La Biblioteca Inexistente (24) (Seudo Especial Deportes).
1) “The Toughest Coach There Ever Was”, por Frank Deford, o como en algún momento hubo personajes que encarnaron la norteamericanidad de una manera tan clara y precisa. Un perfil de Bull Cyclone, entrenador de futbol americano de un pueblito de mierda del sur de los Estados Unidos, el entrenador más duro y más justo que jamás existió. Es conmovedor porque encarna toda la brutalidad y la grandeza de ese país que no podemos evitar odiar.
2) “The Greatest Paper That Ever Died”, una historia oral de The National, el primer intento de diario nacional de deportes en Estados Unidos y los enormes problemas que enfrentó, desde la dificultad para cubrir los eventos deportivos en distintas zonas horarias y llegar al cierre hasta el despilfarro del dinero de su multimillonario benefactor mexicano: Emilio Azcárraga, El Tigre!
3) “The Shame of College Sports”, una de esas notas larguísimas y muy bien investigadas que acostumbra The Atlantic sobre el increíblemente injusto sistema de los deportes universitarios, sus deportistas prácticamente esclavos bajo la ficción jurídica del “estudiante-atleta”, sus decisiones totalitarias y su completa destrucción del sistema educativo superior norteamericano.
4) “On The Movie Set Of Director Ilya Khrzhanovsky’s Dau”, o como un megalómano probablemente brillante o quizás completamente loco aisló una ciudad ucraniana del resto del mundo para construir un gigantesco set en donde se vive como en una ciudad comunista de los años 50, completo con su propia policía secreta, sus sistema de multas y sus favores sexuales a la nomenklatura. Es demente, pero también suena como que podría ser absolutamente genial.
5) “A House Divided, The Crisis At L’Association”, o un recuento del punto algido del conflicto entre los ex fundadores de la editorial independiente más innovadora de Francia. Incluye asambleas, votaciones, manejos políticos, contabilidad dudosa y conflictos artísticos. Y que les sirva de introducción al nuevo The Comics Journal, que desde que está editado por Dan Nadel y Timothy Hodler es una maravilla.
6) Una entrevista con Aeron Alfrey, el genio detrás de mi blog favorito (“Monster Brains”) y un artista bastante bueno que intenta canalizar cientos de años de ilustraciones monstruosas en una sola imagen.
7) “Rock And Roll Has Nothing To Do With Lists”, los 13 albumes favoritos de Luke Haines, con comentarios como solo Luke Haines puede hacerlos, como: I only catch a glimpse of the new indie bands, but man they look like babies. You shouldn’t be in a band, you should be at home! It’s not a safe place! I know! Go home, don’t go into this world of the music business, people will give you drugs and you only look like you’re fucking 15-years-old.
The Last Boy On Earth.
(una versión un poco más corta de ésta crítica apareció en la revista Haciendo Cine de enero de 2012)
Tintín es una de esas propiedades cortejadas por Hollywood hace tres décadas, ya que las peripecias del asexuado periodista belga de jopo siempre fueron una fruta apetitosa, con su promesa de atracción para chicos y grandes, sus grandes vistas, sus coloridos personajes y su sentido de la acción amable pero cinético.
Steven Spielberg fue el cineasta que siempre deambulo más cerca del proyecto, Hergé confesó ser su fan a principios de los 80s y Steven se copó con Tintín cuando le recomendaron que lea algunos de sus álbumes porque se parecían bastante a las aventuras de Indiana Jones. Ambos creadores se iban a encontrar en 1983 pero el padre de la ligne claire murió una semana antes. Esta alianza es comprensible: comparten el amor por la aventura, por el descubrimiento, por como funcionan las cosas y una mirada de niño. Durante años la película yació en el limbo con diversas versiones sobre su realización con actores, con animación o (ya en los ‘00s) con una mezcla de las dos. Finalmente en el 2006 se forjó una alianza entre Spielberg, Peter Jackson y Universal. El guión se encargó a Steven Moffat, genial guionista inglés responsable desde hace algunos años de Doctor Who. Un tipo de 100 ideas por minuto. Sin embargo, sus compromisos con Doctor Who, y los problemas de financiamiento, que dictaminaron el ingreso de Paramount en la superproducción, harían que se baje del proyecto y su guión sea re-escrito por Edgar Wright (Scott Pilgrim, Hot Fuzz, Shaun of the Dead) y Joe Cornish (Attack the Block), dos capos de la vida del nuevo cine inglés.
La verdad es que el ensamble encargado del film era una verdadera bala de cañón de talentos, tipos imaginativos pero a la vez amantes de los géneros y personajes clásicos con los cuales trabajan. Las expectativas para la película eran altas. Y nos complace anunciar que “Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio” es casi perfecta. Es una bola de nieve, en la cual Tintín encuentra una pista en la primerísima escena y nunca para, en donde la acción y lo detectivesco se encadenan para crear curiosidad continuamente; de una manera tan fluida como el manejo de la cámara de Spielberg, que atraviesa paredes, alumbra vistas, juega con las perspectivas y el punto de vista de una manera virtuosa. Al lado de ello, los eventos se agrandan, las escenas de acción, que comienzan con la gracia del slapstick, se vuelven verdaderas piezas gigantescas, coreografías a lo largo de ciudades enteras (un amigo me comentó que Spielberg filma sus persecusiones de ese modo incansable porque tiene un trastorno de ansiedad, cosa que tiene bastante sentido).
La animación, esa mezcla de actores y computadoras, funciona muy bien y, al menos para este par de ojos, se escapa muchísimo del famoso “uncanny valley” donde los personajes animados nos asustan porque son parecidos a nosotros (por otro lado: ¿tiene sentido hablar todavía de “uncanny valley” cuando los juegos de videos actuales y masivos tienen gráficos que cada vez se asemejan más a la realidad de la carne?). No son los dibujos de Hergé, por supuesto (y habrá puristas que odiaran que los ojos de Tintín no sean dos puntos) pero tampoco es la dureza de “El Expreso Polar” o “Beowulf”. Es algo intermedio, plástico, expresivo y caricaturesco. Nick Frost y Simon Pegg como Hernandez y Fernandez son un hallazgo y Jamie Bell logra el equilibrio entre entusiasmo, inocencia y determinación que necesita un buen Tintín. Pero Andy Serkis se roba el show con un Haddock con grandes puteadas y que es el verdadero protagonista. Hasta logran un Milú con peso dramático propio, no un prop que de ternura y simpatía a la audiencia.
Es una película que logra rescatar la aventura cinematográfica clásica (no en vano se parece bastante a las buenas Indiana Jones) pero con tecnología moderna. Algo asombroso es que transcurre en un espacio geográfico reducido (Francia-Marruecos). Y en ese pequeño lugar hay de todo, desiertos, ciudades, mares, aviones y barcos; uno jamás se siente aburrido y más de una vez mira con asombro la pantalla. Cuando pensábamos que ya no había nada más que se nos pudiera mostrar, cuando los tanques de verano están editados de tal modo de que cada X cantidad de minutos algo aún más asombroso asoma y eleva las apuestas a niveles estúpidos (una ciudad devastada por robots, cientos de dragones saliendo de un castillo, un Kraken) hasta que nuestro cerebro estalle por sobrecarga, una película como Tintín nos muestra que solo hace falta amor a la búsqueda, a la curiosidad y a los desafíos para que un periodista de jopo (que no es Jimmy Olsen) nos haga sentir como niños de nuevo.
Modernistas 11: Mark Fisher.
Mark Fisher AKA Mark K-Punk es uno de esos intelectuales inclasificables que suelen salir de Inglaterra, perteneciente a una generación de hijos no reconocidos de la academia que tomó la internet como hogar. Una escuela heterodoxa, influenciada en gran parte por la prensa musical inglesa de principios de los ochentas, en la cual Mark E. Smith, Ballard, Lovecraft, la ciencia ficción, el post-punk, la música electrónica y la psicogeografía se mezclan sin conflictos con Spinoza, Marx, Nietzsche, el post-estructuralismo, Baudrillard y Zizek. Así que con el amigo Darío decidimos que era hora de hacerle una entrevista.
Lleva años escribiendo en su blog K-Punk en partes iguales crítica de rock y análisis político, diseccionando las diversas formas en las que el capitalismo y el neoliberalismo se articulan en la política de nuestra consumo cultural al mismo tiempo que critica a la inoperante e irrelevante izquierda actual, centrada en causas perdidas como las protestas anti-globalización en cada reunión del G8. En los tiempos de confusión política post-crisis del 2008, él y parte de la blogósfera que lo rodea han probado ser de los intelectuales más relevantes e interesantes que se pueden leer en este momento. A fines del 2009 editó el libro Capitalist Realism, lidiando con la cuestión de la ideología en el capitalismo y su triunfo absoluto en erradicar toda esperanza de que exista alguna posible alternativa.
No es necesaria mucha introducción más, ya que Mark mismo se ocupa en la entrevista de explicar bien su derrotero, desde sus inicios en el casi legendario Cybernetic Culture Research Unit (CCRU) hasta la edición de Capitalist Realism y la cuestión de la actual crisis política inglesa.
Bailen en Calzoncillos: Lo Mejor del 2011.

Se acerca el fin de año y, como buen neurótico obsesivo fanático de las listas, comienzo a pensar un balance de aquellos discos que más me gustaron. Durante muchos años hice una lista de lo mejor del año acá y antes en Modern Life Is Rubbish. Pero el año pasado me hice el boludo, porque, para decirles la verdad, estaba cansado, cubierto de trabajo y sin ganas de agarrar y escribir 20 o 25 textitos justificando porque cada disco merece su atención.
Y este año tampoco tengo ganas de hacer eso. La verdad, si quieren que les confiese, es que hace dos años que escribo una columna mensual de música en la revista Haciendo Cine y, si bien es un buen ejercicio que me obliga a seguir escuchando nuevos lanzamientos y pensar sobre ellos, también es agotador. Es cansador tener que pensar dos o tres textos de 800 caracteres por mes vendiendo un disco y no repetirse. Si fuese un escritor honesto, lo que haría es subir todas esas reseñitas y dejar en evidencia cuantas veces uso los mismos adjetivos, cuantas veces justifico algo por la emoción que produce, cuantas veces hablo de rock electrónico y robot y de “tecladitos”. Pero la verdad que soy un farsante, y no tengo ganas de someterme en ese ejercicio.
Escribir la lista de fin de año hubiese sido escribir de nuevo esas reseñas, volver sobre mis pasos, aburrirme. Ya no hace falta. Ahora ustedes, gracias al crecimiento de las redes sociales y los servicios de streaming, pueden experimentarlo con sus propios oídos. En alguna época hacía una lista sin siquiera links de descarga. Que regresivo que sería eso ahora.
Entonces, lo que hice fue armar un playlist de Grooveshark (ese servicio de streaming musical tan nacional y popular, indispensable en fiestas y oficinas) con lo mejor (para mí) del año. Es un work in progress, todavía no pude agregarle los tema del disco de The Fall de este año, ni escuché el de Mountain Goats o el de Robyn Hitchcock con atención, ni sé que agregar del de Kate Bush. Hay obsesiones continuas (Electric Six, Art Brut, Malkmus, Antolín, 107 Faunos), bandas nuevas (Das Racist, The Vaccines, Posavasos) y de todo un poco. Y hasta contiene una pequeña trampa: un tema de Solletico del 2010 que descubrí este año y que me parece tan, pero tan genial (además de que su EP salió a finales del año pasado) que merecía estar aquí.
Vayan, escuchen, comenten, pónganlo en sus casas, bájense los discos después. Lo hermoso de esta época es que no necesitan un sabio que les guie infaliblemente alrededor de que bajar.
Ah, y el disco de Lady Gaga es muy malo, tanto que casi me arrepiento de haberle dado un lugar preferencial a su debut hace unos años.
Actualización Mayo 2013!
Grooveshark es una porquería que se puso la gorra y comenzó a borrar temas a mansalva de todas las listas. Como consecuencia, también se comió varios de los temas de ésta. Por lo tanto, decidí cortar por lo sano y volver a lo natural y subirla para que se bajen (incluyendo algunos cambios y agregados). Espero que lo disfruten.
01 – Relax (Das Racist)
02 – Dystopia (The Earth Is On Fire) (Yacht)
03 – The Great Pan Is Dead (Cold Cave)
04 – Running On Nothing (Fucked Up)
05 – If You Wanna (The Vaccines)
06 – Cachorros (107 Faunos)
07 – Clever Clever Jazz Man (Art Brut)
08 – Nunca Seré Una Canción En La Radio (Valentín y los Volcanes)
09 – Mexican Grand Prix (Mogwai)
10 – Brand New Dance (Das Racist)
11 – Banana Ripple (Junior Boys)
12 – Warm In The Winter (Glass Candy)
13 – Die Tonight (JJ)
14 – Sleep Rules Everything Around Me (Wugazi)
15 – I Just Had Sex (Lonely Island ft. Akon)
16 – Friend Of The People (Lupe Fiasco ft. Dosage)
17 – When I Get Back (Handsome Furs)
18 – Fallout (Neon Indian)
19 – Quantum Leap (John Maus)
20 – Solo En La Ruta (Adrián Cayetano Paoletti)
21 – Asalto Comando (Antolín)
22 – Boris Becker (Compañero Asma)
23 – Ace of Hz (Ladytron)
24 – Kidz (Take That)
25 – Ritual (Ladytron)
26 – Scars (Moon Duo)
27 – Short Version (Wild Flag)
28 – Electric Band (Wild Flag)
29 – Icons Of Summer (Cold Cave)
30 – It Gets Hot (Electric Six)
31 – Sexy (Art Brut)
32 – Heartbeat (Childish Gambino)
33 – Death Rays (Mogwai)
34 – New Adventures (Future Of The Left)
35 – The Hunter (Melody Club)
36 – Breaking Up With God (The Ark)
37 – Cosmic Cars (The Dirtbombs)
38 – Chew It Like a Gun Gum (The Death Set)
39 – Yo David Chase! You P.O.V. Shot Me In The Head (The Death Set ft. Diplo)
40 – Rocky (The Lonely Island)
41 – Free Samples (Electric Six)
42 – Slow Like That (Wugazi)
43 – Gangsta (Tune-Yards)
44 – Joaquin Phoenix (Lupe Fiasco ft. Lil’ Ronnie)
45 – Audio, Video, Disco (Justice)
46 – Dreamer’s Wasteland (Melody Club)
47 – Tema de Eduardo (Maximiliano Farber y los Traductores)
48 – Senator (Stephen Malkmus & The Jicks)
49 – Please Take (Wire)
50 – My Terrible Friend (The Pains Of Being Pure At Heart)
51 – Baby Missiles (The War On Drugs)
52 – Nobody Knows (The Feelies)
53 – Free All The Monsters (The Bats)
54 – Calling All Demons (The Mekons)
55 – Yonkers (Tyler, The Creator)
56 – Happi Song (The Fall)
57 – Eso Que Decías (Posavasos)
58 – Chica Mala (Solletico)
59 – El Día Del Huracán [Versión Acústica] (El Mató a un Policía Motorizado)
60 – Eight Letters (Take That)
61 – Shangri-La (Yacht)
5 Bandas Que Deberían Tocar en Argentina en 2012.
1) Guided By Voices: vamos, señores, si trajeron a Pavement para llenar dos fechas en una Trastienda cargada de hermosura y perdedores, también podrían traer a la Banda Más Grande Que Ha Dado Ohio. Máxime sabiendo que se han reunido hace muy poco y que tienen un disco pronto a salir (aunque el tema de difusión no nos haya volado la cabeza como creíamos). Están viejos (el otro día veíamos videos de ellos en YouTube y Roberto Polardo ya tiene una cabeza completamente plateada) y probablemente vienen por cerveza y alojamiento. Denle, que en relación precio / horas tocadas / hits siempre va a ser un buen negocio y quiero levantar mi vaso con él durante “A Salty Salute”.
2) The Fall: esto JAMÁS va a suceder, pero está bien soñar. Que venga The Fall, que venga Mark E. Smith antes de que muera y se le caigan todos los dientes y se putee con unos cuantos, cante de manera confusa con su bella mujer tocando los teclados y después se quede en algún pool oscuro tomando cerveza tras cerveza y negándose a apagar sus cigarrillos.
3) Electric Six: es injusto que Matthew Perpetua haya visto tantas veces a Electric Six y yo solo una, y encima cuando acababan de sacar su primer disco. O sea, nunca los vi en vivo haciendo “I Buy The Drugs” o “Germans in Mexico” o “Kukuxumushu” o “It Gets Hot!” de su último y flamante disco. En serio, este país (y, porque no, todo Latinoamérica) se merece una inyección del más puro rock and roll-disco-malvado que pregonan estos muchachos. Y además dicen que Dick Valentine puede levantar un amplificador de bajo de 180 kilos con una sola mano.
4) Stone Roses: se reunieron hace poco y, sabiendo la historia de enojos crípticos, bardeadas abiertas, egos encontrados y genialidad general, en el mismo día en Twitter estábamos todos preguntándonos cuanto iba a durar. ¿Tres semanas? ¿Dos meses? ¿Seis años? Que vengan antes de eso, por favor. Quiero arrepentirme de alguna vez haber hablado mal de su obra maestra exorcizándome bailando “I Am The Resurrection” y “Fool’s Gold” (a “Fool’s Gold” se la baila como mareadito, cabeza gacha, dando vueltas en el lugar, con un gorro que cubre los ojos).
5) Art Brut: Ezequiel siempre dice “Hay 5 o 6 fanáticos de Art Brut en el mundo y es muy gracioso que Amadeo sea uno de ellos”. Y si, viejo, yo quiero que venga Art Brut a Argentina y el Cono Sur. En serio. Volvería a tener 16 años. Poguearía como loco. Con una banda que es contemporánea y que no son los Ramones o los Fleshtones o grandes y hermosos viejos que tocan canciones de dos minutos llenas de energía. Es un tipo que tiene casi mi edad y lee los mismos comics que yo. Cuya música estoy escuchando desde el 2004. En otras palabras, todos sabemos que quiero que venga Art Brut para hacerme amigo de Eddie Argos.



