La Fiesta de la Niebla

El sábado fui a una fiesta organizada por la gente de Esquizodelia Records, donde tocaron varias bandas, adentro había estufa a leña, y afuera una niebla increíble y muchísimo frío. Aproveche, y llevé la cámara y saqué algunas fotos.

Bogo es una banda bastante difícil de definir. Una especie de post-punk enfermo, con arreglos ‘circenses’ y algunas raíces hardcore y punk. Algo así como la banda sonora del asilo de Arkham, con el guasón riéndose atado en chaleco de fuerza. El cantante era muy bueno, gritando agudo de una forma súper sacada y muy rítmica. De a ratos, recordaban a los Liars. Y daban bastante miedo.

(Bogo)

Uoh! podrían ser catalogados como una banda post-rock, aunque están lentamente torciendo y rompiendo los límites del género. Habrán tocado tres temas, pero los últimos dos eran DENSÍSIMOS, y climáticamente lograron pasar de un clima bastante agradable a algo oscurísimo y pesado de una forma sutil y lenta. El final de su show fue casi Drone Metal, colgado y muy violento, dejando una atmósfera negra y pegajosa en la casa.


(Uoh!)

Los argentinos de Pommez eran tres, y trajeron un montón de instrumentos. Teclados, bajos, guitarras, cambiaron de instrumentos muy seguido pero nunca parecía innecesario y lo hacían muy efectivamente. Tocaron a oscuras (ergo imposible sacar fotos), en algunos ratos sonaban a unos Radiohead instrumentales y más creativos, por momentos se iban a un lado más fantasmagórico y tribal (los 3 miembros tocando percusión, dos de ellos tarareando melodias). Se notaba que tenían un lenguaje propio, y que lo habían desarrollado muy bien y por los caminos adecuados.

De 3Pecados no se si puedo hablar mucho (trabajé bastante con ellos y son demasiado amigos y compañeros de banda). Tocaron muy, muy poco, como es (lamentablemente) común. Los temas nuevos son buenísimos, especialmente una balada triste, llamada ‘ella nunca te amará’. Continuando a las otras bandas, el clima fue para abajo.


(3Pecados)

Cerraron los Fiesta Animal, que están cambiando lentamente de dirección desde las últimas veces que los vi. Dejaron un parte la parte de ‘Fiesta’ para ser oscuridad total, entre un Throbbing Gristle y el Flowers of Romance, de Public Image Ltd. O sea: Todo Mal (tm). Tienen una nueva integrante, Gaby, que esta aportando muchísimo y le agrega una capa nueva, extraña y disonante a los temas. Los FA se están volviendo expertos en generar climas densos, hasta lograr detener el tiempo. Lo hacen muy, muy bien, aunque no es para cualquiera, y a veces pecan de cierta irregularidad. En este show no fue el caso.

Pero tanta oscuridad fue demasiado. Con pequeñas excepciones, casi todos los shows de las bandas fueron instrumentales, oscuros y densos. Creo que me fuí con un ligero malestar físico de tanta mala onda, y necesitado de escuchar una progresión chota de sol y do, un estribillo común y silvestre. Y eso me hace pensar en otras bandas montevideanas, y creo que el 95% entran en la categoría de «oscuras». Quizás es una reacción hacía el «Rock Uruguayo», ese pop-rock-punk-para-arriba que ocupa las FMs. O más bien que el apodo de «Ciudad Gris» le queda demasiado bien a Montevideo.


El jueves pasado, en la pequeña sala de cine/teatro de Central, se presentó en vivo por primera vez el dúo Carmen Sandiego. Con una estética muy cuidada – el escenario decorado con un sillón, en una mesa ratona con los instrumentos, y una lampara de pie y otra en una pequeña mesita, ambos vestidos idénticamente de marrón – hicieron un show extraño, acústico y bastante poco normal para la media de los shows montevideanos.
Lo de Carmen Sandiego son canciones sencillísimas (muchas de ellas no pasan de los dos acordes), con arreglos también bastante simples con variedad de instrumentos (guitarra eléctrica, teclados de juguete, xilofónes, acordéones de juguetes, algun elemento de percusión), arreglos que por suerte aportaban y jamas quedaban como mero decorado. Las letras iban de historias o escenas, muchas veces melancólicas, sobre relaciones disfuncionales, estar (completa y estúpidamente) enamorado, a veces correspondido, a veces, y llegaban a historias verdaderamente sordidas con sexo, situaciones violentas y frustraciones. Las letras, ligeramente recitadas, se escuchaban fuerte, muy claras, y hablaban de cosas simples, directas, y en español, lo cual ya de por si lo hacía completamente diferente a cualquier otro show donde de seguro, todos esos parametros juntos no se dan.

Pero en si lo mejor es como todas las piezas funcionaban, donde podia llegar a fallar nunca falló, los arreglos estuvieron excelentes, a pesar de ser un formato de show tan austero, era sorprendentemente dinámico con subidas y bajadas, jamas se hizo largo y el clima de «amistad» entre músicos y el – muy particular – público al final fue muy bueno.
Y digo «muy particular» es que no es una banda para cualquiera, es música un tanto hermética, repleto de citas (un tema dedicado a un fragmento de la muy buena ‘dreams that money can buy’, una cita a daniel melero en una letra), y ellos también soy consciente de ello – en un momento muy gracioso donde los cables de las guitarras hicieron ruido, flavio – voz principal de la banda – comento «bueno uds son todos fans de sonic youth, no se pueden quejar de esto».

***

Al día siguiente se presentó por – tambien por primera vez en vivo – Fiesta Animal. Esperandome escuchar algo similar a sus ensayos-drones con base repetitiva y multitud de sonidos y capas sobre ellos, lo que hicieron fue lo mismo pero diferente.
El cambió esencial fue en poner a un baterista sumamente competente tocando en casi todos los temas, haciendolo un show super dinámico e intenso. Era increíble igual ver como podia funcionar una estructura musical tan simple (algunos de los temas parecian estar hechos alrededor de solo una nota) y se mantenia todo super entretenido e interesante.
Pero de cualquier forma, una porción del show se la llevo el público, que estaba completamente sacado y agitaban cual show demente de lightning bolt o los stooges, lo cual convirtio todo el concierto en – es inevitable la redundancia – una fiesta, que se triplico cuando tuvieron la muy buena idea de repartir maracas a todo el público.
Así que en si, el show tuvo un encanto rarísimo, y me dio la sensación de presenciar más una especie de un happenning que un show «normal». Igual sin duda dieron vuelta para muchos el concepto de lo que una banda tiene y puede ser en vivo.