequiel ya había hablado hace tiempo del Knytt, el cual todavía no jugué, pero sí jugué a su hermano, el Knytt Stories. Lo jugué hace un par de días y hacía años que ningún juego me dejaba una impresión tan fuerte. Es uno de los mejores juegos que haya jugado, y uno de los más originales que vi en muchos años. Es precisamente lo que Eze había dicho, el equivalente gamer a la música ambient. Es un juego en el que uno no siente ninguna presión para ganar ni avanzar a ningún lado, simplemente recorre los escenarios y le presta un poco de atención a la historia y disfruta el ambiente y la increible música (sí, prácticamente ambient, claro) que aparece eventualmente. El juego funciona como un ejercicio de desconcentración tan grande que en comparación cualquier casual game parece la peor aventura gráfica. No les miento si les digo que no se parece a ningún juego que haya jugado. Las posibilidades de morirse son casi nulas, los enemigos no representan ningún desafío y de hecho la mayoría de las criaturas que aparecen no nos hacen nada. Lamentablemente el creador anunció que el proyectó fue suspendido y no va a seguir haciendo expansiones. Afortunadamente, cualquiera puede hacer niveles y hay unas cuantas personas por ahí que se dedican a hacerlos. Si solo pudieran jugar uno de los juegos de este post les diría que no duden en elegir este y limpiarse para siempre el cerebro de basuras como el Halo 3.
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El último es sin dudas el más raro de los tres y el que menos se ajusta a la idea tradicional de videojuego. De hecho, creo que The Marriage está en el límite de la definición de juego, o al menos nos hace pensar en cual es realmente esa definición si consideramos a esto un juego. Es algo así como un simulador experiencial no-representativo de un matrimonio y su desarrollo. Eso ya suena raro de por sí y es aún más raro desde el punto de vista lúdico. En The Marriage no hay ningún objetivo que completar ni básicamente nada que hacer, solo se puede dejar que las cosas pasen y tratar de hacer lo mejor posible para la continuación del matrimonio. Es menos divertido y fascinante que el Knytt pero es muy interesante como juego experimental y definitivamente no se parece a ningún otro juego que conozca.
Después de intentar eliminar los links relacionados con la clave de encriptación de HD-DVDs reciéntemente desencriptada (09 F9 11 02 9D 74 E3 5B D8 41 56 C5 63 56 88 C0) y fallar debido a la resistencia de los usuarios que siguieron diggeando dicha información, el fundador de Digg.com, Kevin Rose, anunció que no seguirán intentando censurar la información.
Esta decisión viola explícitamente el Digital Millenium Copyright Act y debe ser la primera vez que un sitio se resiste de semejante forma a seguir una orden legal respecto a una violación de las leyes de propiedad intelectual. Por supuesto, si había alguien a quien realmente le interesara la desencriptación del Advanced Access Content System (AACS) era a las comunidades Open Source y Free Software que ahora pueden producir software libre para leer HD-DVDs y usar dicho formato en Linux, lo que convierte a esta decisión de Digg en un paso importante para la comunidad y la lucha contra el copyright y la propiedad intelectual. Tal vez todo eso de la Web 2.0 y darle el poder al usuario no era un mentira después de todo.
(via La Petite Claudine)
The Feelies en vivo en el CBGB’s en el 79 haciendo «Crazy Rythm», tema que cerraba el totalmente increible disco homónimo, y que me pasé todo el día escuchando. The Feelies es una banda que me suena totalmente única, son algo así como la verdadera jam band indie. Y ese disco tiene una intensidad inusitada que no recuerdo haber sentido en casi ningún otro disco. Un disco al que semejante nombre no le queda grande para nada. Es un disco que siento, tal vez erróneamente, que está subestimado, porque se habla de él, sí, se lo recuerda, sí, pero yo lo pondría entre los mejores discos de la historia sin absolutamente ninguna duda. Este tema es de los mejores del disco y esta performance es tan buena como la versión de estudio. El alucinante interplay de guitarra entre Glenn Mercer y Bill Million, los dos eufóricos tocando con todo arriba de esa máquina, ese motor monstruoso e infalible que es la batería de Anton Fier. Me hace pensar en lo verdaderamente impresionante que debe haber sido ver un show entero de los Feelies en esa época. Ah, y por cierto, Anton Fier es el mejor baterista de la historia (bueno, tal vez empatado por Jaki Liebezeit, pero nadie más eh).
Most of the songs are barely distinguishable from each other in their primitive two-chord structures. You’ve heard all this before from such notables as the Seeds, Blue Cheer, Question Mark and the Mysterians, and the Kingsmen. The difference here, the difference which will sell several hundred thousand copies of this album, is in the hype, the thick overlay of teenage-revolution and total-energy-thing which conceals these scrapyard vistas of cliches and ugly noise.
Eso decía el gran Lester Bangs de Kick Out the Jams de MC5. Y no, al viejo Lester no le gustaba una mierda ese disco (me pregunto que habrá pensado entonces de los discos de mierda que grabaron después). En caso de que quieran leer esta reseña entera y muchas otras de uno de los más grandes críticos de rock acá tienen muchos links a sus reseñas en el archivo de la Rolling Stone. Y por dios, que chica que le quedaba esa revista de mierda.
Ariel Pink V
o El último post sobre Ariel Pink, o Cómo deshacer una canción ajena pieza por pieza para rearmarla de una forma que sea lo mismo pero completamente diferente al mismo tiempo. Este track está incluido en un muy reciente álbum tributo a Madonna en el que solamente conocía a Pink y a Lavender Diamond entre los artisas que participaban así que no tengo ni idea de como sera. Pero este tema debe garpar todo el disco. Pink agarra un viejo tema de Madonna (que era bastante bueno en su versión original, no lo neguemos) y lo deshace y lo hace a nuevo básicamente sampleando y pitcheando el tema original, dejando la voz original en varias partes y cantándole encima y pasándolo por el filtro de mal sonido que deben ser los equipos de cuarta mano con los que debe trabajar convirtiendo este track en un híbrido a mitad de camino entre el cover, el remix y el karaoke y poniéndole un sello inconfundiblemente Ariel Pink a la deformidad resultante. Un caso raro pero ejemplar de como acercarse a un tema ajeno. Y bueno, este es el último post de esta serie dedicada a Ariel Pink y creo que me alcanzó como para no volver a hablar de él por un largo tiempo. Espero que aunque sea uno que no lo había escuchado ahora le haya prestado atención. No los molesto más. Volvemos a la programación habitual.