(No sé si el 10 de enero no es una fecha demasiado tardía para un post de fin de año (por algo se llama «de fin de año», ¿no?) pero más de uno parecía interesado en que lo hiciera así que por una vez les voy a dar el gusto. Esta es una primera parte pero por cuestiones de tiempo nunca puedo terminar todo el post así que vamos con un pedazo que puede funcionar bien como un post en sí mismo y próximamente me ocupo de postear algo más.)

Contrariamente a lo que varios esperan, no voy a hacer una lista de discos del año. Ni siquiera escuché tantos discos de este año como para hacerlo y menos aún que me hayan gustado tanto. Este fue el año en el que me convencí definitivamente de algo que ya venía sospechando (y no era solo mía la sospecha): la música, si no está muerta, al menos se volvió totalmente irrelevante. La música pop está no-muerta, como decía Mark de k-punk. A pesar de esto me siento obligado a decir que sí hubo algunos discos buenos y mencionarlos. Mi disco favorito del año fue sin lugar a dudas (y ya todos saben lo que voy a decir) Hissing Fauna, Are You The Destroyer? de of Montreal, el único disco de este año que escuché y me pareció que tenía ese algo que te da la impresión inmediata de escuchar una obra maestra. Después de su crisis matrimonial en Noruega Kevin Barnes logró escribir su mejor disco hasta el momento y dudo mucho que pueda superarlo alguna vez. El Overpowered de Roísín Murphy es un disco brillante que descubrí recién sobre el fin de año cuando se me ocurrió repasar algunos discos que no había escuchado y que todavía me tiene totalmente enganchado después de semanas. Es curioso que los dos discos que más me gustan de este año sean discos sobre los que no tenía ningún tipo de expectativa. El Widow City de The Fiery Furnaces fue bastante bueno. Panda Bear estuvo muy bien con Person Pitch y logró hacer un disco mejor que todo lo que había hecho con Animal Collective pero tampoco lo tildaría de obra maestra y Astrud sacó el disco (Tú no existes) que más me gusta de ellos desde el primero del dúo español. Después de eso vienen varios discos que están bien pero que no llegaron a llamarme tanto la atención como el de Electric Six, un disco divertido pero que no me emociona tanto como a mi camarada Amadeo o El mamut de Massacre que es un buen disco con varios temas muy buenos que muestran a la banda a su mejor nivel pero que en total es un poco inferior a otros de sus discos y que en la totalidad de la discografía pasaría desapercibido.

Otros varios artistas de los que esperaba más sacaron discos francamente decepcionantes, como Kanye West que sacó Graduation, el peor de sus tres discos aunque tenga uno de los singles del año, «Can’t Tell me Nothing». El Strawberry Jam de Animal Collective no lo escuché entero pero por lo que vi no está muy bueno y Jens Lekman, del que me había hecho muy fan con sus dos discos anteriores, sacó el embole total de Night Over Kortadella, un disco en el que a pesar de que la mitad de los temas no son nuevos y la otra mitad son lo mismo que venía haciendo la suma de las partes no cierra y creo que puedo contar con los dedos de una mano cuantas veces escuché el disco entero. Curiosamente en varios medios parece que este es el disco que más les gusto del sueco. Calvin Harris sacó dos de los mejores singles fiesteros de este año, «Merrymaking at My House» y «Acceptable in the 80’s» pero el disco es como mucho un meh y que es el peor representante de lo que James Murphy decía en «Losin’ My Edge», la «borrowed nostalgia for the unremembered 80’s». El de Arcade Fire estaba bien pero hasta ahí.

¿Hubo algo más interesante? No sé, hubo una cantidad enorme de discos que figuran en todas las lista y que yo no escuché y no sé si voy a escuchar. Lo que sí merece una mención especial, sobre todo porque más de uno está esperando que la haga, es Banio Qimico, sin dudas la banda nacional del año, lo más divertido que escuché este año y la prueba definitiva de que el cualquierismo debería existir como vanguardia artística.

La mayor cantidad de música que escuché este año no fue de este año y tengo que decir que descubrí cosas maravillosas, desde toda la escena neozelandesa del sello Flying Nun hasta Wendy Carlos, pasando por Robyn Hitchcock, J-pop, girl groups de los 60s, música tradicional irlandesa y yé-yé. Tuve un año bastante musical aunque no haya sido un gran año para la música. (nota: Dag me hizo acordar que también escuché mucho Half Japanese por que me pasó un greatest hits. ¿Ya está? ¿No tenés quejas?)

Shows en vivo vi pocos y la mayoría no me impresionaron mucho ni fui a verlos con mucho interés. Posiblemente el que más me gustó haya sido el de Anthony Braxton, un show demoledoramente intenso y free hasta el punto de casi ser noise. Y por cierto, basta de la mentira Battles.

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Videogames are the new rock. Esta es otra cosa que venía sospechando y de la que este año me convencí del todo (y se que no estoy solo en esto, Ezequiel está de mi lado). Hubo una época en la que temí por el futuro de los videojuegos, temí que la industria se convirtiera en una eterna manufactura de clones de clones de clones, todos alineados en dos o tres géneros que se sabía que funcionaban bien y no había razones para variar, pero un boom de freeware, indy games y juegos experimentales, combinado con una gran maduración de la prensa especializada, lograron que esta época sea tan emocionante como esa época de oro que eran los principios de los 90s. El hecho de que sea un área donde todavía queda tanto para explorar, en la que se puede hacer cualquier cosa y que recién ahora muchos se están dando cuenta de esa infinitud de posibilidades, que cualquier innovación tecnológica o cualquier situación particular del mercado pueda ampliar aún más ese crisol de posibilidades, hacen de los videojuegos uno de los campos más fertiles de la cultura contemporánea. ¿No es obvio que a esta altura los videojuegos son una expresión cultural mucho más relevante que la música? Los chicos de hoy sueñan con ser game designers mientras el rock y sus mitos cada vez más pertenecen a sus padres. Mientras la industria discográfica lucha contra la piratería, Tower Records quiebra y Virgin Megastores cierra y vende sucursales ante la caida estrepitosa de las ventas de discos, la industria de los videojuegos está en su momento más alto. Desde pequeñeces indie como el Flow o Dangerous High School Girls in Trouble (jueguen ese juego, se lo que les digo)hasta tanques como el Call of Duty IV o el Crysis, pasando por casual games como el Peggle y delirios como el Portal, la actualidad está llena de videojuegos geniales. Una mención especial merece la serie de aventuras gráficas de Sam & Max. Los juegos esos redefinen la idea de ficción interactiva planteándose de la misma forma que una serie de televisión, dividido en temporadas y capítulos, con la única diferencia de que uno guía la historia voluntariamente a través de una interfaz one-clicker (la mejor interfaz posible, siempre).

El 2008 va a ser un año gamer.

(próximamente, mi año en cine, libros, tv e internet, algún otro rant sobre música y algún discurso más sobre la gloria de los videojuegos)


Because VideoGames are the New Rock

(volví)

Entre las New Year Resolutions para este 2008 esta la de jugar más videojuegos. Ya se extenderá Dario al respecto en su post de fin de año, pero esperense que vamos a hablar bastante proximamente de este nicho cultural tan eferveciente últimamente. Y a los que no le gustan, pueden joderse alegremente.

Para arrancar, usted no puede, NO DEBE, no jugar al Peggle.

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Una mezcla genial entre Pachinko, Pinball, y Puzzle Bobble completamente simple, adictiva, con un diseño de pantallas completamente ingeniosa y creado con mucho, mucho amor. Todo con ese justo nivel de inocencia naïf de un juego para niños pero que puede jugarlo cualquiera, y que además se puede poner bastante complicado en los últimos niveles. Y además, siendo uno muy bueno puede hacer jugadas espectaculares y poder re-jugarlo muchísimas veces. Sin duda, el mejor puzzle que he jugado desde el Tetris Attack.

Y podes jugar gratis. Y jugarlo en tu iPod.
aca pueden ver un video de como es más o menos. Es muy sencillo y simple, como todo buen puzzle. Asi que entren al sitio de PopCap y jueguen con sus hermanos y familia:

Peggle!

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Post-Data videogamer: Otro descubrimiento agradable de fin del 2007 es que el Unreal Tournament 2004 (si, ya se que tiene ya 3-4 años, y que ya salio el UT3) anda fantásticamente bien en cualquier maquina mediocre (en mi caso un dual core de 2.8 con tarjeta onboard de video). Es un juego muy sólido y un muy buen FPS para tirar misiles contento para todos lados. Fine for me.



El Spheres of Chaos es un juego que saqué de un post de nuestro blog fetiche Rock, Paper, Shotgun y que me vendieron diciendo que era un juego verdaderamente psicodélico, no simplemente con un par de colorcitos y boludeces sino «last episode of The Prisoner psychedelic«, así que lo bajé. Es más o menos un clon del Asteroidspero es uno especialmente divertido y tan psicodélicos como prometían. Todo lo que hacés en el juego equivale a enormes explosiones de colores que se suman y se suman hasta que apenas podés ver el nivel o perdés de vista a tu nave. Pueden bajárselo de acá y divertirse por horas tratando de romper bolas de colores con esa maldita navecita incontrolable. No me responsabilizo ante posibles ataques de epilepsia.

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Ezequiel ya había hablado hace tiempo del Knytt, el cual todavía no jugué, pero sí jugué a su hermano, el Knytt Stories. Lo jugué hace un par de días y hacía años que ningún juego me dejaba una impresión tan fuerte. Es uno de los mejores juegos que haya jugado, y uno de los más originales que vi en muchos años. Es precisamente lo que Eze había dicho, el equivalente gamer a la música ambient. Es un juego en el que uno no siente ninguna presión para ganar ni avanzar a ningún lado, simplemente recorre los escenarios y le presta un poco de atención a la historia y disfruta el ambiente y la increible música (sí, prácticamente ambient, claro) que aparece eventualmente. El juego funciona como un ejercicio de desconcentración tan grande que en comparación cualquier casual game parece la peor aventura gráfica. No les miento si les digo que no se parece a ningún juego que haya jugado. Las posibilidades de morirse son casi nulas, los enemigos no representan ningún desafío y de hecho la mayoría de las criaturas que aparecen no nos hacen nada. Lamentablemente el creador anunció que el proyectó fue suspendido y no va a seguir haciendo expansiones. Afortunadamente, cualquiera puede hacer niveles y hay unas cuantas personas por ahí que se dedican a hacerlos. Si solo pudieran jugar uno de los juegos de este post les diría que no duden en elegir este y limpiarse para siempre el cerebro de basuras como el Halo 3.

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El último es sin dudas el más raro de los tres y el que menos se ajusta a la idea tradicional de videojuego. De hecho, creo que The Marriage está en el límite de la definición de juego, o al menos nos hace pensar en cual es realmente esa definición si consideramos a esto un juego. Es algo así como un simulador experiencial no-representativo de un matrimonio y su desarrollo. Eso ya suena raro de por sí y es aún más raro desde el punto de vista lúdico. En The Marriage no hay ningún objetivo que completar ni básicamente nada que hacer, solo se puede dejar que las cosas pasen y tratar de hacer lo mejor posible para la continuación del matrimonio. Es menos divertido y fascinante que el Knytt pero es muy interesante como juego experimental y definitivamente no se parece a ningún otro juego que conozca.


No Girls Allowed

La cuestión es así: Ubisoft es una desarrolladora de juegos. Su último juego es Assasin’s Creed. Esta es la foto del grupo que lo desarrolló:

Habran notado a la frontwoman del team, Jade Raymond. Si, es linda. Y no solo es linda, sino que además muy locuaz, inteligente y hábil para hablar y además es la productora líder del juego, los de Ubisoft decidieron que sea la representante y de entrevistas sobre el mismo, y poner fotos de ella donde sea posible.
El resultado empieza por esto:

sigue con esto:

y esto:

Hasta llegar los rumores (falsos) de que ella va a aparecer en Maxim, que da resultado a… esto:

(el comic, entero, que es bueno, bastante berreta y bastante ofensivo, lo pueden ver aquí)

Y la cuestión no terminó ahí, ya que los de Ubisoft terminaron con una demanda a un simple flaco que posteó el comic por ahí. Más leña al fuego.

En fin, Hay una excelente charla sobre esto en un thread en Metafilter, de donde saqué esta información, y tambien de este blog y tambien este.

En toda esta ensalada digna de la Revista Caras hay varios puntos para ver:
– Bastante gente se pregunta porque en la foto del team del Asssasin’s Creed esta Jade adelante de todo. La respuesta a medias es porque, bueno, ella es una de las líderes. Lo cual no es del todo correcta porque generalmente el líder total es el Lead Designer, no el Producer. De cualquier forma, seguramente haya algo de que, bueno, son Game Developers, no cualquiera tiene la nafta para aparecer enfrente en la foto. En los comments de Metafilter comenta alguien que estaba ahí en los HQ de Ubisoft en el momento en que fue sacada esa foto y explica que en general la gente prefiere ni siquiera salir.
– También puede ser cierto el hecho de que la empresa haya usado a Jade para las entrevistas, pero también esta el hecho de que aparentemente es muy hábil para ello – y de nuevo – es una de las líderes. Lo cual no justifica igual de que en todas las notas sobre el juego por alguna razón pongan una foto de ella y no del puto juego. Ahí llegamos a la conclusión reiterativa sobre esto: El perfil del videojugador promedio y de la prensa sobre videojuegos es lamentable.
– Sobre el comic: Si Raymond efectivamente apareciese en Maxim, el comic seria una sátira, jodida pero sátira al fin, pero no es el caso, ya que ella no hizo nada. Así que no funciona y esta muy mal ejecutado.
– Pero también recuerdo a sitios como the Onion o somethingawful ridiculizando a sitios como aintitcoolnews.com, poniendo en la portada al autor del site felando (literalmente) a la industria cinematografica y nadie se espantó por ello. Me parece que la idea del dibujante fue un poco eso, burlarse de Ubisoft, del fenómeno que rodea a Jade, y de todos los miles de fans. Pero lo hizo para el orto, y basado en un rumor. Cualquiera.
– Pero obviamente lo más triste es lo primero que se ve: Una industria y un público sumamente machista que convierte a una chica atractiva en un Sex Symbol. Todavía no se cuanto Ubisoft tuvo que ver con la publicitacion de ella, pero es obvio que la culpa es también de la prensa, y del público, los propios jugadores.

Update: Al parecer la empresa organizó un evento llamado «Jade Raymond presents Assassin’s Creed»
que se trataba básicamente Jade firmando posters y sacandose fotos con fans. Oh yes.


Despues de haberlo escuchado mencionar bastantes veces desde hace ya dos años, el fin de semana pasada «jugué» (entre comillas, ya que no se trata de un ‘juego’ en el sentido estricto del termino) a Façade, «un drama interactivo de un solo acto».

Façade es un experimento en inteligencia artificial sobre narrativa digital, en el cual nosotros como protagonistas nos comunicamos y relacionamos con dos personajes virtuales. Tu rol es el de un amigo de una pareja (Grace y Trip), jovenes atractivos y exitosos en sus 30s cuya relacion esta al borde del desastre. Durante la duración de la ‘experiencia’ (que dura unos 20 minutos), uno puede hablar, responder, provocarlos, manipular objetos, y asi crear una variedad de situaciones y descubrir varios trasfondos de la pareja protagonista.
Es medio dificil explicar como se ‘jugaria’ , lo mejor es que lo vean por uds mismo en este Trailer de Youtube.

La experiencia de jugarlo por primera vez es extrañísima e incómoda, y es algo asi como ser un personaje adicional en Tape, de Richard Linklater. Apenas uno llega a la casa de la pareja, las situaciones se empiezan a poner densa, y uno irremediablemente termina del lado de Grace, la artista frustrada, o de Trip, que es más arrogante y controlador. Los diálogos estan muy bien actuados, y las expresiones faciales de los dos personajes tambien muy bien logradas. El escenario puede terminar de variadas formas, uno puede desde ser echado de la casa, a lograr reconciliar la pareja, o que terminen por una razón o por otra, y quien sabe que más. En si, el mood del juego te atrapa y uno empatiza con los personajes, generando un montón de sensaciones mas asociadas a la vida real que a cualquier libro/pelicula/videojuego. A mi me resulto bastante incómodo en algunas partes, y eso ya es un logro brutal para esta pequeña obra.
Claro, que obviamente buscarle perfección es imposible, y cualquier juego donde uno pueda tipear y hablar cualquir cosa en cualquier situación va a ser poco realista y ahi perder parte de la magia – ademas de que, al ser en ingles, la barrera de idioma puede ser bastante importante. Pero no importa, el concepto del juego ya es lo suficientemente bueno para que les diga que es algo que HAY que jugar aunque sea una vez.
Una de las citas mas comunes referentes al Façade es que es «el futuro de los videojuegos». No se si tan el futuro, pero si es ver por un pequeño cerrojo el potencial que pueden llegar a tener. En una entrevista a uno de los diseñadores, el comentaba que «hasta esta altura, casi todos los videojuegos existentes son el equivalente en género a peliculas de acción, y en la mayoría, peliculas de acción mudas». Su próximo proyecto, titulado «The Party», es la misma idea aumentada exponencialmente, siendo el escenario una fiesta con unos 10 integrantes, donde casi cualquier cosa podria pasar y hay mil factores y el sistema de combinaciones es infinitamente complejo. Solo resta esperar a ver que logran y ver si otros desarrolladores continuan con esta idea.

Pueden descargar Façade aquí.

PD: Una review de uno de los escritores de Rock, Paper, Shotgun (mi nuevo blog fetiche) sobre el más que controversial Super Columbine Massacre Rpg, que puede estar unida ligeramente con lo que escribí.