Una vez vi «The Breakfast Club» con una chica a la que le pareció mediocre y aburrida. Creo que nunca entendi porque odiaba todo lo bueno de la vida de ese modo y, por otro lado, si habiamos visto la misma película.

So long, John.



Siento que debería escribir algo largo y pesado sobre Ballard ahora que está muerto, explicar porque es uno de los escritores más importantes de mi vida y de la segunda mitad del s.XX y al mismo tiempo siento que no hace falta. Tratar de explicar a Ballard en un post de un blog es imposible, yo no puedo hacerlo y no creo que nadie más pueda realmente (en realidad no creo que pueda en ningún medio, ninguna extensión, ningún período de tiempo). Pero por sobre todo es innecesario porque cualquier ciudadano moderno entiende de forma u otra a Ballard, lo sepa o no. Porque siempre tuvo razón y el mundo en el que vivimos ahora es tan ballardiano que parece una extensión de su obra antes que su obra un estudio de la realidad. Que Ballard finalmente esté muerto (cosa que esperábamos que pase desde hacía ya un rato largo, cuando supimos que estaba enfermo) significa que ya no podríamos hablar con él o verlo o leer un nuevo libro escrito por él, pero Ballard está más vivo que nunca. Hace 36 años en Shepperton, ante el fantasma del futuro próximo del cruce de la M3 con la M25, un hombre ordinario veía el mundo tal cual era y entendía exactamente como iba a ser y decidía «frotar la cara de la humanidad en su propio vómito y obligarla a verse en el espejo», hoy Ballard vive en cada cruce de autopistas, en cada roce involuntario entre dos autos, en cada centro comercial, en cada ruina urbana, en cada suburbio y en cada hombre de clase media que lo habita. Cada ladrillo, cada metro cuadrado de cemento de cualquier ciudad fue puesto ahí por Ballard y existe dentro de su mente. Ballard vive, es todo lo demás lo que está muerto.


George Carlin (1937-2008)

«There are two ways to think about this existence we have. One of them is that it’s Wednesday and it’s three fifteen and we’re talking here in my home, and at four o’clock I have to leave for another meeting. Now, that’s a reality. But there’s another reality. We’re in the solar system of a second-rate star, three quarters of the way out on a spiral arm of an average galaxy in a thing called the Local Group. And ours is only one of billions of galaxies, each of which has billions of stars. Some star systems are binary, and there could be a planet that revolves around a center of gravity between two binary stars. So you’d have two sunrises and two sunsets every day. One could be a red giant, the other a white dwarf; two different-sized, -shaped, and -colored suns in the sky. And there might be other planets and comets. In other words, fuck Wednesday, fuck three fifteen, fuck four o’clock, fuck the United States, fuck the earth. It’s all temporal bullshit. I like thinking about being out there and not thinking about the corporate structure, not worrying about freedom, and not worrying about guns. I chose a life of ideas. That entertains me. That nourishes me.»


AÑO DE MIERDA!.
Ya estuvo bien que te lleves a Vonnegut, Fontanarrosa, Bergman, Lee Hazlewood y Tony Wilson. Pero tenia que morirse Mike Wieringo???!?!.

La puta que lo parió. Wieringo, para los que no lo conocen, era un dibujante de comics de la puta madre, uno de los tipos con mas energía, vitalidad y diversión en su trazo, un storyteller nato, un tipo que sabia como manejar a los personajes, como contar una historia, como hacer que esos dibujos parezcan nuestros mejores amigos. Un tipo que se hizo famoso dibujando algunos de los mejores números de Flash que ví en mi vida, que hacia uno de los Spider-Man mas divertidos y llenos de ALEGRÍA desde no se cuanto, que es el co-responsable (junto con Mark Waid) de la segunda mejor etapa de los Fantastic Four en su larga historia (después de la de Lee y Kirby. Byrne me puede mascar la entrepierna). Y se murió. El sábado. De un estúpido ataque al corazón. De nada lo ayudo ser vegetariano o (según lo que todos dicen) una de las personas mas buenas de la industria.

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda. Estoy realmente triste.