Mark.

Mark E Smith’s sister came to see Hefner in Manchester once. Afterwards she came up to me. ‘Mark came down but he thought you were shite. He’s gone to see Clint Boon.’

– Darren Hayman (fuente)

– Mi primer disco de The Fall fue el Cerebral Caustic, más o menos por el 1999-2000. Me lo prestó mi amigo Pablo, contándome  que también fue el primer disco que escuchó de él. ‘Me lo prestaron, lo escuché dos veces y no me gustó mucho, pero al otro día me desperté y había un nosequé que se me había quedado, y lo volví a escuchar, y ahí fui entendiendo’. Pablo me contó cuales eran las cosas que le interesaban de The Fall y Mark E. Smith, particularmente como cantaba, o hablaba, y la musicalidad que le encontraba a las palabras, a buscar la palabra precisa, en ver como pronunciarla, como extrayendo cada ápice de significado de cada sílaba, de cada consonante pronunciada de una forma particular, de cada respiración.

– Esa época fueron los primeros años de TENER INTERNET LIBRE, y bajé muchos discos de The Fall. Los primeros de los 70s, algunos eps en vivo, los de los 80s. Lo de los 90s habían llegado a Uruguay y varios los tenían originales. Tenían el último por esa época, uno de los ‘no tan bueno’, llamado Are You Are Missing Winner, que me costó ver la tapa varias veces hasta darme cuenta que el título estaba mal escrito y/o no tenía sentido.

– «Viste lo que es esta tapa. Estoy seguro que las hace él, o alguien conocido de él, y él las mira y piensa que son geniales». Todas las tapas de The Fall son iguales y son completamente diferentes, igual que el contenido de los discos. Casi siempre son una especie de abominación del diseño gráfico totalmente horrible y al mismo tiempo genial, que se rigen por una lógica rarísima.

– Mis discos favoritos de The Fall son un poco los de todo el mundo, la época dorada de los 80s con Hex Enduction Hour, The Wonderful and Frightening World of The Fall, y This Nation’s Saving Grace. Pero también, seguramente por haber arrancado por el Cerebral Caustic de los 90s, me gustaba toda esa época, más «blanda», con sintetizadores, un sonido un poco más limpio, alegre y que no se parece a nada. En los 80s The Fall estaba en su sopa, en los 90s no, y esa incomodidad lograba generar climas y sonidos nuevos e interesantes.

Part of the pity of Mark E Smith’d death is that the world always needed another Fall album. Sometimes you’d think «do I really need the new LP» and then you realised you definitely did.

(fuente)

– Hago una búsqueda en Google y si, todavía esta ahí: El post de Benito en Fuck You Tiger sobre «Rose» , una canción de despedida de Mark E Smith a Brix, su ex-esposa y su compañera de banda durante un montón de años. Es, como dice en el post, una de las «escasas grietas en el monumental sarcasmo de Smith» donde baja la guardia y es honesto, sincero y vulnerable.

– Otros amigos me contaron las historias sobre la banda. Todas las leyendas, sobre las decenas de músicos que rotaron y fueron saliendo y entrando una y otra vez. La historia de Brix Smith, de como de adolescente se fue de Los Angeles a Manchester para casarse con Mark E. Smith y ser miembra de The Fall por un montón de tiempo. Las historias de violencia, de humillaciones totales tanto a su pareja como a los integrantes de la banda: «Le cobraba 2 libras al baterista cada vez que tocaba un tom», «Los puso a todos en fila y les dio una bofetada a cada uno por hacer un show mediocre», etc. «Si Mark E Smith me llama ahora, me tomaría el primer avión y me iría a tocar con él, sin pensarlo», me contaba Tomás, hace muchísimo tiempo.

I have a Mark E Smith story actually. Back in the day Suede got asked to support The Fall on a couple of dates. To a man we were massive fans and VERY excited to be asked. Everyone told us he could be rough on support bands but he was great. Lots of time to soundcheck.
He was friendly, helpful, told us to come straight to him with any problem. The shows were great, his crowd were great, The Fall were great. On our way home in the van we were listening to Richard Skinner and he had an interview with Mark. We listened in intently. Specially when Skinner asked, «Do you like any of the new bands who are calling you an influence.» Mark said «Like who?» Skinner asked «Well, like Suede.»
There was a perfectly timed beat.
«Never heard of them.»

– Mat Osman (de Suede) (fuente)

– Los años pasaron y muchos conocidos y amigos los vieron en vivo. Contaban historias desopilantes. Que se subía al escenario con una camisa recién comprada, sin planchar, con la etiqueta y con la marca de los dobleces todavía ahí. Que se subía al escenario con un maletín destartalado, agarraba las hojas y se ponía a leer. Que se iba por dos temas, la banda seguía tocando, y luego volvía. Que se pasaba ROMPIENDO LAS PELOTAS a todos los restos de los integrantes. Le bajaba el volumen al equipo de bajo. Le bajaba el volumen al equipo de guitarra. Le tocaba las perillas al sintetizador. Le sacaba el microfono al bombo. Un niño, un niño que tenía muy claro lo que estaba haciendo. Por eso The Fall estaba en mi lista de bandas para ver en vivo. Seguro iba a ser como mínimo interesante, aunque horrible o increíble.

– Casi los voy a ver el año pasado, pero por tiempos y calculos y pasajes, no pudo ser. «Estuvo increíble. Él esta recontra hecho mierda, todo hinchado, rojo, pero estuvo increíble».

There’s a great story somewhere about Mark E Smith in the early days stopping a Fall gig because one band member walked from one side of the stage to the other. «Who do you think you are, fucking U2?»

(fuente)

I would never ordinarily advocate or endorse such a thing, but I feel as if the best tribute one could pay to Mark E Smith tonight would be to find a band playing in a club somewhere, wander onstage, and turn the guitarist’s amp down.

(fuente)

– El último disco que realmente escuché de The Fall ahora tendría 8 años, «Your Future, Our Clutter»  (¡gran nombre!). Tenía una banda nueva con dos pelados severos que tocaban batería y bajo que claramente venían del metal o un rock más pesado. El disco sonaba duro, podrido y violentísimo. Luego de eso sacaron 4 discos más, incluyendo el último del año pasado. El tipo nunca paró, y se fue con 32 discos de estudio y un montón de EPs, discos en vivo y colaboraciones varias.

– Me quedan un montón de sus discos para escuchar, de casi todas las décadas. Lo que hacía The Fall iba más allá del Post Punk, era crear un mundo y lenguaje propio. Como cuando uno escucha mucho no se, Bossa Nova, o  Dub y Reggae, y por unos días solo puede escuchar esa música porque entró en ese mundo y todo el resto parece irrelevante. Con The Fall puede pasar lo mismo muy fácilmente. Tomás me contó de un amigo de él,  de Buenos Aires, ultra fanático de The Fall que durante un año fue la única banda que escuchó. Me parece una locura total, al mismo tiempo algo que alguien perfectamente podría hacer, de la misma forma que me resulta coherente que alguien vaya a una oficina y lo destruya todo con un bat de beisbol. The Fall era eso.


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