Resguardar tu colección de mp3 es solo una excusa para tener dolores de cabeza.

Hace dos días terminé una tarea titánica que me tomó toda una semana de fastidio, obsesión y mecánicas tareas: copiar toda mi colección de mp3 (casi 200 discos entre cds y dvds) a mi hermoso disco externo de 1 tera y 12×7 centímetros. La tarea me consumió de tal forma (de una forma negativa, típica de mi persona, que cuando se le mete en la cabeza que tiene que terminar alguna actividad de ordenamiento, redacción u organización no puede abandonarla hasta terminar, por ello también me hice el boludo con ello lo máximo posible) que tiñó la semana pasada de un ligero aliento a malhumor. Luego de la experiencia, teniendo todo organizado, estas son algunas de las cosas que he aprendido en el proceso:

1) Un cd con más de 10 años no funciona más. Es una cosa más o menos segura. Especialmente si es un Teltron, marca de mierda si los hay. Ustedes se preguntarán quién es tan demente como para tener un cd de backup con música de hace 10 años y encima arrastrarlo no solo de una casa a otra sino de una provincia a otra. Bueno, ese sería yo.

2) Los cds rayados con el peor enemigo del explorador de Windows. Alguien debería haber armado ya un fail safe para cuando estás copiando un montón de carpetas y de golpe escuchas el terrible ruido de un cd rayado que dejó de andar (una especie de BUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMTACTACTACTACTAC como un frisbee girando en falso) y encontrar una manera de cancelarlo que no implique esperar media hora hasta que termina solo el proceso o tener que reiniciar la máquina a la manera antigua (simplemente desenchufándola).

3) Escuché mucho más a los Go- Betweens entre el 2003 y el 2012 de lo que jamás podría haber creído posible. Su primera aparición se da en mp3 31 con “The Friends Of Rachel Worth” y se repite a intervalos regulares. Quién lo hubiese dicho.

4) La mejor medida de cuanto te gusta una banda es (a pesar de ser un retentivo anal incapaz de borrar información) la cantidad de veces que su discografía o discos sueltos aparecen en distintos discos de mp3 porque los ibas bajando a medida que tenías ganas de escucharlos. Grabba Grabba Tape aparece como en 4 discos diferentes, Guided By Voices tenía discos desparramados a lo largo de por lo menos media docena de cds y no hubo nada más satisfactorio que reunir las dos docenas de discos de The Fall que se extendían entre mp3-37 y mp3-199.

5) Escuchaba mucho indie pedorro entre el 2005 y el 2008. ¿Sambassadeur? ¿Semifinalists? ¿Sprites? ¿Quiénes son todos ellos? ¿Por qué los bajé alguna vez? Copiar tu colección de mp3 también es una buena manera de reorganizar tu música de tal forma de que solo quede lo importante, una re-escritura de tu biografía tramposa basada en tu punto de vista actual, pero también te revela que elementos fueron sencillamente porciones de memoria sumergidas, amores temporarios, curiosidades parciales.

6) Hay bandas cuya discografía tenía al completo y que preferí no copiar, por una cuestión de pudor personal (o sea, una vez más, ¿en que estaba pensando?). Entre ellas está Massacre, ese grupo que supe querer pero que hoy en día gracias al Wallas retrasado mental que hace declaraciones idiotas he tenido que aceptar que quizás, solo quizás, nunca me haya gustado tanto. También me saltee a Less Than Jake, Mad Caddies y una plétora de bandas pop-punk de la adolescencia (y aquel que diga que nunca escuchó bandas pop punk en la adolescencia miente).

7) Hay solo una categoría de cosas por la cual realmente me alegro de haber resguardado durante tanto tiempo estos cds: discos en vivo de Norman Bates, banda ignota de Tucumán; todo el catálogo de Ventolín Records cuando todavía existía; la discografía más completa de Los Chicles que puedas encontrar; los primeros eps del Tío Pastaflora; el disco de noise inescuchable que grabamos con Federico Randall en Lules en dos noches de vino en el invierno del 2005 y que es la primera cosa grabada bajo el nombre de The Peronists (¡con tapa incluida!) y algunos incunables más (como un ep de la etapa electrónico-melancólica de our very own Ezequiel Rivero).

8) Hay agujeros incomprensibles que son fruto de mi confianza en el cd. Por ejemplo: tengo todos los lados b de Blur pero ningún disco oficial, no tengo Odelay o Midnight Vultures, no tengo ningún disco de la Velvet ni de los Smiths. Todas marcas muy notorias en mi biografía musical, pero cuya representación real quedo abandonada en la casa de mis padres en Tucumán.

9) Es absurdo como recuerdo las marcas materiales de las cosas. Por ejemplo, me acuerdo que de los cds 01 al 40, aproximadamente, los grabe con el Easy Cd Creator que te dejaba una playlist de Winamp junto con la compilación. ¿Qué clase de voluntad titánica podía tener para hacerles caratulas uno por uno con los contenidos, en la computadora, imprimirlas y ponerlas en el estuche y no agotarme al número 20? Sé que en una época al lado de la misma ponía los tracks en que supuestamente terminaban y comenzaban los discos porque mi efímero discman leía los compilados como una playlist interminable. Sé que a partir del 2009, cuando adquirí mi notebook, comencé a dejar paulatinamente de grabar cds de mp3 y, en algún momento del 2010, dejé de hacerles caratulas.

9) Finalmente, una vez tabulados, copiados y ordenados todos los archivos me doy con que tengo unos míseros 180 gigas de música. ¡Solo 35813 temas! Quizás hubiese ido más rápido sencillamente bajando todo en vez de copiarlo. Pero entonces no habría experimentado este extraño viaje hacia las profundidades de la última década, hacía la manera en que nuestro consumo de información cambió irremediablemente, para volvernos todos una central de información ambulante, que cada vez cabe en espacios más pequeños y que es factible de desaparecer al menor golpe o rayón.


18 comentarios en “Resguardar tu colección de mp3 es solo una excusa para tener dolores de cabeza.

  1. Nicolas Diaz

    Hace unos doce años un amigo «respaldó» su colección de viniles en CDs. Ahora que andaba haciendo limpieza de verano revisó esos CDs: ya no sirven. Los viniles, en cambio, siguen sonando tan bien como debieron hacerlo hace medio siglo.

  2. marcelo g

    Que hermoso esto!.
    Yo copio en cd-r primero, y luego al llegar a mas o menos 10 copilados de esos, grabo todo lo que entre en un DVD. De paso arreglos los tags de algunos y me armo discografias que se desparraman por ahí. Por ejemplo, a la de GBV la grabé toda en un solo DVD y cuando pensé que ya había terminado, vuelven a sacar discos. Y también le hago tapas a todos.

  3. salvador

    Algo muy loco es que lo que crecimos en la etapa pre-banda ancha seguimos teniendo el reflejo de deprimirnos cada vez que descubrimos que uno de nuestros CDRs ya no funciona. Lo tomamos como una tragedia, gritamos, puteamos, después decimos: «OK, me bajo todo de nuevo», y por lo general no tardamos más de una hora.
    Más grave es cuando se trata de un CD de fotos personales, que, ahí sí, no se pueden recuperar. Mi mujer casi se suicida cuando perdimos todas las fotos de un viaje a Chile de hace unos 5 años. Ahí entendió que Flickr, Photobucket, y esos sitios son más seguros que tener las fotos en casa en cualquier soporte.

  4. Flavio

    el apartado nº7 me dejó muchas muchas ganas de que subas todos esos discos a mediafire y los pongas en el baile moderno. sobre todo norman bates. me suena a que alguien que le pone así a una banda puede ser perfectamente mi mejor amigo.

  5. Miguel

    boludo, ayer termine de taguear todas las historietas que tengo en el disco rigido interno de la notebook, apenas son 50 gigas pero nunca habia tagueado historietas, mucho prueba y error, termine pero estoy muy estresado, encima hay un par de historietas rebeldes a las que no les puedo meter el tag. Ahora las miro y estan lindas pero pienso en que me esperan los 500 gigas que tengo sin taguear en el externo y me deprimo mucho.

  6. Amadeo

    jajajajaja
    ahora está también otra pregunta importante: ¿que hago con todos los cds estos?
    a) los regalo. pero que pasa si algún día se me rompe el externo. COMENZAR DE CERO? no, no hay manera.
    b) los regalo condicionalmente. onda: te los dejo a cuidado, hace lo que quieras, pero puede existir la posibilidad de que ALGÚN DÍA te los pida para rescatar algo.
    c) los dejo en un rincón (lo más probable) y los miro con recelo de vez en vez.

  7. gustavo

    a menos que el tiempo me demuestre que mis cdrs realmente se volvieron inservibles, yo no tiraria nada. el solo pensar en la erogacion de dinero destinado al tacho y el haber sudado mares para llenar con calzador los 700 mb de cada uno de ellos me obliga a conservarlos. aparte a medida que va pasando el tiempo hay archivos que la gente cada vez comparte menos (prueben buscar discos medio ignotos de hace 8 o 10 años) lo cual hace que muchas veces nuestros ajados cdrs o algun disco rigido conservado de milagro sean la unica chance de supervivencia para generos o microescenas que de a poco van quedando sepultadas. quien va a hacer la antologia del electroclash clase B, el indie de bajo perfil pre hypeo blogueril o la resaca ignorada de la IDM en un futuro cercano, si resulta que mucha de esa data colectiva acumulada en los albores de los p2p se va a parar enterita a la papelera? yo por ahora guardo

  8. gustavo

    pd. saludos a la vieja guardia blogger, increible ver a varios integrantes de la prehistoria juntos en tiempo y espacio. faltaria jim datapanik y carton lleno.

  9. Carlos

    Podrias instalarte un server FTP al mejor estilo vieja escuela y compartir directamente desde tu maquina musica y archivos de todo tipo.

    Uno facil de usar es FileZilla.

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