Jóvenes y Eternos

ducktales-nes-cover-front-and-back-box-artwork

– Hace unos días Agustín me pasó este link de knoryourmeme, sobre la canción de la pantalla “Moon” del Duck Tales, el juego de Pato Aventuras para Nintendo. Me contaba que ese tema le re gustaba, y que se había vuelto super popular y había covers del tema por todos lados. Recuerdo haber jugado un par de veces al Duck Tales, lo había alquilado, creo que nunca lo pude terminar. Recuerdo que era un gran juego, muy variado y con buena música. Encontré la canción en youtube y la escuché. Era obvio: me la acordaba de memoria. Y es buenísima.

– No estoy descubriendo nada nuevo: Hace unos años que la movida chiptune y la nostalgia por estas canciones de las consolitas de 8-bits se hizo muy fuerte, especialmente para los de nuestra generación que se criaron entre estos juegos con sus canciones, condimentando todas sus tardes de nintendo, galletitas y chocolatada. La banda The Advantage se dedica hace un tiempo a hacer esto: Covers de los temas más icónicos de los juegos 8 bits, Contra, Zelda, Dragon Warrior, en plan rock instrumental. Y sí, tocan el “Moon Theme” del Duck Tales, ante esta reacción del público:


(la gente hace coros como si fuese un toque de El Mató!)

– A partir del re-descubrimiento de esta canción me puse a revivir otras canciones, como por ejemplo la intro del Mega Man X, que siempre pareció genial. La escuché de nuevo y me sigue gustando mucho, en ese plan medio power-metal-terraja-ochentoso y esos sintetizadores que hacen de guitarras eléctricas. No puede ser más heroica. Luego seguí con la música de uno de mis juegos favoritos de toda la vida: El Final Fantasy VI. La música de la saga Final Fantasy y otros juegos de Square fue siempre excelente, y este juego particularmente resaltaba en su banda sonora, super extensa, con más de 30 canciones compuestas sólo para él. Me las acordaba todas de memoria, pero lo que más me llamó la atención fue que los arreglos, las progresiones de acordes, todas esas cosas, siguen estando en toda la música que a mi me gusta y escucho. O sea, me di cuenta de que mis gustos musicales realmente habían sido moldeados y esculpidos luego de haber escuchado estas cancioncitas miles y miles de veces. La banda sonora del Final Fantasy había sido de mi música favorita cuando era niño.

– Por ejemplo, este tema con «guitarra acústica» y arreglos de flauta y oboe, me sorprende lo delicado y bien armado que está, y el relevo de instrumentos. No me daba cuenta en esa época de lo bien construido que estaba. O tal vez sí. Otros temas del Final Fantasy me recordaban en varias partes a cosas de Post-Rock, o música instrumental electrónica que luego iba a escuchar, cosa que jamás hubiese asociado, pero tiene sentido.

(otros ejemplos: este tema en la mitad del juego donde se pudre todo, la del continente flotando que es super interesante, la del bosque fantasma, y la del mundo destruido en la segunda parte)

– ¿Se acuerdan del primer tema que les gustó cuando eran muy chicos? Mi primera canción que recuerdo fue “The Final Countdown “de Europe. Casi recuerdo la primera vez que la escuché, en la casa de la madre de mi medio hermano, o algo así, era un apartamento frío e incómodo, y sonaba esa canción en la radio, tenía 3, 4 años, y quedé fascinado. Recuerdo unos años después grabarla en casette y escucharla todo el tiempo. La llamaba “Chaucha” (“..is a faainaaal chaauchaaa!..”). No voy a decir que me sigue encantando esa canción, pero siempre me va a caer muy simpática. Y parece que siempre me gustó la música grandilocuente, exagerada y pegadiza.


(pongo este video sólamente porque JAMAS lo había visto en mi vida hasta AHORA, y tal vez no soy el único. Ah, y es maravilloso)

– Todo esto me hace acordar a una entrevista a los Daft Punk, a la salida del “Discovery”, donde comentaban que el concepto detrás del disco era tratar de hacer esa música que les gustaba de niños, toda exagerada y cheesy y colorinchuda. Uno cuando es niño no tiene ningún filtro, y la reacción con la música que uno tiene es totalmente visceral: Te mueve o no. Es súper simple. Y lógicamente de ahí vienen todos esos temas románticos hiper futuristas con solos de guitarra a lo Van Halen con 9000 notas por segundo y procesados con MIDI, asi como otros arreglos tan grasas como lindos.


(a los 3:09 empieza la locura)

Hay como una tendencia de alejarse de esos gustos tan “básicos” que uno tenía de chico, y aunque quedarse en el pasado y seguir curtiendo toda tu vida tu música de la adolescencia me parece una porquería, hay cierta sinceridad y cosa «saludable» en volver a escuchar esas primeras cosas que uno escuchó, y darse cuenta de que son parte de uno. Tiene más que ver con un tipo de goce más simple y primitivo, sin conexiones o análisis hechos en el medio. Ahora puedo escuchar el “Moon Theme” y decir que me gusta y también decir porqué me gusta, por la progresión, la melodia, los sonidos. Pero cuando estaba en tercero de escuela y jugaba al Duck Tales, no sabía absolutamente nada, mis “gustos” supuestamente no existían y la cancioncita me encantaba igual. Volver a escuchar estas cosas es un pequeño viaje a otro momento donde veíamos las cosas de una forma más simple, ingenua y más feliz. Un viaje que no tiene porqué cambiarte vida, pero como mínimo puede ser de lo más interesante.


The Band In Hell.

Electric Six es un caso bastante extraño. Una banda que surgió (casi, casi) como una broma, con canciones completamente desfachatadas, humor sardónico y combinación de funk, disco, rock y electrónica. Oriundos de Detroit, que mucho tiene que ver con su sonido, con su combinación de hedonismo y cinismo, con su sensación de banda sucia, pobre, bardera, tuvieron sus quince minutos en el sol con “Gay Bar” y “Danger High Voltage”, dos canciones de sexualidad y jolgorio duro y continuo, de alucinante bailable en la que hombres mostachudos, posibles constructores de autos, terminaban en bares oscuros levantando “mujeres salvajes” y travestis. La combinación de rock grasa, duro, con la voz de Dick Valentine, que parece una caricatura de la masculinidad, y su humor de macho emasculado, más un beat completamente bailable, les permitió tener un par de hits que parecían el summun de lo efímero y pasajero.

Luego de ello, obviamente, aquellos que deciden que es lo que importa dejaron de prestarles atención. Nadie podía tener un interés sobrehumano por una bandita de cuarta que parecía una versión dura de Right Said Fred. Pero Lo Curioso, como a veces sucede en el mundo del pop, es el modo en que con esos elementos que hacían de “Danger High Voltage” un hit irresistible (el humor sarcástico y acido, la voz y la personalidad de Valentine, la combinación de música bailable y rock) han terminado conformando una banda con la que cualquiera de nosotros estaría honrado de bailar. Electric Six continúo sacando discos, y se convirtió, por otro lado, en una banda política en la cual la política tiene el mismo nivel de importancia que una noche en un bar gay, una banda política que por su completa falta de declaraciones altisonantes convierte su burla sarcástica en algo mucho más desollador que cualquier otro grupo con conciencia. En algún momento dije que habían hecho el comentario más punzante de la era Bush (tantas cosas se han explicado por “la era Bush” que me da un poco de dolor escribirlo) mientras pasaban por completos idiotas. Es una exageración, por supuesto, pero es notorio el modo en que los ES (y sobre todo su líder, alma y voz del proyecto) lograron poner en evidencia algo que las demás bandas de rock que de golpe amanecieron con “El Capital” en su mesa de luz entre el 2003 y el 2008 ni percibieron. Mientras la mayoría de los grupos “políticos” se centraban en la corrupción y la percibida maldad, los ES se concentraron en algo mucho más banal y quizás más terrorífico: la estupidez. La increíble, galopante, dogmatica, gigantesca, desesperante estupidez de alguien como George Bush y todo el sistema que lo apañaba.

Es que, en realidad, a Dick Valentine siempre le preocupó la increíble idiotez del mundo: las preocupaciones vanidosas de los hombres respecto a su miembro, el sistema cerrado de estupidez que conforma el mundo de la celebridad, la vacuidad femenina impulsada por la salvaje imagen, la cultura que ha terminado haciendo que todos nos preocupemos por lo grosero, la pequeña denuncia, el escándalo sórdido, la hipocresía, la ventaja chiquita, la destrucción de todo impulso por ser mejores. Todos nos hemos visto, parecemos gusanos a los que les han extirpado el sentido de la responsabilidad. Marchamos por la vida sin una preocupación, lo suficientemente inconscientes como para notar que estamos mal. Hoy en día es cada vez más cierto eso de “we all in the game, yo”.

Hay algunos símbolos en el imaginario de Valentine que se repiten obsesivamente: los hombres y mujeres de sexualidad dudosa (o, quizás, un continuo placer por subvertir los roles de género, por los hombres vulnerables y las mujeres devoradoras), los presidentes norteamericanos, el demonio, lo marcial, la guerra nuclear (lo cual nos hace sonreír: parece un miedo tan anacrónico), el futuro, el baile. Asimismo, la música de Electric Six es furiosamente nocturna: sintetizadores grasas de bar de strippers, guitarras gordas y cocainómanas, pianolas malditas con el swing, baterías que retumban en tu cabeza. Y encima de todo esa voz gruesa y tan poco atractiva (en el sentido clásico), de whisky, de putas, de enano maldito a lo Ian Dury.

Por ello y por mucho más, este breve tributo, un grandes éxitos concebido solo en mi cabeza, donde encontraran canciones sobre: Jimmy Carter (el presidente norteamericano más perdedor) y los Backstreet Boys (una balada!), los dealers, una invasión alemana a México, parejas lesbianas y rockeras, sintetizadores de otro planeta (en una de las más bellas canciones de futurismo redentor), la versión evolucionada de Patrick Bateman, Lenny Kravitz, rednecks, la cocaína (en una de esas canciones geniales en las que se grita “solo!” inmediatamente antes del mismo), comandantes del baile y el amor, sobre todo mucho amor.

Electric Six – Dance, Satan, Dance!

01. Electric Demons (Fire)
02. Devil Nights (Señor Smoke)
03. Kukuxumusu (I Shall Exterminate Everything Around Me That Restricts Me From Being The Master)
04. I Buy The Drugs (Switzerland)
05. Fabulous People (I Shall Exterminate Everything Around Me That Restricts Me From Being The Master)
06. We Were Witchy Witchy Women (Flashy)
07. Rock And Roll Evacuation (Señor Smoke)
08. White Train (I Shall Exterminate Everything Around Me That Restricts Me From Being The Master)
09. I Wish This Song Was Louder (Switzerland)
10. Jimmy Carter (Señor Smoke)
11. When I Get To The Green Building (I Shall Exterminate Everything Around Me That Restricts Me From Being The Master)
12. Germans In Mexico (Switzerland)
13. Your Heat Is Rising (Flashy)
14. Dance Commander (Fire)
15. Flashy Man (Flashy)
16. Gay Bar (Fire)
17. Lenny Kravitz (I Shall Exterminate Everything Around Me That Restricts Me From Being The Master)
18. Mr. Woman (Switzerland)
19. Danger! High Voltage! (Fire)
20. Future Boys (Señor Smoke)
21. Dance Pattern (I Shall Exterminate Everything Around Me That Restricts Me From Being The Master)
22. Future Is In The Future (Señor Smoke)
23. Making Progress (Flashy)
24. Synthesizer (Fire)