Feliz Cumpleaños

Hoy El Baile Moderno cumple 10 años. Creo que es “la cosa” que más ha durado en mi vida, descartando algunas amistades de esas que son para siempre. Han pasado una barbaridad de cosas desde que con Ezequiel y Dario, con quienes nos conocíamos de leernos mutuamente, chatear por Google Talk y encontrarnos en alguna ocasión en Buenos Aires y Montevideo, decidimos que era mejor, antes que continuar con nuestros blogs individuales que cubrían más o menos el mismo espectro, agarrar y arrancar un blog colectivo. Estábamos inspirados, probablemente, en Fluxblog, Metafilter (como idea), Fuck You Tiger y Contra Las Cuerdas (como ideales acerca de cómo queríamos escribir) y en un blog colectivo de tres vaguitos cuyo nombre ahora no puedo recordar, pero si recuerdo un post muy particular en el cual contaban que, con el dinero que los lectores les habían donado, se habían ido a cenar afuera.

Era la época de los mp3 blogs, cuando de pronto internet tenía algunas opciones de hosting y una mayor capacidad, gracias a la banda ancha, y la idea de tener un blog puramente escrito, con ensayos largos y polémicas interminables en los comentarios, parecía estar pasando de moda. El gran estallido de los blogs rioplatenses se había extendido desde el 2003 hasta el 2007 y ya parecía estar por morir (que ingenuos éramos, cuan poco sabíamos de la sobrevida eterna que puede tener un formato y de sus retornos periódicos ligeramente convertido en otra cosa).

Tuvimos varias etapas: una primera en blogspot donde posteábamos casi todos los días y lo utilizábamos como agregador de links, de cosas curiosas de la internet, salpicado con posts más largos donde hablábamos de canciones, comics, películas, viajes, etc. Comenzamos a hacer entrevistas, también, y descubrimos que podíamos hacerles preguntas a algunos de nuestros ídolos y tenerlas aquí. Todavía recuerdo lo entusiasmados que estábamos cuando Momus aceptó contestarnos algunas preguntas y luego mandó una entrevista larguísima y hermosa, una de las mejores que tuvimos. Después incorporamos a Esteban, a quién veníamos leyendo en Coliflores Secas. Fue la única incorporación de largo plazo al blog que funcionó. En un momento, agotados (circa… 2010?), invitamos a un montón de gente variada con la intención de transformarlo en algo así como una revista (fuimos visionarios: casi todas las “revistas virtuales” de hoy en día son blogs colectivos disfrazados) pero no funcionó. Con suerte esos invitados escribieron un post y luego desaparecieron en las brumas de la historia.

Dario fue dejando de escribir progresivamente. Pasamos a WordPress con un .com y eso nos revigorizó por un tiempo. Todavía recuerdo el laburo que fue ponerlo a punto, pasar los posts, reencontrar imágenes que se habían perdido en las catacumbas de internet, lo lindo que nos parecía el diseño, que por falta de tiempo terminó siendo el diseño que continúa hasta el día de hoy. Ahí el blog se convirtió en una cosa más ensayística (quizás por mi influencia y caudal de producción) y menos espontánea. Ya existían otras páginas que agregaban links más rápido y mejor. Yo, que siempre había sido afecto a las listas y las categorías (como dice mi novia y futura esposa: “todo tiene que estar ordenado en una cajita, en una bolsita, en un cajoncito, todo etiquetadito”) comencé a armar compilados de fin de año (una vez más, la influencia de Fluxblog) que finalmente han terminado siendo una de las raisons d’être de El Baile Moderno.

En el medio pasaron pila de cosas: yo me recibí, me mudé a Buenos Aires, comencé un doctorado, descubrí que me encantaba la investigación, escribí en diversos medios, terminé un doctorado, conocí, gané y perdí gente. Ezequiel se metió cada día más en la música, se convirtió en un productor extraordinario, laburó con bocha de bandas, a la vez que crecía su caudal de laburo como diseñador y programador (“entre el back end y el front end” como me explicó alguna vez sin que termine de entender del todo). Dario se enseñó a sí mismo a programar y laburó cada vez mejor, se convirtió al hip hop y nos convirtió por añadidura, comenzó a leer e informarse sobre feminismo, se volvió un experto del Medio Este, África y Asia y, a pesar de que no escribe, sigue siendo una de las personas más fascinantes con las cuales hablar. Esteban terminó su carrera, entró en la carrera diplomática, armó una banda y un sello, sacó un disco, organizó festivales, hizo una maestría, viajó por el mundo. Seguimos siendo amigos, a pesar de que solo estuvimos los cuatro juntos en una ocasión, en el 2013, para un Festilaptra.

Vimos como la ecología de internet cambiaba, cuando arrancamos solo existía MySpace y Fotolog, vimos el ascenso de las redes sociales, como Twitter se volvía el espacio privilegiado del discurso y luego un lugar un poco infecto, intenso y agotador del cual sin embargo no podemos huir. Como Facebook se convertía en esa inmensa copia virtual de la vida donde están nuestros padres posteando memes. Como los jóvenes dejaban de bajar mp3s y comenzaban a armar listas en Spotify. Nuestros gustos musicales evolucionaron, o se asentaron en más o menos lo que nos gustaba al principio, pero más refinado. Si uno hace arqueología del blog, puede observar todo esto.

Como era de esperarse, a medida que nos íbamos volviendo “adultos” cada vez tuvimos menos tiempo para dedicarle a este blog a tiempo completo. Sin embargo, sigue estando aquí. Hace un par de semanas Tegan O’Neil, quién supo ser Tim O’Neil, una de las críticas de historieta que yo ya leía cuando este blog arrancó, subió un post que forma parte de una serie que está escribiendo desde octubre del año pasado y que trata, entre otras cosas, sobre su transición a ser mujer, la depresión, la bipolaridad, los errores que cometemos en la vida y la esperanza que siente ahora. En él explicaba, entre todas las cosas, su relación con su blog, como un blog puede volverse parte de tu vida de una manera tan inextrincable como tus discos favoritos y las películas que te marcaron y la gente que te acompañó y te enseñó y te contuvo. Decía: este blog es un hogar. Cuando lo leí no pude evitar que se me llenen los ojos de lágrimas. Creo que dice todo esto que estuve escribiendo aquí (y todo lo que significa para mí El Baile Moderno) de una manera mucho mejor de lo que puedo decirlo yo:

Así que aquí estamos. No hemos preparado nada, no hay ninguna fiesta “El Baile Moderno Cumple 10 Años” (ese fue otro proyecto que tuvimos, hacer fiestas del blog, el cual, junto con la idea de armar una publicación en papel de nuestros posts y un podcast, nunca prosperó). Pero seguimos estando aquí, de alguna manera, y lo vamos a seguir estando.

Y en esta ocasión, me gustaría preguntarles a ustedes, a los pocos o muchos que todavía están ahí afuera, leyendo a pesar de que posteemos con miles de meses de diferencia: ¿Cómo nos conocieron? ¿Qué cosas les hicimos descubrir? ¿Cuál es su post favorito? ¿Cuándo nos dejaron de leer, cuando volvieron (si es que volvieron)? ¿Qué etapa les gusta más? ¿Qué recuerdos tienen asociados a El Baile Moderno? ¿Se podrán revivir los comentarios para conmemorar esta fecha?

Solo les podemos decir: gracias por leernos. Somos un blog que nunca hizo un peso, que fue sostenido por el entusiasmo, que jamás, por decisión o casualidad, pegó el salto a ser otra cosa. Al final creo que estamos cómodos siendo esto.

Han sido 10 años maravillosos. Los abrazo a todos.


14 comentarios en “Feliz Cumpleaños

  1. Pablo Turnes

    No me acuerdo cómo llegué exactamente al Baile, pero siempre seguía las columnas de Amadeo (supongo que era por cosas de cómic y/o cine). Disfrutaba enormemente esa capacidad de análisis ensayístico que me parecía no tan común en el resto de los blogs, los cuales más bien prescindían de la escritura a gran escala. Mi otra cosa favorita eran esos listados de selecciones de artículos donde había cosas rarísimas e increíbles. Debo admitir que extraño un poco eso. En cuanto a la música, he prestado atención pero mucho no me conecté en general, siempre me parecieron cosas demasiado extrañas a mi oído musical (suponiendo que lo tenga). El Baile va y viene, pero uno siempre está ahí esperando que pase como esos trenes de pueblo cuya regularidad es relativa, pero que cada tanto vuelven a aparecer en el horizonte para recordarnos que aun existen. ¡Salud y felicitaciones!

  2. Matías

    No recuerdo cómo llegué, sí recuerdo que me parecieron geniales los posts sobre cómics, los listados de artículos encontrados en la web de temas muy diversos y la pasión que le meten a sus gustos musicales, culturales. Es uno de los blogs que más recuerdo de la edad de oro, creo que hasta le dediqué un post en Golosina Caníbal (cuando se reinventaron, supongo). Cumplir 10 años con un espacio bancado a pulmón, bajo la lógica del compartir pasiones y reflexiones, merece festejarse. No hagan una superfiesta, pero al menos tomemos unas birra por estas redes trazadas desde espacios virtuales. Los felicito y les mando un abrazo!

  3. Lucas

    Asumo que llegué al Baile por conocer a Amadeo por una amiga en común, cuando el blog no llevaba mas de 2 años. No creo haber comentado mas de 2 o 3 posts, pero ha sido uno de los blogs que he seguido con mayor regularidad. Sus artículos y ensayos fueron muchas veces un reflejo de tendencias y opiniones personales y en muchas otras una apertura a revalorizar o descubrir cosas nuevas. Mas allá de los listados anuales de Amadeo y el (hermosamente curado) segmento de «La biblioteca inexistente», hay posts que recuerdo como maravillas de la blogosfera como las entrevistas a Momus, Claire Evans o Hidrogenesse, el post de Ezequiel sobre el impacto de internet en su (nuestra) adolescencia, el conocer a Judee Sill a través de un post suyo y la serie de posts dedicados a The Wire, «Visite Baltimore». No puedo hacer mas que agradecerles todo lo que aportaron al sitio y el que lo mantengan vivo.

  4. Fernando

    Los descubrí en sus blogs individuales y me enganchó la pasión que había en cada post que publicaban. Leer a alguien que sabe de lo que escribe, lo hace con placer y logra transmir sentimientos (amor y también odio) al lector es algo que siempre fue difícil de encontrar el cualquier medio.

    Gracias, feliccitaciones y abrazos.

  5. martín

    Felicidades, señores. Los leía en los blogs originales de la era dorada y aquí sigo, esperando el compilado EBM 2017.
    ¡Salud! Y ¡feliz cumpleaños, modernos!

  6. Camila

    Con la edad (que tampoco es tanta) perdí la constancia digital. Olvido fácilmente los sitios que bien podrían ser
    de cabecera. EBM no es la excepción, aunque me gustaría. Llegué al blog por leer a Amadeo en Twitter hace unos dos años y entré cada vez que pude (recordar).
    Lo bueno de olvidarse es el stockeo acumulado (valga la redundancia y el exceso de paréntesis) que le hace a uno revolver por tanto contenido interesante. Suerte la mía, y la de ustedes, por todo lo que saben y pueden compartir de un modo tan agradable, los felicito!
    El tiempo me volvió un tanto haragana en las búsquedas culturales, por no decir que me rindo ante tanta ruido visual que uno tiene que sortear. Que hayan facilitado esa aventura es heroico, les diría. Ejemplo: las playlist con lo mejor del año! Fácil el 50% de los artistas que las incluyen no los conocía previamente, o a lo sumo habían muerto anotados en un bloc de notas para investigar en un futuro que nunca llegaba.
    Pero bueno, esto es de ustedes. Gracias por hacerlo, una década no se baila todos los días :)

  7. kt

    No me acuerdo como llegué al baile moderno, fue un poco antes de que se fueran de blogspot. Descubrí muchas bandas hermosas gracias al blog, pero mi cosa favorita son las listas de lo mejor del año. Son la banda sonora de mis paseos en bici en enero por la ciudad vacía.
    ¡Aguante el baile moderno y todo!
    <3

  8. Autor del Post Amadeo

    Muchas gracias por todos los comentarios! La verdad que me han alegrado mucho estos días y me han hecho pensar que lo que hemos construido no ha sido en vano. Me alegro mucho que el blog los haya acompañado y que hayan descubierto cosas a través de él y espero que siga siendo así por un tiempo más. Sus respuestas me dieron ganas de que no muera jamás.

    Saludos!

  9. Automata

    10 años, ¡wow!, no se como descubrí El Baile Moderno, pero cada tanto, cuando tengo ganas de leer algo escrito por gente que considero «como yo» los visito, y sí, empecé a leerlos cuando estaba soltero, luego cuando estuve casado, y ahora de nuevo. Cliché: el tiempo pasa y cambia todo, pero da gusto reconocerse y que ciertos lugares estén aún ahí.

  10. Edwin S.

    Los descubrí hace menos de un año y me sorprende porque con 19 años siempre he sido de visitar blogs de este estilo. Los conocí de una forma curiosa, descargué una canción que estuvo en su compilado del 2013 donde decía el nombre del blog y ahí empezó todo. Me gusta visitarlos porque su forma de escribir es entretenida y muy cómoda. Saludos desde México

  11. Martín

    Hace mucho tiempo que estoy por comentar este post y mucho más que no comento en un blog. Leí este post volviendo de Buenos Aires a Montevideo en un Buquebús y bueno, debo decir que me emocioné un poco.
    Conocí el blog porque en la golden age del blog rioplatense seguía al bizcocho maligno, y de ahí hasta aquí hubo un solo paso.

    Recuerdo con cariño los posts sobre Grant Morrison, la entrevista a Momus, el compilado de Merrit, y la decepción al leer un post sobre la muerte de Néstor Kirchner que era de una ingenuidad política sorprendente. Agradezco para siempre el post y el compilado de Lloyd Cole («Sensatez y sentimientos»), y las reflexiones de Ezequiel sobre internet con esa prosa tan limpita, amable y honesta. Me acuerdo de algo lindo sobre Talk Talk y de un post precioso y destructivo sobre Bioshock. Y de uno reciente igual de destructivo sobre películas de superhérores. Y apagar la computadora de noche y comentarle a mi novia lo que había leído y hacer que lea el post y empezar a discutir de ese tema. Las noches de compañía y las ganas de leer y de pensar, ese es el recuerdo que queda. En fin, que son muchos años ya, y da miedito.

    En ese viaje a Buenos Aires del que volví leyendo este post fui a un concierto en que (creo) estaban algunos de ustedes. Debí acercarme y agradecerles en persona por todo esto, pero no lo hice. Así que ta, se los digo por acá: gracias.

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